La ansiedad por separación es un trastorno emocional que afecta a muchos perros. La afección causa una serie de comportamientos problemáticos y dañinos para los animales. Se manifiesta de diversas maneras, y los tutores deben prestar atención, ya que los síntomas no siempre son notorios.
Los perros que sufren de esta condición a menudo experimentan un nivel elevado de estrés cuando se quedan solos, lo que puede llevar a un deterioro importante en su bienestar general y en la convivencia en el hogar. Puede ser especialmente desafiante de manejar, ya que requiere de una intervención profesional para ayudar al canino a superar las sensaciones de angustia.
En un nuevo capítulo de Data Animal, el psicólogo y especialista en comportamiento animal, Juan Manuel Liquindoli, explicó las causas de este tipo de ansiedad en los perros y la manera correcta de abordar su tratamiento.
“La ansiedad por separación es un trastorno que se manifiesta con signos y síntomas que aparecen en relación con un perro que es separado del grupo o de uno de los individuos del grupo. Es una problemática básicamente emocional. El perro se angustia, le agarran una serie de signos basándose en esa angustia, porque se quedó solo o porque algún individuo de su grupo se separó de él”, resaltó el experto.
—¿Por qué se produce esta problemática emocional?
—Hay muchas causas y es importante saber que un gran porcentaje de la población de perros padece ansiedad por separación, se estima que hasta un 30% de la población de perros. Para entender las causas tenemos que entender cómo es la historia evolutiva del perro. Los perros vienen de los cánidos que tienen millones de años evolucionando hasta llegar al Canis lupus familiaris, que es el perro doméstico, siendo animales de grupo, siendo animales gregarios. A un perro no le da lo mismo estar acompañado que estar solo. Entonces no está en la naturaleza del perro pasar grandes cantidades de horas de un día solo. Ya hay un factor predisponente que tiene que ver con la filogenética de la especie.
Sin embargo, Liquindoli aclara que no todos los perros desarrollan ansiedad por separación. Algunos aprenden a tolerar el estar solos, más allá de que no sea su preferencia. Los factores que pueden provocar la aparición del trastorno incluyen la edad en la que el cachorro fue separado de su madre. Según el especialista en comportamiento animal, cuando son distanciados entre los primeros 30 y 40 días de vida, tienen más probabilidades de tener problemas emocionales. Lo ideal es esperar hasta pasados los 60 días.
“Otro factor de riesgo es un historial de abandono. Aquellos perros que han sufrido a lo largo de su vida eventos de abandono, tienen más probabilidad de desarrollar a futuro una ansiedad por separación”, resaltó el psicólogo.
Por otro lado, los cambios de rutina abruptos también influyen en el estado de ánimo perruno. Un canino que está acostumbrado a pasar 3 o 4 horas del día solo y, de repente, ese tiempo aumenta a 8 o 10 horas, puede desencadenar una ansiedad por separación.
“Hay perros que no toleran estar solos porque tuvieron un evento traumático en algún momento que se quedaron solos. Por ejemplo, se quedaron solos y entraron a robar, o se quedaron solos y justo hubo un ruido muy fuerte en la calle que los asustó y quedó asociado a ese momento de soledad. Entonces desarrollan lo que se llama un miedo contextual”, agregó Liquindoli. La ansiedad por separación, entonces, puede surgir tanto en la primera etapa de vida del perro, como en la adultez debido a las razones que mencionó el especialista.
—¿Cuáles son los síntomas? ¿Cómo sé que mi perro tiene ansiedad por separación?
—Hay síntomas activos y síntomas pasivos. Los activos son los más visibles. Por ejemplo, el perro cuando se queda solo aúlla, rasca la puerta, se queda merodeando y no descansa nunca, orina y defeca en lugares que el perro ya sabe que ahí no debe hacerse, ladra.
Por otro lado, hay perros que manifiestan síntomas pasivos que tienen que ver con síntomas del orden depresivo. Por ejemplo, se quedan quietitos en una postura de freezing, o sea, no se mueven seis, siete, ocho horas hasta que vuelven sus tutores, se quedan en esa postura sin interactuar con el entorno, sin comer, sin tomar agua, sin nada. Uno puede darse cuenta porque cuando llegamos a casa y nos encontramos con el perro, son los típicos perros que hacen todo junto, nos saludan, toman agua, comen, traen el juguete. Ahí se nos puede despertar la alarma y decir “che, quizás mi perro puede estar manifestando algún síntoma de ansiedad por separación”.
