La rosácea es una afección común de la piel que causa rubor o enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara, de acuerdo con Mayo Clinic. Además, puede producir pequeños bultos llenos de pus. Estos signos y síntomas pueden aparecer durante semanas o meses y luego desaparecer por un tiempo. Puede confundirse con el acné, otros problemas de la piel o la rubicundez natural. Es más común en mujeres de mediana edad que tienen la piel clara, no existe cura, pero el tratamiento puede controlar y reducir los signos y síntomas.
Los signos y síntomas de la rosácea incluyen rubor o enrojecimiento facial persistente en la parte central de la cara. Este signo de la afección puede ser difícil de ver en las pieles morenas y negras.
También puede provocar venas visibles, ya que los pequeños vasos sanguíneos de la nariz y las mejillas se rompen y se hacen visibles (arañas vasculares). Muchas personas con rosácea también desarrollan granos en la cara que se parecen al acné. Estas protuberancias a veces contienen pus.
Otros de los síntomas son sensación de ardor, ojos y párpados irritados, además de leve hinchazón de la nariz.
Si presentas síntomas persistentes en la cara o los ojos, consulta al médico o a un especialista de la piel (dermatólogo) para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
“Cualquier persona puede desarrollar rosácea. Pero es más probable que la tengas si: eres mujer, tienes una piel que se quema fácilmente con el sol, tienes más de 30 años Fumas y antecedentes familiares de la enfermedad”, advierte Mayo Clinic.
Diagnóstico y tratamiento
No se utiliza ninguna prueba específica para diagnosticar la rosácea. En cambio, tu médico se basa en la información de los antecedentes de tus síntomas y en un examen de tu piel. Es posible que te hagan pruebas para descartar otras afecciones, como psoriasis o lupus. Los estudios demuestran que, en el caso de las personas de color, es probable que la rosácea no se diagnostique o se diagnostique erróneamente como una reacción alérgica o dermatitis seborreica. Si los síntomas afectan los ojos, tu médico puede remitirte a un especialista ocular (oftalmólogo) para que te evalúe.
El tratamiento de la rosácea se centra en controlar los signos y síntomas. En la mayoría de los casos, esto requiere una combinación de un buen cuidado de la piel y medicamentos recetados. La duración del tratamiento depende del tipo y gravedad de los signos y síntomas, ya que la reaparición es frecuente.
El tipo de medicamento que tu médico te receta depende de los signos y síntomas que estés teniendo, por ejemplo, es posible que necesites probar diferentes opciones o una combinación de fármacos para encontrar un tratamiento que funcione que pueden ir desde tópicos para reducir el rubor, orales para comatir el acne o antibióticos en el caso de las protuberancias.
Terapia con láser
La terapia con láser es una opción que se utiliza para hacer menos visible el agrandamiento de los vasos sanguíneos. Dado que el láser se dirige a las venas visibles, es más eficaz en la piel que no está bronceada, o que no es morena ni de color. Mayo Clinic recomienda hablar con el médico acerca de los riesgos y beneficios de esta opción.
Los efectos secundarios de la terapia con láser para la rosácea incluyen hinchazón y hematomas que pueden durar varios días. Durante el período de recuperación, será necesario aplicar hielo y un cuidado suave de la piel. En las pieles morenas o de color puede provocar una decoloración duradera o permanente en la parte tratada. Es posible que el efecto completo del tratamiento no se note durante semanas y que se necesiten tratamientos periódicamente para mantener la apariencia mejorada de la piel.