Un empleo viral, un santuario para gatos y una isla de Grecia: el fenómeno de Siros

La organización God’s Little People Cat Rescue ha catalizado un movimiento global de protección y cuidado de animales, que sensibiliza a miles de personas sobre la condición de los animales abandonados

Un refugio para gatos en Siros, Grecia, se convierte en un fenómeno mediático global (God's Little People Cat Sanctuary)

En una pequeña isla del mar Egeo, un santuario para gatos se ha convertido en un fenómeno mundial. Lo que comenzó como un refugio para felinos abandonados en Siros, Grecia, rápidamente se transformó en un destino mediático tras una oferta de trabajo que cautivó a miles de personas alrededor del mundo. Joan Bowell, la fundadora del santuario, nunca imaginó que su sueño de proteger a los gatos se convertiría en un faro de atención internacional y que luego atraiga a amantes de los animales y medios de comunicación por igual.

Historia y fundación del santuario

Joan Bowell y su esposo, ambos originarios de Dinamarca, decidieron mudarse a Siros buscando un lugar tranquilo donde vivir junto a sus dos gatos. Sin embargo, al llegar, se encontraron con una realidad distinta: la isla estaba plagada de gatos enfermos y hambrientos, abandonados a su suerte. Frente a esta situación, Joan comenzó a cuidar de estos animales, brindándoles comida, atención médica y un lugar seguro donde vivir.

Con el tiempo, su hogar se convirtió en un refugio para gatos, que alcanzó un total de 30 felinos en su primer año de operación. La necesidad de establecer una estructura más formal para manejar la creciente población de gatos llevó a la creación de God’s Little People Cat Rescue, una organización dedicada al rescate y cuidado de colonias felinas en Siros.

Una oferta de trabajo en el santuario atrajo más de 80,000 solicitudes de todo el mundo (God's Little People Cat Sanctuary)

Oferta de trabajo viral

Joan Bowell publicó una oferta de trabajo en la página de Facebook del santuario, que buscaba a una persona que pudiera cuidar a los gatos a cambio de un salario, alojamiento y la oportunidad de vivir en la pintoresca isla griega. La publicación se viralizó rápidamente, atrayendo más de 80,000 solicitudes de todo el mundo. La oferta de empleo prometía la oportunidad de vivir rodeado de gatos y un hogar en una casa con jardín y vistas al mar Egeo.

El puesto requería de cuatro horas diarias de trabajo, lo que incluía alimentar a los gatos, medicarlos y mantener el refugio en condiciones óptimas. Además, el candidato ideal debía ser una persona madura, preferentemente mayor de 45 años, con experiencia en el cuidado de gatos y habilidades prácticas. La oferta de trabajo todavía sigue intacta, esperando a más personas que quieran tener este empleo con ansias.

Descripción del trabajo

El trabajo en el santuario implica mucho más que cuidar de los 55 gatos residentes. Se espera que el cuidador sea responsable de la alimentación diaria, la administración de medicamentos y la limpieza de las instalaciones. Es una labor que demanda atención al detalle, ya que muchos de los gatos han sufrido enfermedades graves o han sido abandonados en condiciones críticas. La limpieza es esencial para prevenir infecciones y garantizar la salud de los felinos, lo que convierte a este puesto en un desafío constante.

La recompensa, sin embargo, va más allá del salario: vivir en una isla griega, en una casa con jardín y rodeado de naturaleza, ofrece una experiencia única para aquellos dispuestos a comprometerse durante al menos seis meses.

Las tareas diarias incluyen alimentar, medicar y cuidar a más de 55 gatos abandonados (God's Little People Cat Sanctuary)

La experiencia en el cuidado de gatos, aunque no es obligatoria, es altamente valorada, especialmente si el candidato tiene conocimientos en veterinaria o experiencia previa en refugios. Además, se requiere que el cuidador sepa manejar un coche manual, ya que es necesario trasladar a los gatos al veterinario cuando sea necesario. La persona elegida también debe estar preparada para enfrentar la vida en un entorno relativamente aislado, donde la paz y la tranquilidad predominan sobre la vida social intensa.

Impacto global y mediático

La oferta de trabajo y la historia del santuario de gatos en Siros capturaron la atención de medios de comunicación en todo el mundo. La singularidad de la propuesta, combinada con el atractivo de vivir en una isla griega, convirtió al santuario en un tema de interés global. La historia fue cubierta por grandes medios, generando una ola de solicitudes y visitas al santuario.

Además, la repercusión mediática llevó a la creación de un episodio en Netflix y la publicación de un libro que narra la experiencia de Joan Bowell y su labor en el rescate de gatos. Este impacto mediático no solo ayudó a visibilizar el trabajo de la organización, sino que también atrajo donaciones y voluntarios que han contribuido a la sostenibilidad del santuario.

La isla combina la vida rural con una vibrante escena cultural en su capital, Hermoupolis

Vida en Siros

Siros, una de las islas Cícladas, ofrece un entorno tranquilo y lleno de historia. Con un clima suave, incluso en invierno, la isla presenta una vida tradicional griega, alejada del turismo masivo que caracteriza a otras islas del Egeo. Los voluntarios y trabajadores del santuario pueden disfrutar de largos paseos por la isla, nadar en sus playas y explorar los pequeños pueblos que la componen.

Siros, una joya del mar Egeo, es conocida por su serenidad y paisaje pintoresco (Getty Images)

La capital de la isla, Hermoupolis, es un vibrante centro cultural con museos, galerías de arte, un teatro y una arquitectura neoclásica impresionante. La vida aqui combina la serenidad de un entorno rural con la riqueza cultural de su historia.

Con un clima suave y playas hermosas, Siros ofrece un refugio perfecto para quienes buscan tranquilidad (EFE)

Desafíos del santuario

A pesar del éxito y la visibilidad alcanzada, el santuario enfrenta varios desafíos. La sobrepoblación de gatos en la isla sigue siendo un problema grave, con muchos felinos abandonados y en condiciones de salud precarias. El financiamiento es otro reto constante, ya que la organización depende de donaciones para cubrir los costos de alimento, medicinas y atención veterinaria. Joan Bowell ha buscado formas creativas de recaudar fondos, como la venta de productos artesanales y la organización de eventos benéficos, pero la necesidad de apoyo financiero sigue siendo crucial. Además, el santuario debe lidiar con la percepción negativa que algunos locales tienen de los gatos, considerándolos una plaga en lugar de seres dignos de protección.

Este pequeño refugio en Siros, que comenzó como un sueño personal, se ha convertido en un símbolo de la compasión y la dedicación hacia los animales abandonados. Aunque los desafíos son grandes, la respuesta global y el apoyo recibido han demostrado que la labor de cuidar a los más vulnerables puede resonar más allá de las fronteras, tocando corazones en todo el mundo.