En 2009, el estadounidense Melvin Feizel Boothe alcanzó un reconocimiento excepcional al ser confirmado como el hombre con las uñas más largas de la historia. Este hito fue registrado en el Libro Guinness de los Récords gracias a la asombrosa longitud de sus uñas, que alcanzaron un total combinado de 9,85 metros. Este récord le permitió convertirse en una figura destacada en la cultura popular, porque su afición por dejarse crecer las uñas había comenzado varias décadas antes.
Las uñas de Melvin Boothe se diferenciaban por su longitud y peculiaridad, pero la más impresionante fue la uña del pulgar izquierdo, que medía 114,3 centímetros. A lo largo de casi cuatro décadas, Melvin permitió que sus uñas crecieran de forma ininterrumpida, convirtiéndose en el hombre con las uñas más largas de todos los tiempos. Aunque en la actualidad hay mujeres como Diana Armstrong, que superan este récord, Melvin sigue ostentando el título como el hombre con las uñas más largas de la historia.
La vida de Melvin Feizel Boothe
Melvin nació y vivió en Pontiac, una ciudad ubicada en el estado de Michigan, Estados Unidos. A lo largo de su vida tuvo dos pasiones principales: su dedicación al trabajo y al crecimiento de sus uñas. Sirvió en el ejército estadounidense, lo que evidenció su compromiso con su país. Tras finalizar su tiempo en las fuerzas armadas, trabajó por 27 años en el Hospital General de Pontiac hasta jubilarse.
Melvin decidió dejar crecer sus uñas en la década de 1970, aunque al principio lo hizo por simple curiosidad. Según sus propias palabras, creció una afición hacia ellas con el paso del tiempo, hasta que se convirtieron en un hobby. “Simplemente me aficioné a dejarme crecer las uñas e ir a trabajar, y me dio algo que hacer”, explicó Melvin, a la página web oficial de Record Guiness. “Como la gente tiene un hobby, así fue como empecé”. Este peculiar pasatiempo lo llevó llevó a aprender cómo cuidarlas de manera especial para evitar que se rompieran.
La motivación detrás de unas uñas extraordinarias
El crecimiento de uñas hasta tales dimensiones requiere un cuidado meticuloso y mucha paciencia. Melvin compartió cómo aprendió a mantener su estilo de vida sin dañarlas. La longitud extrema de sus uñas no impidió que Melvin continuara con sus actividades cotidianas, y de hecho, se convirtió en una habilidad para él adaptarse a su vida con esta peculiar característica.
Aunque Melvin disfrutó mucho de su reconocimiento, la atención que recibió tras ser galardonado con el Guinness World Record le mostró que su afición había llegado más lejos de lo que imaginaba. Craig Glenday, el redactor jefe de Guinness World Records, se sorprendió al descubrir que Melvin había mantenido esta afición por tanto tiempo sin ser descubierto por el público. “Lo sorprendente es que lleváramos tanto tiempo sin descubrirlo. ¿Dónde había estado, con esas uñas tan largas?”, comentó.
Un encuentro especial: Melvin y Lee Redmond
Después de obtener el título Guinness, Melvin recibió su certificado de manos de Lee Redmond, quien ostentaba el récord de las uñas más largas en un par de manos femeninas en ese momento. Lee había comenzado a dejar crecer sus uñas en 1979 y había alcanzado una longitud total de 8,65 metros, antes de perderlas en un accidente automovilístico en 2009. Durante el encuentro entre ambos, intercambiaron consejos sobre cómo cuidar sus uñas y compartieron sus experiencias.
Melvin mostró su entusiasmo al recibir el certificado del récord. “A partir de este momento, me siento bien por lo que he conseguido, pero la misión no ha terminado”, afirmó. Para él, su afición se había convertido en una forma de vida, y ser parte del Libro Guinness de los Récords fue un logro del que se sintió muy orgulloso. Aunque falleció pocos meses después de recibir el título, su legado quedó inmortalizado en los registros de récords mundiales y en el recuerdo de su familia: nueve hijos, 46 nietos y cuatro bisnietos.
Lee Redmond, quien se convirtió en una amiga cercana de Melvin, expresó su tristeza por su fallecimiento y la conexión especial que tuvieron: “Tengo muy buenos recuerdos de Melvin. Ha marcado mi vida... es mi hermano”.