El embarazo es una auténtica revolución para el cuerpo. Son meses y meses de ver crecer y crecer la panza. Sí, muy emocionante… pero también nos preocupa saber cómo será el proceso de volver a nuestra condición anterior.
En ese sentido, el psicoterapeuta Máximo Ravenna, uno de los más importantes referentes en materia de nutrición, hace algunas advertencias al respecto: "Está perfecto que la reciente mamá quiera volver a su peso normal, habla de una buena decisión respecto de su salud. Pero en este caso en especial, el de una mujer en su posparto, también le diría que lo tome con calma".
"Es un momento especial de su vida, viene de muchos meses de cambios en su cuerpo, sí, pero sobre todo en su vida en general. Para el organismo, un embarazo implica un gran esfuerzo y luego del parto, si bien ya no carga con la panza, hay otra vida, la del bebé, que en gran medida depende de ella. Por lo tanto, es fundamental que se cuide y se resguarde, pero sin presiones, propias o ajenas. En ese sentido, la correcta alimentación va a ser un gran aliado para reponer las energías que su nueva situación le demande y, de paso, para recuperar su peso habitual".
En este caso en especial, el de una mujer en su posparto, también le diría que lo tome con calma.
Claves para volver a tu peso
El Dr. Máximo Ravenna sugiere:
1) Respetar las cuatro comidas diarias. Es la mejor manera de asegurarse de no estar picoteando ni "compensando" por accesos de hambre y ansiedad.
2) Controlar cantidades y porciones. Por ejemplo, no repetir el plato.
3) Consumir lácteos. Son básicos en cualquier plan alimentario, pero sobre todo en el de una madre reciente que amamanta. Por un lado, es fundamental el aporte de líquido, que es un 97% de agua. Por el otro, están los nutrientes que aportan, proteínas de alto valor biológico y minerales fundamentales, como el calcio. De todos modos, siempre hay que tener en cuenta el estado nutricional de la reciente mamá. Al respecto, el profesional remarca lo siguiente: "Pueden ser enteros o descremados, el aporte de grasa no es significativo y, por otra parte, se están reviendo algunos conceptos respecto a las grasas, no vale la pena detenerse en eso".
4) Ingerir bastante líquido. Sobre todo agua, para favorecer la producción de leche.
5) Evitar el café y el alcohol. Puede pasar alguna sustancia nociva de estas bebidas a la leche materna.
6) Elegir carnes magras. Pollo sin piel, pescados de agua frías y de mar y carnes rojas bien desgrasadas que son importantes por el aporte de hierro ya que muchas veces el embarazo cursa con anemia.
7) Comer huevo (se puede uno por día), quesos, frutas y verduras. Estas dos últimas son el mejor aporte de vitaminas, minerales y fibra con escaso aporte calórico. Las frutas enlatadas deberían ser una excepción, porque el almíbar supone un aporte extra de azúcar.
8) Sumar cereales y legumbres. Notables fuentes de energía y nutrición, aunque deben comerse con moderación, por su aporte calórico.
9) Evitar los alimentos procesados. Preferir siempre los productos frescos.
10) Moderar o eliminar el consumo de harinas refinadas. Privilegiar los productos integrales.
Por Florencia Romeo / Asesoró: Dr. Máximo Ravenna, psicoterapeuta, director médico del Centro Terapéutico Dr. Máximo Ravenna, M.N. 41.106.
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