Qué son los pólipos en el colon, cuáles son los síntomas y cómo se curan

En la mayoría de los casos el malestar es inofensivo, pero con el paso del tiempo algunos se pueden transformar en cáncer de colon

Se trata de un padecimiento que no arroja síntomas, por lo que si detección depende de revisiones constantes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un pólipo en el colon es una pequeña acumulación de células que se forma en el revestimiento del colon, según explica la organización sin fines de lucro y especializada en salud, Mayo Clinic.

La mayoría de estos pólipos son inofensivos. Sin embargo, con el paso del tiempo algunos se pueden transformar en cáncer de colon, que suele ser mortal si no se encuentra a tiempo.

Este padecimiento no suele causar síntomas, por eso es importante hacerse exámenes de detección regulares, como la colonoscopía.

Síntomas

Debido a que la mayoría de las personas con este tipo de pólipos no presentan ningún síntoma, es posible que no sepas que tienes uno hasta que tu médico lo encuentre durante un examen de colon.

Sin embargo, algunas personas experimentan lo siguiente:

Sangrado rectal: Esto puede ser un signo de pólipos o cáncer de colon u otras afecciones, como hemorroides o rasgaduras pequeñas en el ano.

Cambio de color de las heces: La sangre se puede ver como líneas rojas en las heces o puede hacer que las heces se vean negras. Un cambio de color también puede ser causado por alimentos, medicamentos y suplementos alimenticios.

Cambios en los hábitos intestinales: El estreñimiento o la diarrea que dura más de una semana puede indicar la presencia de un pólipo grande en el colon o cáncer. Sin embargo, otras diferentes afecciones también pueden causar cambios en los hábitos intestinales.

Dolor: Un pólipo grande en el colon puede obstruir parcialmente tus intestinos y generar dolor por un calambre abdominal.

Anemia por deficiencia de hierro: El sangrado debido a pólipos puede producirse lentamente con el tiempo, sin sangre visible en tus heces. La hemorragia crónica le quita a tu cuerpo el hierro necesario para producir la sustancia que le permite a los glóbulos rojos llevar el oxígeno a tu cuerpo (hemoglobina). El resultado es la anemia por deficiencia de hierro, que puede hacer que te sientas cansado y con dificultad para respirar.

Cuándo consultar al médico

Si presentas síntomas específicos, lo mejor es acudir al médico (Imagen Ilustrativa Infobae)

Visita a tu médico si experimentas los siguientes signos y síntomas:

  • Dolor abdominal
  • Sangre en las heces
  • Un cambio en tus hábitos intestinales que dura más de una semana

Te debes hacer exámenes de detección de pólipos con regularidad en los siguientes casos:

  • Tienes 50 años o más.
  • Si presentas factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de colon.

Algunos individuos de alto riesgo deberían comenzar los exámenes de detección regulares mucho antes de los 50 años.

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden contribuir con la formación de pólipos o cáncer de colon se incluyen los siguientes:

Edad: La mayoría de las personas con pólipos en el colon son mayores de 50 años.

Tener afecciones intestinales inflamatorias, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn del colon: Aunque los pólipos en sí no son una amenaza importante, padecer colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn de colon aumenta tu riesgo general de cáncer de colon.

Antecedentes familiares: Si tienes un padre, un hermano o un hijo con pólipos o cáncer de colon es más probable que también los desarrolles.

Si muchos familiares padecen pólipos o cáncer, tu riesgo es aun mayor: En algunas personas, esta conexión no es hereditaria.

Tabaquismo y consumo excesivo de alcohol: En un análisis de ocho estudios se mostró que aquellas personas que consumían tres o más bebidas alcohólicas al día tienen un mayor riesgo de desarrollar pólipos de colon. Asimismo, el tabaquismo combinado con el consumo excesivo de alcohol parece aumentar el riesgo.

Obesidad, la falta de ejercicio y consumo de grasas: En los estudios se muestra que todos estos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar pólipos. Por otra parte, incluir más fibra en tu dieta y hacer ejercicio regularmente puede reducir el riesgo.

Raza: Las personas afroamericanas tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

Trastornos de pólipos hereditarios

Debes de hacerte revisiones constantes con el médico (Imagen Ilustrativa Infobae)

En raras ocasiones, las personas heredan mutaciones genéticas que causan la formación de pólipos en el colon. Si sufres de alguna de estas mutaciones genéticas, tienes un riesgo mucho mayor de padecer cáncer de colon.

Los exámenes de detección de cáncer y la detección temprana pueden ayudar a prevenir el desarrollo o la expansión de estos tipos de cáncer.

Entre los trastornos hereditarios que causan pólipos en el colon se incluyen los siguientes:

Síndrome de Lynch, también llamado cáncer colorrectal hereditario no polipósico. Las personas que tienen síndrome de Lynch tienden a desarrollar relativamente pocos pólipos en el colon, pero esos pólipos pueden volverse malignos rápidamente. El síndrome de Lynch es la forma más común de cáncer de colon hereditario y también se asocia con tumores en las mamas, el estómago, el intestino delgado, las vías urinarias y los ovarios. Poliposis adenomatosa familiar, un trastorno raro que causa el desarrollo de cientos o incluso miles de pólipos en el revestimiento del colon durante la adolescencia. Si los pólipos no se tratan, el riesgo de padecer cáncer de colon es de casi el 100 %, generalmente antes de los 40 años.Las pruebas genéticas pueden ayudar a determinar tu riesgo de desarrollar poliposis adenomatosa familiar.