Para detectar estos síntomas se debe prestar atención, ya que se manifiestan solamente cuando el perro está solo y las familias suelen no darse cuenta. Es posible que algún vecino avise sobre la situación, ya que pueden escuchar los ladridos o aullidos. Otra alternativa es filmar al canino mientras no haya nadie en el hogar para poder observar su comportamiento. “¿Cómo estuvo el perro? Estuvo tranquilo, estuvo relajado o manifestó alguno de estos síntomas, porque si manifestó alguno de estos síntomas, lo recomendable es consultar con un profesional”, manifestó el experto.
—¿Cómo podemos desde casa nosotros abordar esta problemática?
—Primero decir que es una problemática compleja. Es la segunda problemática de comportamiento más consultada luego de la agresividad. Es compleja porque estamos hablando de un problema emocional. Entonces, siempre, si nosotros tenemos una sospecha de que nuestro perro tiene ansiedad por separación, tenemos que consultar con un profesional y armar un plan de trabajo con él. Esto suele ser un adiestrador canino que trabaja interdisciplinariamente muchas veces con un veterinario especialista en comportamiento, porque en algunos casos la terapéutica comportamental tiene que ir acompañada de cierto complemento farmacológico, dependiendo el nivel de ansiedad que vive el perro cuando se queda solo. Pensemos que, cuando un perro está en un episodio de ansiedad por separación, es el análogo a cuando una persona está vivenciando un ataque de pánico. Todos esos síntomas, aumento de la frecuencia cardíaca, respiratoria. Hay un montón de síntomas que al perro lo hacen entrar en pánico. Entonces es importante esto de trabajarlo interdisciplinariamente.
—¿Por qué es tan importante tratar esta problemática?
—Quizás la razón principal es que esto altera o afecta gravemente su bienestar, es un perro que cada vez que se queda solo la pasa mal. Cuatro, cinco o seis horas cada día de su vida, ese perro está vivenciando algo que se llama estrés crónico. Cada día pasa muchas horas del día en una situación con los ejes del estrés del sistema nervioso central activados, hay una catarata hormonal y de neurotransmisores que se activan a diario. Y hoy sabemos que el estrés crónico, además del malestar emocional, puede producir daños en la salud física. Por otro lado, los problemas de comportamiento, y acá entra la ansiedad por separación, es una de las principales causas de abandono y eutanasia. Entonces un perro que tiene problemas de agresividad o que tiene ansiedad por separación, hay una probabilidad importante de que también pueda ser abandonado.
Además, el especialista resalta que los síntomas activos de la ansiedad por separación también pueden generar incomodidad a los vecinos. Esto, a su vez, puede causar un malestar en los miembros de la familia, que se suma a la angustia que provoca el saber que la mascota sufre.
—Es cierto que la gente que va a adoptar un perrito que viene con mucho maltrato, con mucho estrés emocional, porque no sabemos qué vivió, tiene que tener en cuenta esta patología y trabajarla desde el momento en que entra en la casa.
—Sí, sobre todo informarse, porque muchas veces estos perros tienen un historial de muchos años de ansiedad por separación. Quizás no sea el mejor lugar para ir a vivir una casa donde va a pasar seis, ocho o diez horas del día solo. Quizás sea mejor buscar un hogar donde los que viven hagan home office, mientras trabajan en su ansiedad por separación. Lleva tiempo trabajar un perro para que pueda superar la ansiedad por separación, no es de la noche a la mañana. Entonces es muy importante esto, saber si nuestro hogar, nuestra rutina, hace match con este perro que tiene este problema y si estamos dispuestos a trabajarlo y acompañarlo. Muy importante eso.
—¿Es algo que se puede curar o es algo con lo que el animal va a convivir toda la vida, pero puede soportarlo?
—Es algo que se puede trabajar. Siempre se dice que el pronóstico es reservado. ¿Por qué? Porque hay perros que evolucionan muy bien, y pueden aprender a quedarse muchas horas del día solos. Y hay perros que les cuesta más, y que el trabajo y la terapéutica se hace más engorrosa. Entonces se puede curar, se puede trabajar, se puede mejorar y hay un montón de perros que logran superar su ansiedad por separación con mucho trabajo de los tutores. Y hay casos que son más complejos. Entonces siempre va a estar reservado el pronóstico del caso al historial y a un montón de cosas de cómo vaya a evolucionar el perro.