Los perros no solamente son fieles mascotas, sino que sus características biológicas les permiten cumplir funciones que van más allá de la gran compañía. Desde su agudo sentido del olfato hasta la capacidad de relacionar olores con su memoria olfativa, son varios los canes que pueden ser adiestrados para llevar a cabo acciones que contribuyen desde rescatar personas hasta resolver crímenes y salvar vidas.
Algunos de estos perros, capaces de ayudar —¡y ser parte!— en investigaciones policiales que incluyen la búsqueda de personas, la detección de narcóticos y explosivos, la defensa y ataque en situaciones de violencia, llegan a formar parte del cuerpo de policía. El caso heroico de Chonino, el animal por el que se celebra el Día Nacional del Perro en Argentina, y que falleció en el medio de un tiroteo, es un ejemplo que pone de relieve no solo el trabajo que hacen, sino el compromiso y la fidelidad para con las fuerzas.
Pero este rol lleva tiempo. Estos perros deben pasar por un entrenamiento adecuado para poder cumplir con sus tareas. Para lograr ser seleccionados como aptos para entrenamiento deben cumplir con ciertos requisitos que pueden hasta incluir el tipo de raza al que pertenecen.
Han sido incontable las veces que los canes tienen un rol protagónico junto a los actores en series y películas. Hudson & Rex, protagonizada por un detective y un perro, es solo un ejemplo reciente de una serie de AXN. Yendo para atrás, aparecen -por citar otros casos- desde el clásico Rin Tin Tin, hasta las divertidas Socios y Sabuesos, y K-9.
Las policías del todo el mundo tienen sus respectivas divisiones de perros. Se las llama División Perros K9. Esta sigla, que se refiere a la palabra “canino” en inglés, es utilizada para referirse a los perros policía que trabajan a la par con sus guías expertos.
Capacidad olfativa hasta 1 millón de veces superior a la del humano
Como se mencionó previamente, para lograr detectar ciertas pistas y hasta encontrar personas perdidas, o incluso cuando se encuentran atrapadas en construcciones colapsadas, los perros deben utilizar su olfato. El médico veterinario Dr. Juan Enrique Romero explicó en un diálogo con Infobae que “los perros tienen una capacidad olfativa 1 millón de veces superior a la del ser humano. Viven en un mundo de imágenes olfativas”. Esto se debe a que la superficie que comprende sus células olfativas es semejante a la de su cuerpo, pero se encuentra “arrollada” dentro del hocico”, según comentó Romero.
Además, poseen las habilidades de lograr distinguir olores individuales, pero a la vez elegir percibirlos en conjunto, y de almacenarlos en una “biblioteca de olores” para luego relacionar esa memoria olfativa con olores que se le presentan. Esto les sirve a los perros policía, por ejemplo, para seguir el rastro de personas perdidas o fugitivos a partir del olfato de alguna prenda que les pertenezca.
“Hay algunos perros que se han especializado que tienen encima un mejor olfato que otros, pero en términos generales, la especie canina goza en su totalidad de todas estas características”, resaltó Romero.
Cómo es el proceso de selección y el entrenamiento de los perros policía
Desde la asociación española sin fines de lucro Adopta K9 explican que los perros, para poder ser seleccionados, pasan por ciertas pruebas con el fin de comprobar que cumplan con “una serie de requisitos físicos, psicológicos y de comportamiento”. Existen para asegurarse de que la personalidad del canino sea adecuada para el posterior entrenamiento.
“La obediencia es la característica más importante a la hora de entrenar a un perro, ya que nos permite tener el control en una intervención real, y también generar una confianza y un vínculo más fuerte entre el guía y el can”, destacó Mariano Graffigna, bombero superior y adiestrador dentro de la Unidad Canina del Grupo Especial de Rescate (G.E.R). Estos perros deben ser sigilosos (que no ladren) y de tamaño medio, ya que deben poder moverse a través de los obstáculos que se le presenten en las diversas situaciones.
Su adiestramiento comienza cuando son cachorros a partir de la sociabilización y estímulos, y continúa en la adolescencia. Comprende 3 etapas que se basan, en primera instancia, en potenciar las habilidades innatas que posea el perro; luego se los acostumbra a trabajar junto a profesionales equipados pertenecientes al Grupo Táctico, y finalmente se evalúa al can en distintas simulaciones de posibles escenarios que se va a encontrar mientras realice su servicio.
A estos perros se los entrena muchas veces con un método positivo, es decir, a través del juego y premios en forma de comida para estimularlos a llevar a cabo ciertas acciones en ámbitos terrestres, acuáticos y hasta aéreos. Una vez completado su adiestramiento, pueden asistir en situaciones como allanamientos y hasta en el rescate de personas que se encuentran atravesando una crisis de salud mental.
Son acompañados por un grupo de veterinarios que controlan sus conductas, vacunaciones y alimentación para que puedan gozar de una salud óptima a la hora de ser adiestrados y cumplir con sus labores.
Con relación al entrenamiento para la detección de narcóticos, el Dr. Romero explicó que “no tiene nada que ver con darle estupefacientes o narcóticos al perro, sino lo que se utilizan son sucedáneos, es decir, los aceites esenciales, que son los que dan la característica olfativa a las determinadas drogas. Y cuando el perro encuentra ese aceite esencial, que insisto, se compran en casas especializadas en Estados Unidos y en Europa, estos sucedáneos al perro se lo premia con el juego”.
Romero agregó que el proceso de adiestramiento para que logren rastrear estas sustancias de manera efectiva puede llegar a durar entre un año y un año y medio.
Por otro lado, aquellos canes dedicados a localizar individuos son parte de la práctica de la odorología forense, que recientemente comenzó a aplicarse en la Policía Federal y en la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Romero comentó que se tratan de técnicas mediante las cuales se conservan gasas bajo condiciones de esterilidad con los compuestos orgánicos volátiles que son los que le dan la característica olfativa a las personas.
“Luego se hace una especie de ronda donde, si una determinada cantidad de perros descubre la relación entre la gasa con los olores de la escena del crimen y el individuo, este no podrá negar su presencia en la zona del crimen o en la escena del crimen”, comentó el veterinario.
Al finalizar con el cumplimiento de su importante labor y su colaboración con los oficiales de la policía y bomberos, estos perros se retiran después de 8 o 9 años de servicio y suelen ser adoptados por sus guías, con quienes compartieron su entrenamiento, o por hogares adecuados donde les brinden el amor y cuidado que merecen.