Herpes zóster, la dolorosa infección que no tiene cura y puede atacar a cualquiera que haya tenido varicela

Aunque no poner en riesgo la vida de quien lo padece, esta infección es muy dolorosa y puede causar complicaciones, además, no tiene cura

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si bien se trata de
si bien se trata de una infección que no pone en riesgo la vida, si llega a ser muy doloros (Friso Gentsch/dpa)

El herpes zóster es una infección viral que causa erupciones dolorosas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, según explica la organización sin fines de lucro y especializada en salud, Mayo Clinic. Por lo general, parece una sola franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso.

La causa del esta enfermedad es el virus varicela-zóster, el mismo que provoca la varicela. Después de contraer varicela, el virus permanece en el cuerpo de por vida. Años más tarde, puede reactivarse como herpes zóster.

El herpes zóster no pone en riesgo la vida. Sin embargo, puede ser muy doloroso. Las vacunas ayudan a reducir el riesgo de desarrollar esta infección viral.

El tratamiento temprano puede acortar una infección por herpes zóster y disminuir la posibilidad de complicaciones. La más común es la neuralgia posherpética, una afección dolorosa que hace que el herpes zóster duela durante mucho tiempo después de que las ampollas desaparecieron.

Síntomas

Así se ve el herpes
Así se ve el herpes zóster (Mayo Clinic)

Los síntomas del herpes zóster suelen afectar solo una pequeña sección de un lado del cuerpo. Entre estos síntomas, se pueden incluir:

  • Dolor, ardor u hormigueo
  • Sensibilidad al tacto
  • Sarpullido rojo que aparece unos días después del dolor, ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras
  • Picazón

Algunas personas que padecen esta infección viral también presentan:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Sensibilidad a la luz
  • Fatiga

El dolor suele ser el primer síntoma del herpes zóster. Para algunas personas, puede ser intenso. Según la ubicación del área adolorida, a veces puede confundirse con problemas del corazón, los pulmones o los riñones. Algunas personas con herpes zóster sienten dolor sin llegar a tener sarpullido.

Lo más habitual es que se manifieste como una franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso. En ocasiones, esta erupción se produce alrededor de un ojo o en uno de los lados del cuello o la cara.

Causas

Cualquiera que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. Después de recuperarte de la varicela, el virus ingresa en el sistema nervioso y permanece inactivo durante años.

A veces, el virus se reactiva y se traslada por las vías nerviosas hasta la piel, lo que produce herpes zóster. Sin embargo, no todas las personas que han tenido varicela desarrollarán herpes zóster.

La razón del desarrollo del herpes zóster no está clara. Puede deberse a una menor inmunidad a las infecciones a medida que se envejece. Esta infección viral es más común en adultos mayores y en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

¿Es contagioso?

La edad es un factor
La edad es un factor de riesgo que aumenta la posibilidad de tener herpes zóster, sobre todo cuando se tienen más de 50 años (Shutterstock)

Una persona con herpes zóster puede trasmitirle el virus de la varicela-zóster a cualquier persona que no sea inmune a la varicela.

Por lo general, el contagio se produce por el contacto directo con las llagas abiertas del sarpullido que causa el herpes zóster. No obstante, una vez infectada, la persona tendrá varicela en lugar de herpes zóster.

Evita el contacto físico con cualquier persona que aún no haya tenido varicela o que no se haya vacunado contra esta enfermedad. Esto incluye a personas con el sistema inmunitario debilitado, mujeres embarazadas y recién nacidos.

Factores de riesgo

Cualquiera que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. Entre los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar herpes zóster se incluyen los siguientes:

Edad: el riesgo de tener herpes zóster aumenta con la edad. El herpes zóster, por lo general, se produce en personas mayores de 50 años. Y las personas mayores de 60 años son más propensas a sufrir complicaciones más graves.

Algunas enfermedades: las enfermedades que debilitan tu sistema inmunitario, como el VIH o SIDA y el cáncer, pueden aumentar tu riesgo de desarrollar herpes zóster.

Tratamientos oncológicos: la radiación o la quimioterapia pueden reducir tu resistencia a las enfermedades y desencadenar el herpes zóster.

Algunos medicamentos: los medicamentos que previenen el rechazo de órganos trasplantados pueden aumentar el riesgo de tener herpes zóster. El uso a largo plazo de esteroides, como la prednisona, también puede aumentar el riesgo de tener herpes zóster.

Complicaciones

Si se tiene contacto con
Si se tiene contacto con alguien que tiene herpes zóster, lo más probable es que contagie de varicela (SMG Center)

Entre las complicaciones del herpes zóster se incluyen las siguientes:

Neuralgia posherpética: para algunas personas, el dolor por el herpes zóster continúa por mucho tiempo después de que desaparezcan las ampollas. Esta afección se denomina “neuralgia posherpética”. Ocurre cuando las fibras de nervios dañados envían mensajes confusos y exagerados de dolor desde la piel hacia el cerebro.

Pérdida de la visión: el herpes zóster en el ojo o a su alrededor (herpes zóster ocular) puede causar infecciones dolorosas en el ojo que pueden generar pérdida de la visión.

Problemas neurológicos: el herpes zóster puede causar inflamación del cerebro (encefalitis), parálisis facial o problemas de audición o del equilibrio.

Infecciones en la piel. Si las ampollas del herpes zóster no se tratan adecuadamente, pueden desarrollarse infecciones bacterianas en la piel.

Tratamiento

No hay cura para el herpes zóster. Si se lo trata sin demora con antivirales bajo receta médica se puede acelerar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones. Estos medicamentos comprenden el aciclovir, famciclovir y valaciclovir.

El herpes zóster puede causar un dolor intenso, por lo que el medico puede recetar un parche de capsaicina tópica; anticonvulsivos, como la gabapentina; antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina; anestésicos, como la lidocaína, en crema, gel, espray o parche para la piel; o una inyección que podría ser de corticoides o de anestésico local.

Es importante hablar con el médico sobre los beneficios y los posibles efectos secundarios de los medicamentos.

El herpes zóster generalmente dura entre dos y seis semanas. La mayoría de las personas contraen herpes zóster solo una vez, pero es posible contraerlo dos veces o más.

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