Esta es la señal de que tu gato está relajado

En el mundo de las mascotas, los gatos se destacan por su capacidad para encontrar momentos de relajación y tranquilidad en cualquier entorno. Estas pequeñas criaturas desarrollaron una habilidad única para desconectar del estrés diario, convirtiéndose en auténticos maestros del descanso.

Para saber si un gato está relajado, es importante prestar atención a su comportamiento y lenguaje corporal. En ciertos gestos y actitudes revelan su estado de tranquilidad. Uno de los signos más conocidos es cuando los gatos comienzan a amasar con sus patas. Este movimiento, que a menudo realizan sobre superficies suaves, refleja que se sienten seguros y relajados en su entorno. Según contó a Infobae, el doctor Juan Enrique Romero, los felinos también pueden demostrar su confort mediante lo que él llama “el beso del gato”, un parpadeo lento que indica comodidad y ausencia de estrés.

Además, otros elementos del cuerpo del gato ofrecen pistas sobre su estado emocional. Los bigotes son esenciales para entenderlo. Cuando están relajados, los bigotes también lo están, lo que sugiere que el animal no percibe amenazas a su alrededor.

Las posturas del cuerpo también son reveladoras. Si está acostado, es común verlo acurrucado formando una especie de bolsa, estirado o con las patas recogidas bajo el cuerpo. En cualquiera de estas posiciones, el gato estará relajado si no muestra signos de tensión muscular o de preparación para huir o atacar.

El amasado en gatos es un comportamiento instintivo que comienza en la etapa de lactancia, cuando los recién nacidos presionan con sus patas las mamas de su madre para estimular la secreción de leche. Este movimiento rítmico, que alterna las patas delanteras, persiste en la vida adulta y suele asociarse con momentos de comodidad y tranquilidad.

La acción de amasar puede reflejar el estado emocional del animal. Al realizarlo, los gatos liberan endorfinas, lo que genera una sensación de calma y bienestar. El amasado también puede ir acompañado de ronroneos, lo que refuerza la idea de que el felino se encuentra relajado. Además, este comportamiento puede ser una manera de marcar territorio, ya que los gatos poseen glándulas odoríferas en sus patas, lo que les permite dejar su olor en las superficies que consideran suyas.

Aunque el origen del amasado sigue siendo objeto de estudio, varias teorías sugieren que esta conducta permanece en los gatos adultos debido a la sensación placentera que experimentaban cuando eran lactantes. Este comportamiento puede repetirse sobre superficies suaves como mantas o incluso sobre las personas con las que tienen un vínculo cercano, lo que sugiere que el gato se siente protegido.

Este comportamiento suele observarse cuando el felino se dispone a descansar, justo antes de dormir, mientras muestra signos de relajación en su rostro, como los ojos entrecerrados. El amasado puede cumplir una función de comunicación afectiva, evidenciando un sentido de pertenencia hacia quienes les rodean.

Sin embargo, el amasado también puede aumentar en frecuencia si el gato experimenta estrés o malestar. En esos casos, el felino utiliza este comportamiento para calmarse frente a situaciones incómodas. Si se observan cambios importantes en esta conducta, puede ser necesario consultar a un especialista en comportamiento animal.

Para proporcionar un ambiente adecuado para la relajación de un gato, es fundamental garantizar que su entorno sea tranquilo y libre de ruidos fuertes o estímulos perturbadores. Evitar el uso de fragancias fuertes en el hogar también es recomendable, ya que los olores intensos pueden interferir con los marcadores odoríferos que el felino ha dejado en diferentes objetos, lo que podría generar incomodidad. Además, mantener en óptimas condiciones higiénicas tanto el área de comida como la bandeja de arena es crucial, ya que la suciedad puede resultar irritante para el animal.

Respetar los límites del gato en cuanto al contacto físico es una parte esencial para asegurar su bienestar. Los gatos establecen sus propias formas de interacción y es importante no forzarlos a recibir afecto cuando no lo desean. Facilitar el acceso a juguetes y rascadores es otra medida clave, ya que les permite ejercitarse y mantenerse activos, lo que contribuye a un desarrollo físico y emocional equilibrado.

El mantenimiento de una rutina diaria es igualmente importante, dado que cualquier cambio drástico en el entorno, como mudanzas, reformas o la introducción de nuevas mascotas, puede generar estrés en el felino. Para evitar problemas de comportamiento derivados de estos cambios, es conveniente preparar al gato desde una edad temprana, acostumbrándolo a interactuar con diversas personas y situaciones.

El lugar donde se colocan la comida, el agua y la caja de arena debe ser elegido con cuidado. Se recomienda ubicarlos en áreas tranquilas y alejadas entre sí, ya que el agudo sentido del olfato del gato podría asociar la comida con la bandeja de arena, lo que dificultaría que se alimente correctamente. Además, el agua fresca debe estar siempre disponible para garantizar su bienestar.