El tumor de Wilms es un cáncer de riñón poco común que afecta principalmente a los niños. También conocido como nefroblastoma, es el tipo de cáncer de riñón más habitual en los niños. Por lo general, el tumor de Wilms afecta a niños de 3 a 4 años. Es mucho menos frecuente a partir de los 5 años, pero puede afectar a niños mayores e incluso a adultos.
El tumor de Wilms se produce principalmente en un solo riñón, pero a veces puede estar en ambos riñones al mismo tiempo.
Con los años, los avances en el diagnóstico y tratamiento del tumor de Wilms han mejorado mucho el pronóstico para los niños con esta enfermedad. Con el tratamiento, la perspectiva para la mayoría de los niños que tienen tumor de Wilms es buena.
Síntomas
Los síntomas del tumor de Wilms varían en gran medida. Algunos niños con tumor de Wilms parecen no presentar ningún síntoma, otros presentan uno o más de los siguientes:
Un tumor que se puede palpar en el área estomacal.
Hinchazón en el área estomacal.
Dolor en el área estomacal.
Otros síntomas pueden incluir los siguientes:
Fiebre
Sangre en la orina.
Nivel bajo de glóbulos rojos, también conocido como anemia.
Presión arterial alta.
Cuándo consultar al médico
Programa una cita médica con el proveedor de atención médica de tu hijo si tiene síntomas que te preocupan. El tumor de Wilms es poco frecuente, por lo que es probable que algo más esté causando los síntomas. Sin embargo, es importante revisar cualquier inquietud.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer tumor de Wilms son los siguientes:
Ser de piel negra. En Norteamérica y Europa, los niños de piel negra tienen un riesgo levemente mayor de presentar un tumor de Wilms que los niños de otras razas. Al parecer, los niños de origen asiático-americano tienen un riesgo menor que los niños de otras razas.
Tener antecedentes familiares de tumor de Wilms. El riesgo de contraer la enfermedad es mayor si alguien de la familia tuvo un tumor de Wilms.
El tumor de Wilms ocurre más comúnmente en los niños que presentan ciertas afecciones al nacer, como las siguientes:
Aniridia. En este trastorno, el iris, que es la parte coloreada del ojo, se forma de manera parcial o está ausente.
Hemihipertrofia. La hemihipertrofia es una afección por la que una parte o un lado del cuerpo es más grande que el otro.
El tumor de Wilms puede producirse como parte de síndromes poco frecuentes, entre ellos, los siguientes:
Síndrome WAGR. Este síndrome se presenta con tumor de Wilms, aniridia, problemas en los genitales y el sistema urinario y discapacidades intelectuales.
Síndrome de Denys-Drash. Este síndrome se presenta con tumor de Wilms, enfermedad renal y pseudohermafroditismo masculino. Un niño con pseudohermafroditismo masculino tiene genitales que no son claramente masculinos.
Síndrome de Beckwith-Wiedemann. Los niños que tienen este síndrome suelen ser mucho más grandes que lo habitual, lo que se conoce como macrosomia. A causa de este síndrome, puede ocurrir que los órganos de la zona abdominal sobresalgan de la base del cordón umbilical y que la lengua y los órganos internos sean grandes y las orejas tengan una forma inusual.
Diagnóstico
Para diagnosticar el tumor de Wilms, el proveedor de atención médica podría analizar tus antecedentes familiares y hacer lo siguiente:
Examen físico. El proveedor de atención médica buscará posibles signos del tumor de Wilms.
Análisis de sangre y de orina. Estos análisis de laboratorio pueden mostrar si los riñones funcionan bien.
Pruebas por imágenes. Estas pruebas generan imágenes de los riñones y ayudan a determinar si un niño tiene un tumor en el riñón. Pueden incluir ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas y radiografías de pecho.
Estadiaje del cáncer
Después de detectar el tumor de Wilms, el equipo de atención médica puede recomendar otras pruebas para ver si el cáncer se ha diseminado. Esto se denomina etapa del cáncer. Una radiografía de tórax o una tomografía computarizada de tórax y una gammagrafía ósea pueden mostrar si el cáncer se ha diseminado más allá de los riñones.
La etapa del cáncer ayuda a decidir el tratamiento. En Estados Unidos, las etapas del tumor de Wilms son:
Etapa 1. El cáncer solo se encuentra en un riñón y con una cirugía se puede eliminar todo.
Etapa 2. El cáncer se ha diseminado más allá del riñón, por ejemplo a la grasa o los vasos sanguíneos cercanos, pero aún se puede eliminar todo con una cirugía.
Etapa 3. El cáncer se ha diseminado más allá de los riñones, a los órganos pequeños cercanos que combaten las infecciones, que también se conocen como ganglios linfáticos. También puede haberse diseminado a otros lugares del abdomen. Es posible que las células cancerosas pasen al abdomen antes o durante la intervención quirúrgica, o que con la cirugía no se pueda eliminar todo el cáncer.
Etapa 4. El cáncer se ha diseminado fuera del riñón a otros lugares del cuerpo, como los pulmones, el hígado, los huesos o el cerebro.
Etapa 5. Las células cancerosas se encuentran en ambos riñones. Se establece el estadiaje de cada riñón por separado.
Tratamiento
En general, el tratamiento del tumor de Wilms implica cirugía y quimioterapia. A veces, incluye terapia de radiación. Los tratamientos dependen de la etapa del cáncer. Como este tipo de cáncer es poco frecuente, un centro oncológico infantil que haya tratado este tipo de cáncer podría ser una buena opción.
Cirugía
El tratamiento del tumor de Wilms puede comenzar con una cirugía para extirpar todo el riñón o una parte de él. La cirugía también confirma el diagnóstico. El tejido extraído durante la cirugía se envía a un laboratorio para saber si es canceroso y qué tipo de cáncer tiene el tumor.
La cirugía para el tumor de Wilms comprende lo siguiente:
Extirpación de parte del riñón. Esto se conoce como nefrectomía parcial y consiste en extraer el tumor y una pequeña porción del riñón que lo rodea. Puede hacerse si el cáncer es muy pequeño o en el caso de un niño al que solo le funciona un riñón.
Extirpación del riñón y del tejido que lo rodea. Este tipo de cirugía se conoce como nefrectomía radical y consiste en extirpar los ganglios linfáticos adyacentes, parte del uréter y, en ocasiones, la glándula suprarrenal. El riñón restante puede suplir las funciones de los dos riñones.
Extirpación de los riñones de forma total o parcial. Si el cáncer afecta a los dos riñones, la cirugía implica eliminar la mayor parte posible del cáncer de ambos órganos. A veces, esto implica extirpar ambos riñones. En ese caso, el niño necesitará diálisis o un trasplante de riñón.
Quimioterapia
La quimioterapia usa medicamentos fuertes para destruir células cancerosas en todo el cuerpo. En general, el tratamiento del tumor de Wilms supone la administración de más de un medicamento para destruir las células cancerosas. El medicamento se administra de manera intravenosa.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de los medicamentos que se administren. Los efectos secundarios habituales incluyen náuseas, vómitos, pérdida del apetito, caída del pelo y riesgo alto de tener infecciones. Pregunta al equipo de atención médica de tu hijo qué efectos secundarios podrían producirse durante el tratamiento. También pregunta si puede haber problemas a largo plazo como consecuencia del tratamiento.
Si se administra antes de la cirugía, la quimioterapia puede reducir el tamaño de los tumores y facilitar su extirpación. Después de la cirugía, puede destruir las células cancerosas que quedan en el cuerpo. La quimioterapia también puede ser una buena opción para los niños cuyos tipos de cáncer están demasiado avanzados para eliminarlos por completo con cirugía.
Para los niños que padecen cáncer en ambos riñones, la quimioterapia se administra antes de la cirugía. Esto puede aumentar las probabilidades de salvar un riñón.
Radioterapia
Algunos niños podrían recibir radioterapia. La radioterapia utiliza haces de energía de alta potencia para destruir las células cancerosas. La energía puede provenir de rayos X, protones y otras fuentes.
Durante la radioterapia, el niño se recuesta sobre una camilla. Una máquina de gran tamaño gira a su alrededor y dirige los haces de energía hacia el lugar donde está el cáncer. Algunos posibles efectos secundarios son náuseas, diarrea, cansancio e irritación en la piel similar a una quemadura por el sol.
Algunos niños reciben radioterapia después de la cirugía para destruir las células cancerosas que queden. La radiación también podría utilizarse para controlar el cáncer que se diseminó a otras zonas del cuerpo. Pregunta puede haber problemas a largo plazo como consecuencia de la radioterapia.