Cualquiera que haya tenido el placer de tener un gato ha visto a su felino peludo acechar su juguete favorito. Se agachan en el suelo y mueven su cola hacia adelante y atrás antes de saltar, así terminan la caza al capturar con éxito a su “presa”.
Ese movimiento, además de ser adorable y entretenido, también tiene algunas funciones prácticas para los gatos.
¿Qué causa el movimiento del gato que está a punto de saltar? El profesor de biomecánica evolutiva John Hutchinson, del Royal Veterinary College de Londres, afirma que es la mayor tracción al mover la cola, junto con la preparación de la visión, el equilibrio y el sistema muscular del gato para saltar, la explicación más probable.
Teorías
Los gatos se mueven para lograr estabilidad: una de las principales explicaciones sobre el movimiento de la cola implica diferencias en el movimiento de las patas traseras al caminar y al saltar. Cuando los gatos caminan, alternan el movimiento de sus patas traseras para impulsarse hacia adelante. Pero cuando saltan o se abalanzan para capturar a sus presas, se empujan del suelo con ambas patas traseras al mismo tiempo, lo que incrementa la potencia del movimiento, la velocidad y la distancia a alcanzar.
El suelo debajo del gato debe ser lo suficientemente resistente para soportar este movimiento coordinado de las extremidades traseras. Así, esta teoría sugiere que un gato se mueve para probar la solidez del terreno antes de dar el salto, para asegurar suficiente tracción y para mantener equilibrio antes de despegar del suelo. Calcular mal la fuerza del suelo o su falta de equilibrio podría causar que la presa escape o incluso provocarle lesiones si el suelo cede debajo de ellos. Aunque los gatos domésticos suelen mover más la cola antes de saltar, este comportamiento también se ha observado en grandes felinos como pumas, tigres, jaguares y leopardos.
Los gatos se mueven mientras planean: otra teoría sugiere que mover la cola es una forma de planificar, preparando sus músculos para un movimiento grande y preciso, esencial para una caza exitosa. Estos pequeños movimientos musculares les proporcionan un breve ejercicio aeróbico y estiran sus músculos para un mejor ataque.
Los gatos se mueven porque es divertido: al cazar y jugar, el cerebro de los gatos libera dopamina, un neurotransmisor que genera sensación de excitación, motivación y placer. El movimiento del trasero puede ser una actividad que los gatos disfrutan. También puede ayudarles a liberar el exceso de energía producido por el aumento de dopamina.
¿Los gatos aprenden a mover el trasero o lo hacen de forma instintiva? La teoría predominante sugiere que es una combinación de ambos. Los gatitos comienzan a practicar comportamientos de caza entre las 6 y 7 semanas de edad, lo que puede incluir intentos de mover la cola. Sin embargo, estos movimientos suelen ser descoordinados y requieren práctica para mejorar. Los gatitos pueden depender de gatos mayores (como su madre) para enseñarles comportamientos de caza adecuados, como acechar, agacharse y saltar, ayudándoles a perfeccionar sus habilidades.
Otras señales de que un gato está a punto de saltar:
- Pupilas dilatadas: cuando están excitados o nerviosos, sus pupilas se dilatan debido a una descarga de adrenalina. También pueden mirar fijamente a su objetivo con los ojos muy abiertos sin parpadear.
- Orejas y bigotes apuntando hacia adelante: muestran estado de alerta e interés.
- Arrastrarse: pueden acercarse en ráfagas cortas y lentas, con el cuerpo cerca del suelo y las patas traseras dobladas hacia la presa o un juguete antes de saltar.
- Contracción de la cola.
Si se observan estos signos junto con el movimiento de la cola, es una buena indicación de que el gato está practicando sus habilidades de caza. Según la veterinaria Hannah Hart, con suerte, el gato tiene una variedad de juguetes para acechar y su movimiento de la cola no significa que se lanzará hacia los pies de su dueño.