Síndrome de Gardner, una variante de poliposis adenomatosa familiar que causa el desarrollo de pólipos en todo el colon y el intestino delgado. Es posible que también desarrolles tumores no cancerosos en otras partes de tu cuerpo, como la piel, los huesos y el abdomen.

Poliposis asociada al gen MUTYH, una afección similar a la poliposis adenomatosa familiar causada por mutaciones en el gen MYH. Las personas con poliposis asociada al gen MUTYH suelen desarrollar varios pólipos adenomatosos y cáncer de colon a una edad temprana. Los análisis genéticos pueden ayudar a determinar el riesgo que presentas de desarrollar poliposis asociada al gen MYH.

Síndrome de Peutz-Jeghers, una afección que suele comenzar con pecas en todo el cuerpo, incluidos los labios, las encías y los pies. Después, se generan pólipos no cancerígenos en los intestinos. Estos pólipos pueden volverse cancerígenos, por lo que las personas con esta afección presentan un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

Síndrome de poliposis serrada, una afección que genera varios pólipos adenomatosos serrados en la parte superior (lado derecho) del colon. Estos pólipos tienen el potencial de volverse cancerosos y requieren vigilancia y extirpación.

Diagnóstico

Los exámenes de detección juegan un papel clave en la detección de pólipos antes de que se vuelvan cancerosos. Estos análisis también pueden ayudar a encontrar cáncer colorrectal en sus primeras etapas, cuando tienes una gran probabilidad de recuperación.

Entre los exámenes de detección se incluyen los siguientes:

Colonoscopía, el examen más sensible para detectar pólipos y cáncer colorrectales: Si se encuentran pólipos, es posible que tu médico te los extirpe de inmediato o tome muestras de tejido (biopsias) para su análisis.

Colonoscopía virtual (colonografía por tomografía computarizada), un examen mínimamente invasivo que usa una tomografía computarizada para ver tu colon: Se requiere la misma preparación del intestino para la colonoscopía virtual y para la tradicional Si durante la tomografía computarizada se encuentra un pólipo, será necesario repetir la preparación del intestino para hacer una colonoscopía y examinar y extirpar el pólipo.

Sigmoidoscopía flexible, en la que un tubo delgado iluminado y con una cámara se introduce en el recto y en la tercera y última parte del colon (sigmoides) para examinarlos: La mayor parte del colon no se examina con este examen de detección, por lo que es posible que no se vean algunos pólipos y cánceres.

Pruebas de heces: Este tipo de prueba comprueba si hay sangre en las heces o evalúa el ADN de las heces en busca de evidencia de un pólipo o cáncer de colon Si la prueba de heces es positiva, necesitarás una colonoscopía después

Tratamiento

Esta enfermedad puede derivar en cáncer de colón (Imagen Ilustrativa Infobae)

Es probable que tu médico extirpe todos los pólipos que se hayan descubierto durante un examen intestinal. Entre las opciones de extirpación, se incluyen las siguientes:

Extracción con fórceps o un asa de alambre (polipectomía): Si el pólipo es muy grande para extirparlo con este método, se puede inyectar un líquido por debajo de él para levantarlo y aislarlo del tejido que se encuentra alrededor, para poder extirparlo.

Cirugía de invasión mínima: Los pólipos demasiado grandes o que no pueden extirparse de forma segura durante los exámenes de detección suelen extirparse quirúrgicamente, proceso que a menudo se lleva a cabo insertando un instrumento llamado laparoscopio en el abdomen para extirpar la parte enferma del intestino.

Extirpación de colon y recto (proctocolectomía completa): Si tienes un síndrome hereditario poco frecuente como la poliposis adenomatosa familiar, es posible que necesites una cirugía para que te extirpen el colon y el recto y así evitar que desarrolles un cáncer potencialmente mortal

Algunos tipos de pólipos de colon son más proclives a convertirse en cancerosos que otros. Un médico especializado en el análisis de muestras de tejido (patólogo) debe examinar el tejido del pólipo con un microscopio para determinar si es potencialmente canceroso.

Atención de seguimiento

Si has tenido un pólipo adenomatoso o un pólipo serrado, tienes un riesgo mayor de cáncer de colon. El nivel de riesgo depende del tamaño, la cantidad y las características de los pólipos adenomatosos extirpados. Necesitarás exámenes de detección de seguimiento para los pólipos.

Es probable que el médico recomiende una colonoscopía:

En 5 a 10 años, si tuviste solo uno o dos adenomas pequeños.

En 3 a 5 años, si tienes tres o cuatro adenomas.

En tres años, si tuviste de 5 a 10 adenomas, adenomas de más de 10 milímetros o ciertos tipos de adenomas.

En el plazo de seis meses, si tuviste múltiples adenomas, un adenoma muy grande o un adenoma que se tuvo que extirpar por partes.