Sarcoma de Ewing: causas, síntomas y tratamiento

Dependiendo el tipo de síntoma que se presente, se puede conocer el nivel de gravedad de una padecimiento

En muchas ocasiones se desconoce que se tiene un padecimiento hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

El sarcoma de Ewing es un tipo raro de cáncer que se produce en los huesos o en el tejido blando alrededor de los huesos.

El sarcoma de Ewing suele comenzar en los huesos de la pierna y en la pelvis, pero puede ocurrir en cualquier hueso. Con menos frecuencia, comienza en los tejidos blandos del pecho, el abdomen, las extremidades u otros lugares.

El sarcoma de Ewing es más común en niños y adolescentes, pero puede ocurrir a cualquier edad.

Los grandes avances en el tratamiento del sarcoma de Ewing han ayudado a mejorar las perspectivas de las personas con este cáncer. Una vez finalizado el tratamiento, se recomienda el control de por vida para observar los posibles efectos tardíos de la quimioterapia y la radiación intensas.

Síntomas

Estos son algunos de los signos y síntomas del sarcoma de Ewing:

Dolor, hinchazón y sensibilidad cerca del área afectada

Dolor de huesos

Cansancio sin causa aparente

Fiebre sin causa conocida

Pérdida de peso sin intentarlo

Cuándo debes consultar a un médico

Solicita una cita con el médico si tú o tu hijo experimentan cualquier signo o síntoma persistente que te preocupe.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)

Factores de riesgo

Estos son algunos de los factores de riesgo del sarcoma de Ewing:

La edad. El sarcoma de Ewing puede aparecer a cualquier edad, pero es más probable que se presente en personas de ascendencia europea.

La ascendencia. El sarcoma de Ewing es más común en personas de ascendencia europea. Es mucho menos común en personas de ascendencia africana y asiática.

Diagnóstico

El diagnóstico del sarcoma de Ewing suele comenzar con una exploración física para comprender mejor los síntomas que tú o tu hijo puedan estar experimentando. Sobre la base de esos resultados, se pueden recomendar otras pruebas y procedimientos.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen ayudan al médico a investigar los síntomas óseos, buscar cáncer y buscar signos de que el cáncer se haya diseminado.

Las pruebas de imagen pueden incluir las siguientes:

Radiografías

Tomografía computarizada (TAC)

Resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés)

Tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés)

Gammagrafía ósea

Extracción de una muestra de células para su análisis (biopsia)

Se utiliza un procedimiento de biopsia para recoger una muestra de células sospechosas y realizar pruebas de laboratorio. Las pruebas pueden mostrar si las células son cancerosas y qué tipo de cáncer tienes.

Los tipos de procedimientos de biopsia utilizados para diagnosticar el sarcoma de Ewing incluyen:

Biopsia por punción. El médico inserta una aguja delgada a través de la piel y la guía hacia el tumor. La aguja se utiliza para extraer pequeños trozos de tejido del tumor.

Biopsia quirúrgica. El médico hace una incisión a través de la piel y extirpa todo el tumor (biopsia escisional) o una parte del tumor (biopsia incisional).

Determinar el tipo de biopsia que se necesita y los detalles específicos de cómo se debe realizar requieren una planificación cuidadosa por parte del equipo médico. Los médicos necesitan realizar la biopsia de una manera que no interfiera en una cirugía futura para extirpar el cáncer. Por esta razón, pídele a su médico que te remita a un equipo de expertos con amplia experiencia en el tratamiento del sarcoma de Ewing antes de la biopsia.

Análisis de las células cancerosas en busca de mutaciones genéticas

Se analizará una muestra de tus células cancerosas en el laboratorio para determinar qué cambios en el ADN están presentes en las células. Las células del sarcoma de Ewing suelen tener cambios en el gen EWSR1. Muy a menudo el gen EWSR1 se fusiona con otro gen llamado FLI1, creando un nuevo gen llamado EWS-FLI1. El análisis de las células cancerosas para detectar estos cambios en los genes puede ayudar a confirmar tu diagnóstico y darle a tu médico pistas sobre la agresividad de tu enfermedad.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (EFE)

Tratamiento

El tratamiento del sarcoma de Ewing suele comenzar con la quimioterapia. Normalmente se realiza una cirugía para extirpar el cáncer. En ciertas situaciones se podrían utilizar otros tratamientos, incluida la radioterapia.

Quimioterapia

En la quimioterapia, se utilizan fuertes fármacos para destruir las células cancerosas. El tratamiento de quimioterapia generalmente combina dos o más fármacos que pueden administrarse en forma de infusión intravenosa (IV), en forma de píldoras o por ambos métodos.

El tratamiento del sarcoma de Ewing generalmente comienza con quimioterapia. Los fármacos pueden reducir el tumor y facilitar la extirpación del cáncer con cirugía o el ataque con un tratamiento con radioterapia.

Después de la cirugía o la radioterapia, los tratamientos de quimioterapia pueden continuar para eliminar cualquier célula cancerosa que pudiera haber quedado.

En el caso del cáncer avanzado que se disemina a otras áreas del cuerpo, la quimioterapia puede ayudar a aliviar el dolor y a disminuir el crecimiento del cáncer.

Cirugía

El objetivo de la cirugía es extirpar todas las células cancerosas. Pero la planificación de la operación también tiene en cuenta cómo afectará la capacidad de llevar a cabo tu vida diaria.

La cirugía para el sarcoma de Ewing puede implicar la extracción de una pequeña porción de hueso o la extirpación de una extremidad entera. El hecho de que los cirujanos puedan extirpar todo el cáncer sin extirpar toda la extremidad depende de varios factores, como el tamaño y la ubicación del tumor y si se reduce después de la quimioterapia.

Radioterapia

La radioterapia utiliza haces de alta energía, como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas.

Durante la radioterapia, una máquina que se mueve a tu alrededor mientras estás acostado sobre una mesa produce haces de energía. Los haces se dirigen cuidadosamente a la zona del sarcoma de Ewing para reducir el riesgo de daño a las células sanas circundantes.

Podría recomendarse radioterapia después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede. También puede utilizarse en lugar de la cirugía si el sarcoma de Ewing está localizado en una parte del cuerpo en la que la cirugía no es posible o tendría resultados funcionales inaceptables (como la pérdida de la función intestinal o de la vejiga).

En el caso de los sarcomas de Ewing avanzados, la radioterapia puede ralentizar el crecimiento del cáncer y ayudar a aliviar el dolor.