Qué es la macrosomía fetal, cómo se detecta y qué hacer en caso de padecerla

Cuando se está embarazada, la madre y el bebé pueden verse afectado por una serie de padecimientos, una de ellas es la macrosomía fetal

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Este padecimiento se detecta desde el embarazo (Imagen Ilustrativa Infobae)
Este padecimiento se detecta desde el embarazo (Imagen Ilustrativa Infobae)

La macrosomía fetal ocurre cuando un niño recién nacido registra un tamaño mucho más grande que el promedio, según explica Mayo Clinic, la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Cuando un bebe es diagnosticado con macrosomía fetal regularmente pesa más de 4 kilos, independientemente de su edad gestacional. Los riesgos asociados con esta condición aumentan enormemente cuando el peso al nacer es superior a los 4.5 kilos.

La macrosomía fetal puede complicar el parto vaginal y poner al bebé en riesgo de presentar lesiones durante el nacimiento. También aumenta el riesgo de problemas de salud para el bebé después del nacimiento.

Cuáles son los síntomas

La macrosomía fetal puede resultar difícil de detectar y de diagnosticar durante el embarazo. Los signos y síntomas incluyen los siguientes:

Altura importante del fondo uterino: Durante las visitas prenatales, el proveedor de atención médica podría medir la altura del fondo uterino, que es la distancia desde la parte superior del útero hasta el hueso púbico. Una altura del fondo uterino mayor de la esperada podría ser un signo de macrosomía fetal.

Exceso de líquido amniótico: Tener demasiado líquido amniótico, que es el líquido que rodea y protege al bebé durante el embarazo, puede ser un signo de que tu bebé es más grande que el promedio.

La cantidad de líquido amniótico refleja la producción de orina del bebé y un bebé más grande produce más orina. Algunas afecciones que aumentan el tamaño del bebé también podrían aumentar su producción de orina.

Este padecimiento puede provocar riesgos a la salud al recién nacido (EFE/ Orlando Barría)
Este padecimiento puede provocar riesgos a la salud al recién nacido (EFE/ Orlando Barría)

Factores de riesgo

Muchos factores pueden aumentar el riesgo de tener un bebé con macrosomía fetal. Algunos se pueden controlar, pero otros no. Por ejemplo:

Diabetes de la madre: Si tuviste diabetes antes del embarazo (diabetes pregestacional) o si contraes diabetes durante el embarazo (diabetes gestacional), es más probable que el bebé tenga macrosomía fetal. Si no te controlas la diabetes de manera adecuada, es probable que tu bebé tenga hombros más grandes y una mayor cantidad de grasa corporal que un bebé cuya madre no tiene diabetes.

Antecedentes de macrosomía fetal: Si ya tuviste un bebé de gran tamaño, corres un mayor riesgo de tener otro bebé con macrosomía fetal. Además, si al nacer pesaste más de 4 kilogramos, es más probable que tengas un bebé de gran tamaño.

Obesidad de la madre: Si tienes obesidad, es más probable que tu bebé tenga macrosomía fetal.

Aumento excesivo de peso durante el embarazo: Aumentar mucho de peso durante el embarazo aumenta el riesgo de que tu bebé tenga macrosomía fetal.

Embarazos anteriores: El riesgo de tener un bebé con macrosomía fetal es mayor con cada embarazo. Hasta el quinto embarazo, el peso promedio de cada recién nacido suele aumentar de forma sucesiva unos 113 gramos.

Tener un varón: Por lo general, los bebés varones pesan un poco más que las niñas. La mayoría de los bebés que pesan más de 4.5 kilogramos son varones.

Embarazo pasado de término. Si el embarazo se extiende más de dos semanas después de la fecha prevista de parto, tu bebé corre un mayor riesgo de tener macrosomía fetal.

Edad de la madre: Las mujeres mayores de 35 años tienen más probabilidades de tener un bebé al que se le diagnostique macrosomía fetal.

Si estos factores de riesgo no están presentes, pero se sospecha que el bebé podría tener macrosomía fetal, es posible que tu hijo tenga una enfermedad poco frecuente que afecta el crecimiento fetal.

Si el proveedor de atención médica sospecha que el bebé tiene una enfermedad poco común, podría pedirte que te hagas pruebas diagnósticas prenatales y, tal vez, que consultes a un consejero genético, según los resultados de las pruebas.

En el 9% de los embarazos se presenta uno de estos casos (Getty Images)
En el 9% de los embarazos se presenta uno de estos casos (Getty Images)

Diagnóstico

La macrosomía fetal no puede diagnosticarse hasta después de que el bebé nazca y lo pesen. Sin embargo, si tienes factores de riesgo para la macrosomía fetal, es probable que tu proveedor de atención médica utilice pruebas para controlar la salud y el desarrollo de tu bebé mientras estás embarazada, como por ejemplo:

Ecografía: Hacia fines del tercer trimestre, el proveedor de atención médica u otro miembro de tu equipo de atención médica podrían realizar una ecografía para tomar mediciones de las partes del cuerpo del bebé, como la cabeza, el abdomen y el fémur. Luego el proveedor de atención médica combinará esas mediciones en una fórmula para calcular el peso de tu bebé. No obstante, la precisión de la ecografía para predecir la macrosomía fetal ha sido poco fiable.

Análisis prenatales: Si el proveedor de atención médica sospecha que el bebé tiene macrosomía fetal, podría realizar análisis prenatales, como una prueba en reposo o un perfil biofísico fetal, para controlar el bienestar del bebé. Una prueba en reposo mide la frecuencia cardíaca del bebé en respuesta a sus propios movimientos. Un perfil biofísico fetal combina una prueba en reposo con una ecografía para controlar el movimiento, el tono muscular y la respiración del bebé y el volumen del líquido amniótico. Si se considera que el crecimiento excesivo del bebé se produjo por una enfermedad de la madre, el proveedor de atención médica podría recomendar un análisis prenatal, a partir de la semana 32 del embarazo. Ten en cuenta que la macrosomía por sí sola no es un motivo para realizar un análisis prenatal a fin de controlar el bienestar de tu bebé.

Antes de que nazca el bebé, también podrías considerar consultar con un pediatra que tenga experiencia en el tratamiento de bebés con diagnóstico de macrosomía fetal.

Cómo se trata

Cuando llegue el momento de que nazca tu bebé, un parto vaginal no será necesariamente imposible. Tu proveedor de atención médica analizará las opciones, así como los riesgos y beneficios. Él o ella monitoreará tu trabajo de parto de cerca para detectar posibles signos de un parto vaginal complicado.

Por lo general, no se recomienda la inducción del trabajo de parto (que consiste en estimular las contracciones uterinas antes de que comience el trabajo de parto por sí solo). La investigación sugiere que la inducción del trabajo de parto no reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con la macrosomía fetal y que puede aumentar la necesidad de practicar una cesárea.

El proveedor de atención médica puede recomendar una cesárea en los siguientes casos:

Si tienes diabetes: Si tuviste diabetes antes del embarazo o si desarrollas diabetes gestacional y el proveedor de atención médica calcula que el bebé pesa 4.5 klos o más, una cesárea puede ser la forma más segura de que nazca tu bebé.

El bebé pesa 5 kilos o más y no tienes antecedentes de diabetes materna: Si no tienes diabetes pregestacional o gestacional y el proveedor de atención médica calcula que el bebé pesa 5 kilos o más, puede recomendar una cesárea.

Diste a luz un bebé cuyo hombro quedó atascado detrás de tu hueso pélvico: Si diste a luz un bebé con distocia de hombro, corres más riesgo de que el problema vuelva a ocurrir. Es posible que se recomiende una cesárea para evitar los riesgos asociados con la distocia de hombro, como una clavícula fracturada.

Si el proveedor de atención médica recomienda una cesárea programada, habla sobre los riesgos y los beneficios.

Después del nacimiento de tu bebé, lo examinarán para detectar signos de lesiones en el nacimiento, de glucosa en la sangre anormalmente baja (hipoglicemia) y de un trastorno de la sangre que afecta el recuento de glóbulos rojos (policitemia). Es posible que necesite atención médica especial en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital.

Ten presente que tu bebé puede correr el riesgo de tener obesidad infantil y resistencia a la insulina y que debe ser supervisado por estos trastornos en chequeos futuros.

Además, si no te han diagnosticado diabetes anteriormente y tu proveedor de atención médica está preocupado por la posibilidad de que tengas diabetes, es posible que te hagan un examen para detectar la enfermedad. Durante tus futuros embarazos, se te supervisará cuidadosamente para detectar signos y síntomas de diabetes gestacional (un tipo de diabetes que se manifiesta durante el embarazo).

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