De qué se tratan las "melting fórmulas", la nueva obsesión en el cuidado de la piel

Los cosméticos adoptan una nueva textura que mejora la penetración de sus ingredientes y promete mayor eficacia. Mascarillas, limpiadores e hidratantes salen de sus envases con una textura que cambia por completo durante su uso. Qué opinan los expertos

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Las “fórmulas que se funden” se transforman y cambian su textura durante el uso
Las “fórmulas que se funden” se transforman y cambian su textura durante el uso

¿Por qué las melting fórmulas (fórmulas que se funden) son la última obsesión del cuidado de la piel? Tal y como viene sucediendo en los últimos tiempos, la tendencia llega desde Asia (Corea y Japón, específicamente) donde la industria no para de innovar.

Las "fórmulas que se funden" se transforman y cambian su textura durante el uso: pasan de ser sólidas a líquidas, de gel a aceite o de agua a leche. Prometen una piel más saludable, hidratada, pareja y se formulan para hacerle frente a todo tipo de problemas: acné, arrugas finas, manchas o falta de hidratación.

Pero ¿funcionan realmente así? Consultamos con la experta en piel, Dra. Patricia Dermer, licenciada en Química, doctora en Análisis Biológicos y directora de Lidherma, quien reconoció el carácter novedoso de estos productos: "El cambio de estado físico de un producto es, ciertamente, una novedad para el consumidor que ve en ese cambio una acción desconocida". En el mercado internacional ya se encuentran a la venta cosméticos de diferentes marcas que siguen este principio.

LIMPIEZA ACTIVA. Hay varias fórmulas de limpiadores, desde bálsamos sólidos a lociones (como el de la marca Sanoflore Aciana Botanica, su precio ronda los 17 euros) que pasa de ser un gel que luego se derrite hasta volverse aceitoso, se emulsiona en forma acuosa y luego se convierte en leche.

"Son fórmulas diseñadas para un estilo de vida moderno: simples, efectivas y, al mismo tiempo, fácilmente adaptables a la vida actual", dice por su parte María Lam respecto del nuevo lanzamiento de la marca Wildsmith Skin, un bálsamo limpiador de reparación activo, creado con el aceite de ocho plantas distintas, que se derrite al contacto con la piel con el fin de absorber las impurezas (desde 95 euros).

¿Cómo se usan y qué podemos esperar de estos novedosos productos? "Se usa bastante el concepto melting' para los SPA de belleza, donde un producto en estado sólido se torna aceitoso con la temperatura corporal", detalla la Dra. Dermer, y agrega: "En realidad, el cambio de textura no significa una mejor penetración, sino que se debe a la formulación en sí misma, o sea: a los principios activos elegidos, a los emolientes y al tipo de producto en el cual se convierte.  Se exageran los beneficios –eso siempre pasa por el marketing–; no son mejores productos, simplemente son más vistosos, más sorprendentes y eso tiene un valor".

RESULTADOS INTENSIVOS. La variedad a la hora de hablar de máscaras es amplia: hay exfoliantes efervescentes, con fórmulas semisólidas, con microgránulos exfoliantes y mascarillas inspiradas en las sheet masks coreanas (las que vienen ensobradas con una tela embebida en una solución).

Las primeras se disuelven y hacen espuma al contacto con el agua y barren las células muertas. Al tener ingredientes exfoliantes e hidratantes prometen dejar la piel muy suave, sin generar tirantez, como Silky Purifying Skin Peeling Powder de Sensai (ronda los 50 dólares). Por otro lado, están las máscaras semisólidas como la de Bioré, que toman temperatura en el momento de su aplicación.

Por su parte, Advanced Génifique Hydrogel Melting Mask, de Lancôme (máscara para una sola aplicación, se consigue en Argentina y ronda los 500 pesos), promete hidratación, una mejora notable de la apariencia de arrugas superficiales ya que la tecnología de su hidrogel cuenta con un potente concentrado de extracto de bifidus (el mismo de su famoso sérum).

HIDRATAR & NUTRIR. Mientras los limpiadores aumentan sus componentes oleosos y reducen los acuosos para producir el efecto de "fundido", los productos hidratantes: cuando se quitan los ingredientes grasos (que brindan esponjosidad a una crema, por ejemplo) lo que queda es un grupo de fórmulas semisólidas de textura gelatinosa que se derriten al entrar en contacto con la piel (se vuelven agua).

Esta condición, afirman, las hace muy beneficiosas para la piel, dado que se absorben más rápido, se sienten más livianas y nunca dejan rastros de grasitud: el agua como vehículo ofrece resultados muy diferentes de los que puede ofrecer una crema. Cumplen con estos requisitos las hidratantes de la línea Aqualia Thermal de Vichy y Aqua Réotier de L'Occitane, que se encuentran a la venta en nuestro país.

En definitiva, será cuestión de ir probando y sacar nuestras propias conclusiones, aunque siempre es bueno saber qué estamos comprando y lo que debemos o no esperar. La clave será mantener un nivel de expectativas razonable: "Podemos decir que hay una cosmética 'de efecto' que se ve en productos de bajo precio y viene de Asia. En las grandes marcas que apuestan por los resultados se buscan evidencias científicas y no efectistas solamente", afirma la Dra. Dermer.

Textos M. Florencia Bocalandro. Fotos: Latinstock

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