Presentar infecciones vaginales es muy común, tres de cada cuatro mujeres las padecen y en la gran mayoría de los casos no tiene que ver con alguna enfermedad de trasmisión sexual. Una infección vaginal regularmente sucede cuando hay un desequilibro en la presencia de hongos y bacterias que ésta presenta de forma natural.
Existen varios tratamientos para combatir este padecimiento, desde medicamentos y hasta cremas o ungüentos, sin embargo, también hay una planta medicinal que ayuda con las infección vaginales de manera natural.
Se trata de la malva, cuyo nombre científico es Malva sylvestris, una planta rastrera o ascendente de 30 a 80 centímetros de altura, con hojas redondas, flores de pétalos lilas o blancos y frutos pequeños en forma de queso.
La malva es considerada una de las plantas medicinales más populares, su uso curativo está bastante más extendido y diversificado incluso más que el alimentario. Entre las propiedades medicinales que se le atribuyen se encuentra el alivio de infecciones vaginales.
La planta se utiliza en infusión o decocción para lavados en zonas genitales femeninas y específicamente en casos de inflamación de ovarios e infección vaginal, de acuerdo con el documento “Inventario español de los conocimientos tradicionales relativos a la biodiversidad” del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España.
También se hace referencia de sus beneficios para atender infecciones vaginales en el documento “Medicina experimentada. Plantas sanadoras en las comunidades de México”, publicado por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México.
“Es útil para tratar la vaginitis”, se lee también en el documento “Herbolaria oaxaqueña para la salud” publicado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del México.
Otros usos medicinales de la malva
La malva como planta medicinal ayuda a combatir varios padecimientos más allá de los relacionados con infecciones vaginales, como el sistema circulatorio, digestivo, respiratorio, muscular y hasta nervioso.
En muchas zonas se usa como antihemorroidal, aplicándose mediante vapores que se desprenden del cocimiento de la planta. También para bajar la presión sanguínea, ya que su consumo en infusión ayuda a mejorar la circulación de la sangre.
En el caso de problemas digestivos, la malva se usa como antiinflamatorio y antiespasmódico intestinal, para el dolor de estómago, de vientre y para tratar úlceras gástricas. Incluso se emplea como laxante o purgante y hasta antidiarreico. Para cualquiera de esos casos se consume en infusión.
En un uso más odontológico, se usa para la inflamación de la boca y el dolor de muelas, así como para encías inflamadas o sangrantes. Para estos casos se aplica frotándola en las encías o como haciendo enjuagues bucales.
Las flores, hojas o la parte aérea entera de la malva se utilizan como remedio para los resfriados, catarros, gripes, bronquitis, pulmonía, tos, amigdalitis, laringitis, faringitis y afecciones similares que cursan con dolor de garganta. Ante estos padecimientos se recomienda su uso en infusión, decocción e inhalación.
Para curar contusiones o esguinces, la planta medicinal se aplica generalmente por vía externa, en forma de baños con el cocimiento de la planta o de cataplasmas o formas similares.
Se utiliza en casos de abscesos, callos, dermatitis atópica, forúnculos, golondrinos, granos, sabañones e irritaciones varias de la piel, ya sea aplicando directamente luego de ser cocidas o asadas, puestas en un paño impregnado con la planta en decocción, así como trituradas y mezcladas con productos como manteca o aceite.
La malva en la cocina
El uso de la malva en la cocina no es raro y está relativamente extendido, aunque no destaca por sus cualidades medicinales, ni por ser una de las hierbas silvestres mejor reputada.
Regularmente lo que se come de la malva son sus hojas, éstas se consumen solas o en ensaladas, regularmente acompaña guisados y salsas.
En una forma menos común, también se consumen los pétalos de la malva, ya sea en crudo o en ensaladas. Hablando se sus pétalos, tanto la flor como el fruto son utilizados en licores caseros, incluso se llegan a preparar infusiones refrescantes.
Los frutos de la malva también se llega a consumir como golosina, ya sea ligeramente inmaduros o bien maduros.