En los últimos años se ha puesto de moda la famosa dieta BARF, un acrónimo derivado de las palabras en inglés Biologically Appropriate Raw Food (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada), que consiste en brindarle alimentos crudos a los animales de compañía.
¿Qué es la dieta BARF y por qué no es buena para los perros?
La misma se basa alimentos crudos, con una proporción del 60 y 80% en huesos, carne, vísceras, huevos, leche y entre un 20 y 40% de frutas, legumbres y vegetales.
Esta tendencia hacia una alimentación más “natural”, también conocida como RMBD, promete beneficios para la salud de perros y gatos, sugiriendo mejoras en la digestión gracias a un microbioma intestinal alterado. Sin embargo, distintos estudios científicos han advertido que esta suposición no es tan absoluta y que, en cambio, no sería buena para el animal y hasta podría comprometer un riesgo de salud para sus tutores o la misma salud pública.
La investigación sobre estos regímenes alimenticios se encuentra en sus primeras etapas, y los verdaderos beneficios, como pelajes más brillantes o sistemas inmunológicos fortalecidos, aún no están respaldados por una base científica sólida.
El Centro Colaborador Nacional para la Salud Ambiental en Vancouver advirtió que este régimen alimenticio podría generar resistencia a los antibióticos (AMR). A diferencia de los alimentos para humanos o aquellos importados, algunas carnes crudas (como las destinadas a las mascotas en Canadá) no están sujetas a inspecciones o pruebas microbiológicas específicas, lo que deja la puerta abierta a un alto riesgo de contaminación bacteriana en el punto de consumo. Estudios demuestran que las mascotas alimentadas con RMBD exhiben tasas más altas de bacterias patógenas, como Salmonella y E. coli, no solo en los alimentos mismos sino también en sus heces.
¿Cómo afecta a los perros comer carne cruda?
Una nueva investigación confirmó que alimentar a los perros con carne cruda aumenta su riesgo de excretar Escherichia coli que no puede ser eliminada por un antibiótico ampliamente utilizado, la ciprofloxacina.
El descubrimiento fue realizado por científicos de la Universidad de Bristol a partir de un estudio de 600 perros domésticos sanos. E. coli, que puede causar intoxicación alimentaria, es también la causa más común de infecciones del tracto urinario y del torrente sanguíneo, que pueden poner en peligro la vida.
La ciprofloxacina pertenece a un grupo de antibióticos llamados fluoroquinolonas, que como se mencionó se utilizan para tratar una variedad de infecciones bacterianas en humanos y animales. La Organización Mundial de la Salud también clasifica estos antibióticos entre los de importancia crítica de mayor prioridad.
El estudio, publicado en One Health, buscó E. coli resistente a la ciprofloxacina transportada en los intestinos de 600 perros sanos. El equipo de investigación pidió a los dueños de perros que completaran una encuesta que proporcionara detalles sobre su perro, su dieta, los entornos en los que caminaba y si el perro había sido tratado con antibióticos.
Los datos microbiológicos junto con los de la encuesta permitieron el análisis estadístico, que mostró que alimentar a los perros con carne cruda era el único factor de riesgo significativo asociado con la excreción de estas bacterias resistentes en las heces del perro.
La FDA, la cual dio conocer un estudio del Centro de Medicina Veterinaria (CVM), llevado a cabo entre octubre de 2010 y julio de 2012, investigó más de 1,000 muestras de alimentos para mascotas en busca de patógenos peligrosos. Los resultados demostraron que los alimentos crudos para mascotas son más susceptibles a estar contaminados con bacterias como Salmonella y Listeria monocytogenes, en comparación con otros tipos de alimentos analizados. En particular, de 196 muestras de comida cruda, 15 resultaron positivas para Salmonella y 32 para L. monocytogenes, indicaron desde la agencia norteamericana.
Por su parte, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, perteneciente al Centro Nacional de Información Biotecnológica advirtió, al citar un trabajo publicado en Nature Human Behavior, que el consenso científico y médico aún está lejos de ser alcanzado.
“Cocinar mata las bacterias y una buena higiene de manos reduce el riesgo inmediato de que estas bacterias sean tragadas y lleguen a los intestinos de una persona. Elegir alimentar a un perro con carne cruda significa que es casi seguro que una persona tiene que manipular el alimento en ese estado, y nuestra investigación es clara en que la alimentación cruda también significa que los dueños de mascotas probablemente interactúen con una mascota que excreta E. coli resistente”, precisó el doctor Matthew Avison, profesor de bacteriología molecular de la Facultad de Medicina Celular y Molecular (CMM) de la Universidad de Bristol.
El riesgo de la bacteria E. Coli en humanos
E. coli se encuentra con bastante normalidad en los intestinos de personas y animales y puede transmitirse entre ellos, generalmente a través de una mala higiene doméstica, por ejemplo, después de ir al baño o manipular alimentos contaminados con materia fecal, incluida la carne cruda.
“La mayoría de las variedades de Escherichia coli son inofensivas o causan diarrea breve. Sin embargo, algunas cepas, como la Escherichia coli O157:H7, pueden causar cólicos abdominales intensos, diarrea con sangre y vómitos”, explican expertos de Mayo Clinic.
Y agregaron: “La Escherichia coli proveniente de agua o de alimentos contaminados, sobre todo de los vegetales crudos y de la carne de res molida poco cocida es la habitual manera de contagiarse. Los adultos sanos suelen recuperarse de la infección por E. coli O157:H7 en el plazo de una semana. Los niños pequeños y los adultos mayores presentan un mayor riesgo de desarrollar un tipo de insuficiencia renal que pone en riesgo la vida”.
Cuando los perros excretan bacterias resistentes al medio ambiente y al hogar, existe la posibilidad de que estas bacterias se transmitan a sus dueños y a otras personas. Una vez que una persona ingiere un poco de E. coli , estas bacterias pueden permanecer en sus intestinos durante años antes de causar una infección. Cuando E. coli es resistente a antibióticos importantes como la ciprofloxacina, las infecciones son más difíciles de tratar, lo que significa que es más probable que los pacientes sean hospitalizados y mueran.
¿Qué cantidad de carne debe comer un perro al día?
La cantidad de carne que necesita el perro depende de su peso corporal actual y nivel de actividad. En general, se recomienda que un perro normalmente activo necesite alrededor del 3% de su peso corporal por día en comida.
La alimentación de los perros ha de tener en cuenta la edad de tu mascota, la cantidad de comida que le das y el número de veces que come al día.
La edad es el punto clave a la hora de saber cuántas veces al día tienes que darle de comer a tu perro. Como norma general, un cachorro hasta las 8 semanas, desde el momento del destete, se recomienda que coma entre 4 y 6 tomas al día. Desde las 8 semanas hasta los 3 meses, 4 comidas al día; hasta los 6 meses, entre 2 y 3 comidas al día; y a partir de los 6 meses, con 2 comidas al día le bastará.