Es indudable el afecto y apego que tienen los perros hacia los seres humanos así como la especial forma en la que manifiestan efusivamente esos sentimientos. No se puede discutir tampoco su capacidad para reconocer olores e imágenes, pero muchas veces no podemos dejar de preguntarnos cómo funciona su memoria hacia nosotros cada vez que los miramos fijamente a los ojos.
Los perros al igual que muchos otros mamíferos, en los que esto se ha comprobado, poseen genéricamente dos tipos de memoria: la memoria a corto plazo (algo así como la memoria RAM de la computadora) y la memoria a largo plazo (parecida a lo almacenado en el disco rígido de un ordenador).
La memoria a corto plazo de un perro
La memoria a corto plazo les permite a los perros recordar ciertos eventos que tendrán la capacidad de olvidar cuando pasen algunos segundos. Este es un inmejorable mecanismo de ahorro de energía y de operatividad innecesaria que se gastaría si se guardan por mucho tiempo datos no imprescindibles para la vida.
Según las más recientes investigaciones la memoria a corto plazo dura un máximo de dos minutos, aunque se dice que los perros son capaces de recordar sucesos que han ocurrido recientemente durante no más 70 segundos.
Un claro ejemplo puede ser cuando llegamos a casa y encontramos que nuestro perro masticó nuestras zapatillas. En esta circunstancia no tiene sentido retarlo ya que entenderá que lo estamos retando, por el tono, pero no recordará qué ha hecho y por ello la razón de ese reto. El tiempo del perro, como especie, es el presente, por lo que no piensan en el pasado y sólo percibirán el enojo.
La memoria a largo plazo de un perro
En ella el perro guarda recuerdos trascendentes de forma duradera. En este sentido es importante destacar principalmente, dentro de ella, a la memoria asociativa. Si eres cariñoso con tu perro y le prestas atención suficiente, entonces él recordará esa sensación cuando vuelva a olfatearte. Esta memoria está vinculada con sus sentidos, como el olfato y la vista.
Es muy interesante descubrir que los perros reconocen y recuerdan a través de los sentidos y su asociación variada en mayor medida que los seres humanos. La memoria de los perros es altamente sensorial. Los sentidos juegan un rol fundamental en el perro al momento de discernir a los seres humanos, de esa forma reconocen a una persona a través de su olfato y el único y particular olor percibido como así también por su vista, por medio de la imagen, aunque en mucho menor medida.
Un perro puede recordar a un olor para siempre.
Puede llegar a recordar el olor de alguien durante toda su vida si la asociación del olor de esa persona fue con un evento amistoso o por el contrario adverso. Esa asociación permanece almacenada en el cerebro del perro relacionada con cómo esa persona y por ende su olor identificatorio lo ha hecho sentir.
El perro puede recordar cualquier evento específico asociado con cualquier gesto, voz, movimiento u olor específicamente con las emociones. Esta es una razón muy importante para establecer un vínculo afectivo con los perros basado en el respeto y el amor para que a través de ello se puedan crear recuerdos duraderos.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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