Una mujer en Nueva Zelanda fue condenada a prisión por tener un perro con obesidad

El animal sufrió condiciones fatales y su dueña deberá cumplir la pena. Además, fue sancionada económicamente

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Nuggi pesaba 54,4 kg y apenas podía moverse (SPCA New Zealand)
Nuggi pesaba 54,4 kg y apenas podía moverse (SPCA New Zealand)

Una mujer en Auckland, Nueva Zelanda, fue condenada a dos meses de prisión tras ser culpada por las autoridades de no proporcionar los cuidados necesarios a su perro Nuggi. El can padecía una obesidad severa que finalmente lo llevó a la muerte. La Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (SPCA) descubrió al animal en un estado crítico: pesaba 54,4 kg y era incapaz de moverse. La gravedad de su condición era tal que los veterinarios ni siquiera podían escuchar los latidos de su corazón a través del estetoscopio debido a la gruesa capa de grasa.

Su estado de salud

Durante el operativo de rescate realizado por la policía en octubre de 2021, varios perros, incluido Nuggi, fueron retirados de la propiedad de la acusada en Auckland. El director ejecutivo de la SPCA, Todd Westwood, declaró a Newsweek que “Nuggi estaba siendo sobrealimentado y, en lugar de buscar ayuda o corregir el comportamiento, su dueño continuó dándole alimento hasta que apenas pudo caminar”.

El fallecimiento de Nuggi

Nuggi fue trasladado a un centro de la SPCA donde perdió aproximadamente un 16,5% de su peso en dos meses. Sin embargo, según un comunicado de la SPCA, el perro falleció abruptamente debido a una hemorragia hepática provocada por una masa rota en su hígado. “Una necropsia reveló que tenía otras complicaciones de salud, incluidas una enfermedad hepática y la enfermedad de Cushing”, se especificó en el comunicado de la SPCA.

Sentencia y prohibición

El tribunal del Distrito de Manukau condenó a la mujer a dos meses de cárcel y le impuso una multa de 1.222 dólares neozelandeses (720 dólares estadounidenses). La sentencia también le prohíbe tener perros durante un año. Todd Westwood explicó en La Vanguardia que Nuggi era “uno de los animales más obesos que hemos conocido”, añadiendo que sus colegas están acostumbrados a cuidar perros desnutridos, pero que este caso fue especialmente desgarrador.

 El animal falleció por una hemorragia hepática (SPCA New Zealand)
El animal falleció por una hemorragia hepática (SPCA New Zealand)

Además de su peso extremo, Nuggi presentaba varias enfermedades y su condición física era deplorable. Sus garras estaban demasiado largas, tenía numerosas verrugas cutáneas, especialmente en áreas de contacto como codos y vientre, además padecía de conjuntivitis. Al respecto, Westwood declaró a Newsweek: “El estado del animal fue un gran shock para los inspectores y el personal de la SPCA, quienes lidiaron con un animal en el otro extremo del espectro de peso”.

Negligencia alimentaria

Según el testimonio proporcionado por la acusada a la SPCA, el perro era alimentado con “entre 8 y 10 piezas de pollo al día, además de galletas para perros adicionales”. Esta dieta desequilibrada contribuyó significativamente a su condición. “Parte de ser un dueño responsable de un perro es proporcionarle a su mascota una dieta adecuada y ejercicio diario, lo que claramente no fue el caso aquí”, destacó Westwood.

Las consecuencias del maltrato negligente en la salud de Nuggi fueron evidentes en sus últimos días bajo el cuidado de la SPCA. Los veterinarios notaron que Nuggi tenía dificultades para moverse, necesitaba detenerse frecuentemente para recuperar el aliento y soportaba con dificultad el clima cálido. La SPCA documentó que sus patas no podían sostener su enorme cuerpo, obligándolo a descansar en “los escasos 10 metros que tuvo que caminar hasta el auto”. “Es igualmente desgarrador ver a un animal indefenso que ha sido severamente sobrealimentado”, concluyó Westwood.

La Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales

La SPCA se dedica a rescatar animales y darles buenos hogares
SPCA New Zealand
La SPCA se dedica a rescatar animales y darles buenos hogares SPCA New Zealand

La Sociedad Protectora de Animales (SPCA) en Nueva Zelanda se dedica a mejorar el bienestar animal, proporcionando refugio y atención médica a miles de animales maltratados, abandonados y heridos cada año. Además, sus centros de rehabilitación, en colaboración con hospitales veterinarios y clínicas, ofrecen atención médica básica, tratamientos, vacunas, microchips y castración a los animales necesitados.

La SPCA también se enfoca en ofrecer refugio seguro a los animales en situaciones de riesgo, proporcionándoles atención y un hogar temporal hasta encontrarles uno permanente, buscando incluso reunificarlos con sus dueños legítimos cuando sea posible. Con poder legal para actuar contra los infractores de la Ley de Bienestar Animal de 1999, la esta asociación investiga casos de crueldad, abuso, negligencia y abandono, llevando a los responsables ante la justicia. Su compromiso se manifiesta en programas de educación, rehabilitación y justicia, estableciendo precedentes en la lucha contra el maltrato animal para asegurar que todos los animales reciban el respeto y el cariño que merecen.

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