Cletaterapia: menos diván, más bicicleta

No es sólo un eficaz actividad para nuestro cuerpo sino también una potente terapia psicológica. Se llama “cletaterapia” y se trata de pedalear para ser feliz

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Biciterapia la mejor manera para
Biciterapia la mejor manera para aliviar el estrés y entrenar

Andar en bicicleta tiene múltiples beneficios. A nivel físico, aumenta la capacidad pulmonar, mejora el ritmo cardíaco, elimina toxinas y promueve la secreción de endorfinas, adrenalina y cortisol, generando una sensación de bienestar físico. A nivel ecológico, es un medio de transporte sostenible que evita la emisión de humos y gases y disminuye el empleo de combustible. A nivel económico contribuye al ahorro porque moverse en bici ¡es gratis! Y, claro, también tiene beneficios a nivel psicológico, no sólo porque la secreción de endorfinas genera bienestar, sino porque según el principio de la cletaterapia la acción de pedalear ayuda a estar con la mente en el aquí y ahora, lo que permite estar concentrado en el tránsito al tiempo que se alivia el estrés y se disfruta del paisaje.

PEDALEO, LUEGO EXISTO. "Tenemos la costumbre de dividir al sujeto en cuerpo, mente y mundo externo. Este concepto es erróneo. Lo que nos pasa en el cuerpo modifica nuestra cabeza, y lo que pasa fuera de nosotros nos influye a nivel físico y mental. Andar en bicicleta evidencia esta unidad: los primeros minutos estás ansioso y pensando mucho; luego, tu cuerpo empieza a liberar toxinas y entrás en piloto automático gracias al ritmo, a la cadencia; sin embargo, tu mente está alerta, tomando decisiones en todo momento, manteniendo el equilibrio; al mismo tiempo podés disfrutar del paisaje, pero estás concentrado en el manejo. La acción prevalece al pensamiento y al sentimiento: el sujeto deja de pensar y sentir y simplemente actúa. Esa liberación de la mente, en esta sociedad de la perfección, es lo que necesitamos para evitar el estrés", explica el psicólogo especializado en deporte Diego Vargas (M. P. 2113). Parece que en lugar de recostarnos en el diván y hablar, conviene montarnos en la bici y pedalear.

Pedalear ayuda a que tu
Pedalear ayuda a que tu mente esté más creativa, más fresca y es entonces cuando el momento de ‘iluminación’ ocurre”
“Pedalear ayuda a que tu mente esté más creativa, más fresca y es entonces cuando el momento de ‘iluminación’ ocurre”.

BICI ZEN. "La vida es como andar en bicicleta: para mantener el equilibrio tenés que mantenerte en movimiento", esta frase de Albert Einstein resume la esencia de la "terapia de andar en bicicleta" o cletaterapia. "Así como muchas veces el cuerpo nos pasa factura por algo que la mente no puede destrabar, por ejemplo lesiones o enfermedades psicosomáticas, a través de una acción corporal podemos también ayudar a equilibrar la mente", asegura Vargas.

Para el especialista, pedalear tiene el efecto de una relajación o de las técnicas de visualización que muchas veces emplea con deportistas de alto rendimiento. "Pedalear permite que tu cabeza se vaya lejos, que te dejes llevar por la mente sin imponerle nada. Si uno intenta hacer cuentas mientras anda en bici o aferrarse a algún pensamiento, por ejemplo a la idea de que te vas a caer, te caés", aclara el psicólogo.

"Si alguna vez al subir a la bici y empezar a pedalear tuviste la sensación de que tus actos ocurrían independientemente de tu voluntad y de que cuanto venías pensando se ponía en pausa, no necesito explicarte a qué me refiero. El zen lo llama presencia plena", redacta en su libro Bici Zen.

Ciclismo urbano como camino, Juan Carlos Kreimer, periodista especializado en rock, bici fan y "bici zen". Pedaleando se borra la preocupación de la tarea que va a llegar, la mente se vuelve más creativa, tal como afirma Vargas: "Muchas veces creemos que cuanto más preocupados estemos por un asunto, mejor lo vamos a resolver, cuando en realidad sucede exactamente al revés. ¿Nunca te pasó de estar en medio de la ducha o a punto de sentarte a comer y se te ocurre la solución al problema? Bueno, pedalear ayuda a que tu mente esté más creativa, más fresca y es entonces cuando el momento de 'iluminación' ocurre".

DEJARSE LLEVAR. "Somos este momento. Este momento es todo lo que tenemos. Por inasible que nos parezca", asevera Kreimer. Y aquí vale la aclaración: la bici fija no sirve. Así como para un runner correr sobre la cinta encerrado en un gimnasio no tiene el mismo resultado que correr al aire libre, para obtener los beneficios mentales de pedalear es necesario salir a la calle, a un parque o a una pista de ciclismo. Además, en la bici fija no hay que mantener el equilibrio por lo que, aunque a nivel químico tu cuerpo libere toxinas y genere endorfinas, tu mente nunca alcanzará el estado zen. Lo que es indistinto es si la bici la usás para pasear, para trasladarte o para hacer deporte.

Para Daniela Donadío, directora y organizadora de Expo Bici & Run (11 y 12 de noviembre en La Rural) lo importante es pedalear. "Subirte a la bici y andar siempre es mejor que encerrarte en un gimnasio, no importa si vas rápido o lento. El cuerpo y el humor te van a cambiar", asevera Donadío, quien fue siete veces campeona de ciclismo en Argentina y que desde sexto grado, cuando pedaleaba para ir al colegio, se traslada en bici por la vida. Tampoco importa mucho el tiempo que le dediquemos a pedalear, si son 15 minutos por día o 3 horas una vez a la semana. "El tiempo se relaciona con el estilo de vida y con la personalidad de cada sujeto, no hay fórmulas que funcionen para todos por igual. Lo importante es olvidarse del pensamiento y dejarse llevar por la bici", concluye Vargas.

UN RECURSO CONTRA EL PARKINSON. Está comprobado que pedalear también ayuda a combatir el deterioro físico asociado al mal de Parkinson. Un estudio publicado por el doctor Bastiaan Bloem en el New England Journal Of Medicine, asegura que la acción de pedalear genera una presión rítmica que ayuda al paciente de esta enfermedad a superar las dificultades para realizar movimientos. Al parecer, el trastorno neurológico que provoca el Parkinson mata algunas de las células del cerebro que controlan el movimiento, pero esto sólo afecta a ciertas partes. Manos y pies sufren de contracciones incontrolables, pero pedalear es un movimiento controlado desde un lugar diferente del cerebro, por eso los pacientes que sufren esta enfermedad no tienen dificultades para mantener el equilibrio en la bici.

textos MARIELA RAFFAELLI fotos ARCHIVO ATLÁNTIDA

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