Más allá del dulzor: los beneficios y usos medicinales de la miel

Las plantas medicinales y los suplementos han sido reconocidos por sus propiedades terapéuticas desde tiempos inmemoriales, aprovechar puede significar una vida sana y equilibrada, siempre y cuando sea bajo el asesoramiento de un médico.

En esta ocasión nos enfocaremos en miel, cuáles son sus beneficios, su nivel de seguridad y eficacia, contraindicaciones, así como su reacción al interactuar con medicamentos, alimentos y otras hierbas curativas o suplementos.

La miel es un líquido espeso y dulce producido por las abejas a partir de néctares de plantas. Se usa comúnmente como edulcorante en los alimentos, pero debe evitarse en los bebés.

Algunos químicos en la miel pueden matar ciertas bacterias y hongos. Cuando se aplica sobre la piel, la miel puede servir como una barrera contra la humedad y evitar que la piel se adhiera a los apósitos para heridas.

También podría proporcionar nutrientes y productos químicos que aceleran la cicatrización de heridas. Pero la miel puede contaminarse con gérmenes durante la producción.

Aunque es poco común, algunos bebés han contraído botulismo por tomar miel por vía oral.

Las personas comúnmente usan miel para quemaduras, cicatrización de heridas, hinchazón y llagas dentro de la boca y tos. También se usa para muchas otras condiciones, pero no existe una buena evidencia científica que respalde la mayoría de estos otros usos.

No confunda la miel con el polen de abeja, el veneno de abeja o la jalea real, que son otros tipos de productos apícolas.

La aplicación de preparados de miel directamente sobre las quemaduras parece mejorar la cicatrización.

Tomar una pequeña cantidad de miel por vía oral a la hora de acostarse parece reducir los ataques de tos en los niños de 2 años en adelante. La miel parece ser al menos tan eficaz como el medicamento para la tos dextrometorfano. Pero no está claro si la miel reduce la tos en los adultos.

La aplicación de apósitos que contienen miel a las úlceras del pie diabético parece reducir el tiempo de curación y evitar la necesidad de antibióticos.

Usar gotas oftálmicas de miel específicas o gel para los ojos en los ojos ayuda a que los ojos secos se sientan mejor. Estos productos se pueden usar junto con el tratamiento habitual para el ojo seco, como gotas lubricantes y paños tibios en los ojos.

La aplicación de miel en el herpes labial parece mejorar el tiempo de curación.

Enjuagarse la boca y luego tragar la miel lentamente ayuda a que estas llagas y úlceras sanen más rápido en los niños que están tomando un medicamento llamado aciclovir.

Enjuagar la boca y luego tragar miel lentamente antes y después de las sesiones de quimioterapia o radioterapia parece reducir el riesgo de desarrollar llagas en la boca.

La aplicación de un producto de miel tópico sobre la piel podría mejorar los síntomas de la rosácea.

La aplicación de preparados de miel directamente sobre las heridas o el uso de apósitos que contienen miel parece mejorar la cicatrización. La miel parece reducir los olores y el pus, ayudar a limpiar la herida, reducir la infección, reducir el dolor y disminuir el tiempo de curación.

Aplicar miel en la cara no ayuda a tratar el acné. Tampoco parece reducir los niveles de lípidos en personas con colesterol alto.

Usar miel en un aerosol nasal no ayuda a mejorar los síntomas en personas que tienen infecciones frecuentes de los senos nasales.

Existe interés en usar la miel para otros propósitos, pero no hay suficiente información confiable para decir si podría ser útil.

Es probable que la miel sea segura para la mayoría de los adultos. Pero cuando la miel se produce a partir del néctar de rododendros, es probable que no sea segura. Este tipo de miel contiene una toxina que puede causar problemas cardíacos, presión arterial baja y dolor de pecho.

No hay suficiente información confiable para saber si es seguro usar miel en cantidades medicinales durante el embarazo o la lactancia. Manténgase en el lado seguro y limítese a las cantidades que se encuentran en los alimentos.

Es posible que la miel no sea segura cuando los niños menores de 12 meses la ingieren por vía oral. No use miel en bebés menores de 12 meses. La intoxicación por botulismo es un riesgo a esta edad. Pero esto no es un peligro para los niños mayores o los adultos.

El uso de grandes cantidades de miel puede aumentar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2. La miel contiene azúcar y debe usarse con moderación.

Evite la miel si es alérgico al polen. La miel, que está hecha de polen, puede causar reacciones alérgicas.

Fenitoina (Dilantin): La miel puede aumentar la cantidad de fenitoína que absorbe el cuerpo. La ingesta de miel junto con fenitoína podría aumentar los efectos y los efectos secundarios de la fenitoína.

Medicamentos que retardan la coagulación de la sangre: La miel puede retardar la coagulación de la sangre. La ingesta de miel junto con medicamentos que también retardan la coagulación sanguínea podría aumentar el riesgo de hematomas y sangrado. Menores Preste atención a esta combinación

Medicamentos modificados por el hígado: Algunos medicamentos son modificados y degradados por el hígado. La miel puede cambiar la rapidez con que el hígado descompone estos medicamentos. Esto podría cambiar los efectos y los efectos secundarios de estos medicamentos.

Hierbas y suplementos que pueden retardar la coagulación sanguínea: La miel puede retardar la coagulación de la sangre y aumentar el riesgo de hemorragia. Tomarlo con otros suplementos con efectos similares podría aumentar el riesgo de hemorragia en algunas personas. Ejemplos de suplementos con este efecto incluyen ajo, jengibre, ginkgo, natokinasa y Panax ginseng.

Con información de Medline Plus