La tierna historia de Socks, el gato que se convirtió en la mascota presidencial de Bill Clinton

Durante la década de los 90, un felino logró capturar la atención y el cariño de millones de personas alrededor del mundo desde uno de los lugares más emblemáticos del poder: la Casa Blanca. Este gato no solo se convirtió en la mascota de una de las familias presidenciales más reconocidas y aún recordadas de los Estados Unidos de América, sino que también se destacó por su carisma y por ser protagonista de numerosas apariciones públicas y televisivas.

Socks era un gato de pelaje predominantemente negro con manchas blancas en sus garras, lo que le daba la apariencia de estar usando medias. Este felino fue adoptado por la familia del expresidente norteamericano Clinton en 1991 después de que Chelsea Clinton lo encontrara en la calle.

Cuando Bill Clinton asumió la presidencia de Estados Unidos en 1993, Socks se mudó con todos los integrantes humanos de la familia a la Casa Blanca, donde rápidamente se hizo conocido por sus frecuentes apariciones en reuniones, conferencias de prensa y eventos públicos.

La popularidad de Socks creció al visitar escuelas y hospitales, creando una fuerte imagen de cercanía con el público. Incluso, el sitio web de la Casa Blanca contó con un dibujo animado en su honor para guiar a los niños que visitaban la página. Durante su estancia en la Casa Blanca, Socks rompió con la tradición de perros presidenciales, convirtiéndose en el primer gato que ocupó el rol de mascota en la residencia oficial.

Tras terminar el mandato presidencial de Bill Clinton, Socks fue entregado a Betty Currie, exsecretaria de la Casa Blanca, debido a conflictos con Buddy, el perro de la familia. Desafortunadamente, Socks enfrentó problemas de salud en sus últimos años, incluyendo dificultades de tiroides, pérdida de peso y un diagnóstico de cáncer de mandíbula. El 20 de febrero de 2009, se decidió aplicarle la eutanasia para aliviar su sufrimiento, un evento que tuvo un gran impacto en la sociedad.

El Día Internacional del Gato se celebra en tres fechas diferentes a lo largo del año: el 20 de febrero, el 8 de agosto y el 29 de octubre.

• 20 de febrero: Este día se estableció en honor a Socks, el famoso gato de la Casa Blanca durante el mandato de Bill Clinton. La fecha coincide con el día en que el felino fue sometido a eutanasia en 2009. Fue una figura mediática y su pérdida dejó una huella significativa, por lo que se decidió conmemorar el Día Internacional del Gato en esta fecha para honrar su memoria. Esta iniciativa busca también promover la adopción y cuidado adecuado de estos animales.

• 8 de agosto: Desde 2002, el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales (IFAW) instauró esta fecha para crear conciencia sobre el bienestar y la adopción de los gatos. Además, la elección de agosto se relaciona con el inicio del ciclo reproductivo de los gatos debido a las altas temperaturas y la intensidad de la luz solar durante este mes.
• 29 de octubre: La especialista en el cuidado de mascotas, Collen Paige, fundadora de días festivos que salvan vidas, como el Día Nacional del Perro y más, propuso esta fecha, inicialmente en Estados Unidos, con el objetivo de fomentar la adopción de gatos. La iniciativa se ha extendido a otros países, y se celebra como una manera de asegurar que todos los gatos tengan un hogar seguro y amoroso.