Todo lo que tenés que saber sobre fórceps y episiotomía

Son dos técnicas sobre las que pesan muchos prejuicios. ¿Cómo y cuándo se utilizan? ¿Son recomendables? Un especialista te saca todas las dudas.

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Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.
Foto: Archivo Atlántida / Para Ti Mamá.

Muchas opiniones y mitos rodean a estas dos técnicas utilizadas durante el parto. Hay quienes consideran que para algunos casos son necesarias, y están los que se oponen tajantemente a su práctica. Por eso consultamos al obstetra Ricardo Illia, para que nos aclare en qué consisten y si convienen o no.

El fórceps

"El fórceps es un instrumento diseñado para abreviar el período expulsivo durante el parto. Las razones pueden estar relacionadas al bebé o a la mamá (agotamiento, hipertensión arterial, cardiopatías)".

Las contradicciones de su uso, cuenta el asesor, se basan en que para utilizarlo, hay que tener el entrenamiento necesario ya que si bien no es una técnica demasiado difícil, sí hay que estar capacitado para hacerla.

Acerca de la frecuencia de uso, Illia sostiene que es cada vez menos utilizada, especialmente en aquellas instituciones que poseen otro dispositivo llamado Vacuum, una especie de sopapa que se aplica sobre la cabeza del bebé y permite la tracción para hacerlo descender. "De todos modos, si fuera necesario efectuar técnicas de rotación de su cabeza, es preferible el uso del fórceps", aclara el especialista.

La episiotomía

Respecto de la episiotomía, el médico cuenta que es un corte que se hace en el periné (piso de la pelvis), en el momento en que la vulva (órganos genitales externos) se encuentra distendida por la cabeza del bebé. Esta pequeña incisión permite básicamente ampliar y acortar el canal de parto para facilitar el nacimiento.

"Se utiliza cuando el obstetra considera que la distensión de la vulva es exagerada y podría producirse un desgarro perineal de dirección impredecible", explica el profesional, y aclara: "no es que tenga contras, como todo acto médico, si está bien indicada. Pero la posibilidad de no hacerla, permite una mejor recuperación de la mamá, ya que la presencia de una herida en esa zona, requiere de cuidados especiales al menos los primeros diez días posparto. Además en algunos casos puede llegar a provocar molestias".

Por último, el especialista comenta que estadísticamente, está establecido que a pesar de una política conservadora, es inevitable tener que hacer una episiotomía en al menos el 30% de los nacimientos. Su frecuencia disminuye con el número de partos que se haya tenido. Es decir, es mucho más frecuente en los primeros nacimientos que en los que le siguen.

Por Gloria Kaspar / Asesoró: Dr. Ricardo Illia, obstetra, Jefe del Servicio de Obstetricia del Hospital Alemán, M.N.: 53.104.

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