Este lunes 20 de febrero es el Día Internacional del Gato, una jornada promovida para homenajear a Socks, el felino que acompañó al expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, durante su paso por la Casa Blanca. El felino falleció un día como hoy en el año 2009. Más allá de aquel triste e inevitable desenlace, la existencia de estos animales está rodeada de mitos. Uno de ellos, quizá el más famoso, es el que indica que tienen 7 vidas y por eso este homenaje con un número similar de curiosidades.
Leyendas más, leyendas menos, los gatos fueron domesticados hace más de 10.000 años, y hoy integran lugares especiales no solo en el hogar sino también -y sobre todo- en el corazón de los seres humanos. Actualmente, existe numerosa información sobre la conducta y la fisionomía de estos felinos, que nunca dejan de sorprender con su carácter y sus peculiaridades.
Siete curiosidades de los gatos para celebrar en su día
1-Expectativa de vida. A partir de los 7 u 8 años de edad se dice que un gato es adulto. En este momento de su existencia, el animal comienza a mostrar cambios en su fisiología, en sus reflejos y en su pelaje. Los gatos domésticos pueden llegar a vivir, en promedio, unos 15 años, aunque hay algunos que viven mucho más. En ese tono, la raza “azul ruso” es una de las que más expectativa de vida tiene, pudiendo pasar incluso la barrera de los 15 años.
El ambiente y las condiciones de vida pueden ser un aspecto determinante para que la esperanza de vida sea muy inferior a la longevidad marcada genéticamente. Por caso, un animal mal alimentado y sometido a una vida de riesgos físicos y sanitarios cargada de estrés tendrá una menor calidad de vida y salud.
No es lo mismo volverse viejo que hacerse viejo. Esto se ve particularmente en los gatos de la calle, un lugar en el que los riesgos físicos y sanitarios son mayores. Tanto en el gato como en el perro influyen, en cuanto a la esperanza de vida, la genética, o sea la raza, la estirpe o la familia, el ambiente y por supuesto el trato y la dedicación que le demos nosotros, los seres humanos, a nuestros afectos de cuatro patas para que estén mejor y más tiempo en este plano.
2-Por qué cazan animales y los llevan al hogar. El gato es una de las especies exóticas invasoras de mayor impacto, ya que siendo uno de los últimos animales domesticados, hace unos 10 mil años en Egipto y Medio Oriente, se ha convertido en una amenaza para la conservación de la fauna, porque nunca perdieron su instinto cazador.
Estos felinos pueden llegar a matar principalmente aves, serpientes y lagartijas, aunque también pueden cazar pequeños mamíferos. ¿Por qué los llevan a casa? No se trata de una ofrenda o de un premio para los seres humanos: es, simplemente, la decisión de trasladar una presa y tenerla cerca.
3- ¿Los gatos piden disculpas? Estos animales no tienen establecido si sus acciones son positivas o negativas. Más bien, actúan por instinto: no saben distinguir entre estos tópicos. Cuando tu gato rompe o tira algún objeto al piso, araña tu sillón o llega a comerse algo que no debe, no sabe diferenciar si fue algo bueno o malo, simplemente es una acción natural que quiso hacer. No obstante, aunque no sepa catalogar el valor de su acción, es capaz de entender que hay actitudes que no le gustan a su dueño.
Es que los gatos son capaces de diferenciar el estado de ánimo de sus propietarios a través de la interpretación de los gestos faciales, el lenguaje corporal o el tono de voz. Esto fue demostrado en un estudio científico realizado por expertos de la Universidad Paris Nanterre, titulado “Discriminación del habla dirigida al gato y al hombre en una población de gatos de compañía”, que fue publicado en la revista Animal Cognition en 2022
Según postularon en la investigación, los felinos no son capaces de sentir emociones complejas. No obstante, siempre buscarán estar en armonía con sus dueños, por lo que harán lo que sea para que su estado de ánimo sea positivo después de un momento de enojo.
Si tu gato percibe a través de tu cara o tono de voz que hay algunas acciones que te hacen feliz, él las realizará como un mensaje de “disculpa”. Así, darte besos, acostarse a un lado o dejarse acariciar son algunas de las señales que demuestran que tu mascota quiere estar bien contigo, aunque no tenga la capacidad de sentir culpa.
4- La nariz de cada gato es diferente. Como si fuera una huella dactilar, cada uno de estos animales tiene una nariz única en su tipo y en sus características. Esta parte del cuerpo de los gatos tiene 19 millones de terminaciones nerviosas, lo que lo pone en nivel de superioridad frente al ser humano, que solo tiene 5 millones.
En este sentido, los felinos tienen preferencias de olor muy marcadas, a partir de un olfato muchas veces más agudo que el nuestro. Para ellos, los aromas agradables son percibidos más temprano y a menor concentración, pero eso mismo ocurre con los olores desagradables, que provocan una reacción más marcada. Esto se produce a través de un olfato especial que intensifica los aromas.
Los gatos odian los olores cítricos a tal extremo que existen repelentes a base de ellos. Lo más probable es que se mantengan alejados de la zona donde abunden estas frutas o donde su aroma sea intenso. A su vez, el olor a banana también les resulta desagradable, y es evitado por los felinos al igual que aquellos que son picantes o exageradamente marcados.
5- Cada raza de gato tiene su personalidad. Cada ejemplar de estos animales tiene diferentes necesidades ambientales, en pos de gozar de una buena calidad de vida. En ese tono, Hannes Lohi, profesor de veterinaria y biociencias de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, planteó que los gatos tienen siete rasgos que “definen” su personalidad y comportamiento. Estos son: alegría, miedo, agresión hacia los humanos, sociabilidad hacia las personas y a los gatos, problemas con la caja de arena y aseo excesivo.
En su investigación, titulada “Confiabilidad y validez de siete rasgos de personalidad y comportamiento felino” y publicada en la revista científica Animals, el grupo de científicos encabezados por Lohi describió que la personalidad de estos animales está influenciada por la genética, el medio ambiente y sus interacciones.
6- El maullido. Los egipcios solían llamarlo “miu”, refiriéndose a una onomatopeya para darle nombre al animal. Poco se sabe que el maullido del gato solo se ejecuta para el ser humano. Es decir que estos felinos establecieron un lenguaje o una forma de hablar para comunicarse con nosotros.
Muchos tutores llegan a comprender casi en su totalidad a la variedad de maullidos que emite su gato con sólo escucharlo y sin necesidad de verlo. Se trata de la voz de alerta hacia el ser humano. Nunca jamás vamos a encontrar que un gato le maúlle a otro para pedirle algo, para requerir alguna cosa o, tal vez, para pelearse o amigarse.
Esto es sorprendente ya que normalmente, cuando un gato maúlla, obtenemos mejor información sobre qué pretende con esa voz ubicándonos en el contexto, sobre todo por la ubicación (delante de la puerta, cerca de una bandeja sanitaria con sus piedritas sucias, etcétera). A eso le podemos sumar la hora del día y el lenguaje corporal. Así las cosas, el maullido del gato es la manera de expresar necesidades o vínculos con el ser humano.
7- El origen. Los gatos tienen un origen común lejano con el perro y otros predadores. Este es el Dorma alocyon latouri, un mamífero que vivió hace unos 56 millones de años. En términos más cercanos y recientes, los gatos domésticos son la forma de una especie de felino silvestre africano, domesticado y venerado por su protección de las cosechas contra las alimañas por el pueblo del antiguo Egipto.
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