Mucho se ha discutido y escrito acerca de la memoria de los animales, en particular de los perros.
La memoria canina puede clasificarse en dos tipos: de corto y largo plazo. A diferencia de los seres humanos, los perros están más arraigados en el presente, recordando con mayor claridad los eventos recientes en comparación con aquellos de un pasado más lejano. Sin embargo, estos recuerdos no son tan intensos ni complejos como los nuestros.
Un perro puede recordar a una persona durante toda su vida, especialmente si esta memoria está vinculada a una experiencia emocional, ya sea positiva o negativa.
Memoria a corto plazo
Si al llegar a casa encontramos a nuestro perro destrozando un objeto valioso es probable que nos reciba con alegría, viviendo el momento y olvidando su travesura anterior. Ante cualquier comportamiento indeseado, es crucial corregirlo “in fraganti”. En ese instante, un simple “NO” firme o nuestra indiferencia será suficiente.
A pesar de que pueda parecer contradictorio, los perros pueden aprender mediante ejercicios repetitivos, pero podrían no recordar lo que hicieron hace solo unos minutos.
Memoria asociada a imágenes, olores y sonidos
Esta es también conocida como memoria a largo plazo. Un perro puede asociar la imagen de una persona con emociones positivas, como caricias, juegos o comida. Al reencontrarse con esa persona, independientemente del tiempo transcurrido, evocará esa misma sensación.
Su agudo sentido del olfato les permite vincular olores con emociones o momentos específicos.
De igual manera, los sonidos pueden generar asociaciones; por ejemplo, si un perro disfruta de la tranquilidad de un parque sin el ruido de los coches, asociará sonidos naturales con esa sensación de paz.
Entonces, surge la pregunta: ¿cuánto tiempo pueden los perros recordar a un humano? Independientemente de la profundidad de la relación o la frecuencia de interacción, un perro recordará a una persona basándose en la intensidad emocional de ese recuerdo.
La memoria de los perros es sorprendentemente compleja. No solo pueden recordar la imagen de una persona o un objeto, sino también su olor, el sonido de su voz, su tono y muchos otros detalles que podrían pasar desapercibidos para nosotros.
Así que, incluso si solo escuchan o huelen algo, pueden identificarlo sin problemas, sin importar cuánto tiempo haya pasado.
Por lo tanto, si alguna vez hemos regañado a nuestro perro y nos sentimos culpables, es probable que él lo recuerde. Sin embargo, si generamos un recuerdo positivo, brindándole amor y cuidado, esa experiencia desagradable quedará en segundo plano.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional