Las plantas medicinales y los suplementos han sido empleados por diversas culturas a lo largo de la historia como remedios para una variedad de dolencias y para mejorar la vitalidad del organismo.
En la actualidad, el interés por estas alternativas naturales se ha revitalizado, cada vez más personas buscan en estas opciones respuestas para cuidar su salud. Sin embargo, se debe tener cuidado con su uso y hacerlo siempre bajo el asesoramiento de un médico.
En esta ocasión nos enfocaremos en el ácido fólico, cuáles son sus usos, su nivel de seguridad y eficacia, efectos secundarios, así como su reacción al interactuar con medicamentos, alimentos y otras plantas curativas o suplementos, de acuerdo con Medline Plus, una página de la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del gobierno de Estados Unidos.
Propiedades medicinales
El ácido fólico es una forma de vitamina B9, se usan para la deficiencia y para prevenir complicaciones en el embarazo.
Muchos alimentos contienen de este suplemento o se les agrega. Desde 1998, se ha agregado ácido fólico a cereales fríos, harina, panes, pastas, productos de panadería, galletas y galletas saladas.
Los alimentos que son naturalmente ricos en ácido fólico incluyen verduras de hoja, quimbombó, espárragos, ciertas frutas, frijoles, levadura, hongos, hígado y riñón de animales, jugo de naranja y jugo de tomate.
El ácido fólico también está disponible como suplemento y, a menudo, se usa en combinación con otras vitaminas B.
El ácido fólico se usa para prevenir y tratar los niveles sanguíneos bajos de folato y los niveles sanguíneos altos de homocisteína. Las personas que están embarazadas o que podrían quedar embarazadas toman ácido fólico para prevenir defectos de nacimiento graves como la espina bífida.
El ácido fólico también se usa para muchas otras afecciones, como depresión, accidente cerebrovascular, deterioro de la memoria y las habilidades de pensamiento, y muchas otras.
La ingesta de ácido fólico reduce los niveles de homocisteína en personas con niveles normales o altos de homocisteína y en personas con insuficiencia renal. También parece reducir las náuseas y los vómitos del tratamiento con metotrexato.
El consumo de ácido fólico durante el embarazo reduce el riesgo de estos defectos de nacimiento. El ácido fólico puede provenir de la dieta o de los suplementos.
La ingesta de ácido fólico, con o sin otros suplementos, puede mejorar la memoria y las habilidades de pensamiento en las personas mayores que tienen una disminución mayor de lo esperado en las habilidades de pensamiento a esa edad.
Consumir ácido fólico junto con antidepresivos parece mejorar los síntomas en algunas personas con depresión.
La ingesta diaria de ácido fólico durante al menos 6 semanas reduce la presión arterial en algunas personas con presión arterial alta que no están tomando medicamentos.
En áreas del mundo que no agregan ácido fólico a los productos de granos, tomar suplementos de ácido fólico puede reducir el riesgo de accidente cerebrovascular. Pero los suplementos no parecen ser útiles para las personas que viven en países que sí agregan ácido fólico a los productos a base de cereales.
La ingesta de ácido fólico parece mejorar los síntomas del vitíligo.
Contraindicaciones y efectos secundarios
Tomar más de 1 mg de ácido fólico al día puede ser peligrosa causando malestar estomacal, náuseas, diarrea, irritabilidad, confusión, cambios de comportamiento, reacciones cutáneas, convulsiones y otros efectos secundarios.
Se recomiendan 300-400 mcg de ácido fólico al día durante el embarazo para prevenir ciertos defectos de nacimiento. La cantidad máxima recomendada de ácido fólico durante el embarazo o la lactancia es de 800 mcg al día para los menores de 18 años y de 1000 mcg al día para los mayores de 18 años. No use más a menos que lo indique un profesional de la salud.
Es probable que los niños tomen ácido fólico por vía oral en las cantidades recomendadas para su edad. Pero los niños deben evitar tomar ácido fólico en dosis superiores a los límites máximos diarios. Estos límites son 300 mcg para 1-3 años, 400 mcg para 4-8 años, 600 mcg para 9-13 años y 800 mcg para 14-18 años.
El uso de ácido fólico, vitamina B6 y vitamina B12 podría empeorar las arterias estrechas. Las personas que se están recuperando de este procedimiento no deben usar ácido fólico.
Las primeras investigaciones sugieren que la ingesta diaria de 0.8 a 1 mg de ácido fólico podría aumentar el riesgo de cáncer. Hasta que se sepa más, las personas con antecedentes de cáncer deben evitar las dosis altas de ácido fólico.
La ingesta de suplementos de ácido fólico, especialmente en dosis altas, puede empeorar las convulsiones en personas con trastornos convulsivos.
Interacciones con medicamentos, hierbas y suplementos
5-Fluorouracilo: Existe cierta preocupación de que tomar grandes cantidades de ácido fólico con 5-fluorouracilo pueda aumentar algunos efectos secundarios del 5-fluorouracilo, especialmente los problemas estomacales. Hable con su proveedor de atención médica antes de tomar ácido fólico.
Capecitabina: Existe cierta preocupación de que la ingesta de grandes cantidades de ácido fólico pueda aumentar los efectos secundarios de la capecitabina, especialmente los problemas estomacales como la diarrea y los vómitos. Hable con su proveedor de atención médica antes de tomar ácido fólico.
Fenitoína: El cuerpo descompone la fenitoína para eliminarla. El ácido fólico podría aumentar la rapidez con que el cuerpo descompone la fenitoína. La ingesta de ácido fólico y fenitoína podría disminuir la eficacia de la fenitoína y aumentar la posibilidad de convulsiones.
Fenobarbital: El fenobarbital se usa para las convulsiones. La ingesta de ácido fólico puede disminuir la eficacia del fenobarbital para prevenir las convulsiones.
Fosfenitoína: La fosfenitoína se usa para las convulsiones. El cuerpo descompone la fosfenitoína para eliminarla. El ácido fólico puede aumentar la rapidez con que el cuerpo descompone la fosfenitoína. La ingesta de ácido fólico junto con fosfenitoína podría disminuir los efectos de la fosfenitoína para prevenir las convulsiones.
Pirimetamina: La pirimetamina se usa para tratar infecciones parasitarias. El ácido fólico podría disminuir los efectos de la pirimetamina para el tratamiento de infecciones parasitarias.
Primidona: La primidona se usa para las convulsiones. El ácido fólico puede provocar convulsiones en algunas personas. La ingesta de ácido fólico junto con primidona podría disminuir la eficacia de la primidona para prevenir las convulsiones.
Té verde: Existe cierta preocupación de que el extracto de té verde pueda evitar que el ácido fólico actúe como debería en el cuerpo. Esto podría provocar una afección similar a la deficiencia de ácido fólico.
Zinc: El ácido fólico puede interferir con la absorción de zinc. Pero las personas que obtienen suficiente zinc en su dieta no necesitan preocuparse por este efecto.
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