¿Qué es el símbolo del Palio que recibió García Cuerva?

El Papa Francisco le entregó al arzobispo electo de Buenos Aires un ornamento litúrgico cuya historia se remonta al siglo IX

El papa Francisco junto al obispo Jorge García Cuerva

El arzobispo electo de Buenos Aires, monseñor Jorge Ignacio García Cuerva, se encuentra en Roma, donde participó de la misa en la Basílica de San Pedro celebrando la solemnidad de los santos Pedro y Pablo Apóstoles y recibió del Papa Francisco el palio arzobispal para su nueva misión apostólica en la Iglesia porteña. También lo recibieron otros 28 arzobispos metropolitanos designados en el último año.

El Palio es el ornamento litúrgico de honor y de jurisdicción, símbolo de la oveja perdida y del Buen Pastor que da la vida por su rebaño, constituido en su forma actual por una faja de lana blanca ancha 4-6 centímetros adornada por 6 cruces y dos orlas de seda negra cuyas extremidades se apoyan sobre el pecho y sobre los hombros.

La bendición de la lana el día de Santa Inés

Los Palios son confeccionados con la lana de dos corderos blancos criados por las religiosas del convento romano de San Lorenzo, que luego es ofrecida al Papa por los religiosos de la Orden de los Canónigos Regulares Lateranenses, que sirven en la Basílica de Santa Inés Extramuros, en cuya cripta están custodiadas las reliquias de la Santa y precisamente los corderos acompañan a menudo en la iconografía tradicional la figura de la Santa romana. Los corderos son bendecidos en la Basílica de Santa Inés el 21 de enero, día en el cual se conmemora la muerte cruenta de la mártir romana, sucedida alrededor del 350 en el Circus Agonalis, actual Plaza Navona, la Plaza mas bella de Roma, en la imponente Iglesia de la Santa, diseñada por el Arquitecto Borromini, lugar donde hoy surge la cripta dedicada a ella, y donde fue expuesta y luego atravesada por una espada, como se mataban los corderos. El Papa Francisco bendijo los corderos, tradicional símbolo de la Santa, cuya lana servirá para confeccionar el Palio en la casa Santa Marta. Las religiosas de Santa Cecilia en el barrio romano de Trastevere tejen los Palios con la lana de los corderos apenas esquilados.

El Papa bendice los nuevos Palios en las Primeras Vísperas de los Santos Pedro y Pablo

Cada año, en las Primeras Vísperas de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo del 29 de junio, el Papa bendice los nuevos Sagrados Palios que son custodiados, hasta el año siguiente, en una caja de plata dorada, donada por Benedicto XIV en 1680, conservada en el llamado “nicho de los palios” en la Tumba de San Pedro, debajo del Altar de la Confesión y de la imponente cúpula de Miguel Ángel, de donde se toman para ser impuestos a los Obispos metropolitanos.

La historia de los Palios

En un primer momento, el Palio fue un ornamento exclusivo del Sumo Pontífice pero, a partir del siglo VI, el Papa lo concedió también a aquellos obispos que hubieran recibido una especial jurisdicción de la Sede Apostólica. En efecto, el Papa Símaco lo concedió en el 513 a Cesario, obispo de Arles. Según una costumbre que remonta a la mitad del siglo IX, los metropolitanos deben pedir el Palio al Papa.

Los metropolitanos son obispos que presiden una provincia eclesiástica y desarrollan funciones de vigilancia y de suplencia sobre los demás obispos de la provincia, llamados “sufragáneos”, del sufragio o voto al cual ellos tienen derecho en el Concilio provincial. Los metropolitanos deben pedir el palio personalmente o a través del procurador, dentro de los primeros tres meses de su consagración episcopal, o bien, si ha ya sido consagrado, en los sucesivos tres meses desde el nombramiento.

El Sagrado Palio en las antiguas representaciones

Ya las más antiguas representaciones del Sagrado Palio en el famoso marfil de Tréveris, en una procesión con reliquias de la mitad del siglo V, y más claramente en la figura del obispo Maximiano en el mosaico de San Vitale de Ravena de la primera mitad del siglo VI, lo muestran en forma de bufanda entorno a los hombros, las dos partes pendientes del hombro izquierdo. García Cuerva, hasta ahora obispo de Río Gallegos y designado el 26 de mayo pasado como sucesor del cardenal Mario Aurelio Poli, viajó al Vaticano para participar de esta ceremonia y recibir esta estola de lana de cordero blanca –símbolo del pastor que debe cuidar a las ovejas–, que ya no es impuesta por el Papa, sino que lo hará, en su nombre, su representante pontificio en cada sede metropolitana.”Quiero enviarles un gran saludo desde esta Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano”, expresó el prelado en un mensaje a la comunidad arquidiocesana porteña.”En la misa de hoy el Santo Padre Francisco me hizo entrega del palio arzobispal, que me va a ser impuesto por el nuncio apostólico en la misa del 15 de julio allí, en la catedral de Buenos Aires”, relató. A su vez, explicó que “el palio representa, por un lado, la comunión con el sucesor de Pedro, pero también es el signo del pastor que es pastor de todos”. En ese sentido, indicó: “Yo quiero ser el pastor de todos, especialmente de aquellas ovejas más heridas, de aquellas ovejas que más sufren, especialmente de aquellos que se sienten excluidos, marginados y aquellos que sufren la cruz del dolor de la enfermedad”. ”Por eso, como pastor de la arquidiócesis, desde aquí de esta basílica les envío mi bendición. Les pido que especialmente recen por mí para que pueda, como los apóstoles Pedro y Pablo, ser un discípulo en el seguimiento de Jesús, un apóstol en el anuncio del Evangelio, pero siempre pensando en ser pastor de todos, especialmente de aquellos que más necesitan”, concluyó. García Cuerva –que podría ser designado cardenal en los próximos consistorios–, asumirá el 15 de julio a las 14 en la catedral de Buenos Aires.

Audiencias Papales suspendidas

Como es habitual durante el verano, desde el 1 de julio y hasta finales de mes se suspenderán todas las audiencias del Papa Francisco: las generales de los miércoles, así como las particulares y las especiales. Así lo ha anunciado la Prefectura de la Casa Pontificia, a través de una nota difundida por la Oficina de Prensa vaticana, en la que se informa que todas las audiencias se reanudarán en agosto, con la primera audiencia general del miércoles 9 de agosto.

La audiencia general que se celebró el miércoles 28 de junio, en la Plaza de San Pedro, fué por tanto la última antes de la pausa de verano.

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