Por qué se presenta la falta de deseo en mujeres según la medicina

Hay enfermedades que no presentan síntomas, por lo que es importante llevar una vida saludable y hacer revisiones constantes al médico

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La falta de deseo sexual en mujeres puede coincidir con etapas de cambio en el ciclo de vida. (Archivo)
La falta de deseo sexual en mujeres puede coincidir con etapas de cambio en el ciclo de vida. (Archivo)

Los deseos sexuales de las mujeres fluctúan naturalmente a lo largo de los años. Los altibajos generalmente coinciden con el comienzo o el final de las relaciones o con grandes cambios en la vida, como embarazo, menopausia o enfermedad. Algunos medicamentos utilizados para los trastornos del estado de ánimo también pueden causar un bajo deseo sexual en las mujeres.

Si tu falta de interés en el sexo continúa o regresa y causa aflicción personal, puedes tener una afección llamada trastorno de interés sexual/excitación.

Sin embargo, de acuerdo con Mayo Clinic, no tienes que cumplir con esta definición médica para buscar ayuda. Si te molesta el bajo deseo sexual o la disminución del deseo sexual, hay cambios en el estilo de vida y técnicas sexuales que pueden ponerte de ánimo más a menudo. Algunos medicamentos también pueden brindarte buenas perspectivas.

“Si quieres tener relaciones sexuales con menos frecuencia que tu pareja, ninguno de los dos está necesariamente fuera de lo que es normal para las personas en esa etapa de la vida, aunque esas diferencias pueden causar sufrimiento emocional”, aclara Mayo Clinic.

Del mismo modo, incluso, si tu deseo sexual es menor de lo que solía ser, tu relación puede ser más fuerte que nunca. Conclusión: no existe un número mágico para definir el deseo sexual bajo. Esto varía en las mujeres.

El no tener interés en la masturbación puede ser un indicador de que tu deseo sexual está disminuyendo. (Imagen ilustrativa Infobae)
El no tener interés en la masturbación puede ser un indicador de que tu deseo sexual está disminuyendo. (Imagen ilustrativa Infobae)

Entre los síntomas de que el deseo sexual está disminuyendo, la clínica señala los siguientes:

  • No tener interés en ningún tipo de actividad sexual, incluida la masturbación
  • Nunca o casi nunca tener fantasías o pensamientos sexuales
  • Preocuparse por la falta de actividad sexual o de fantasías

Cuándo consultar al médico

Si te preocupa la falta de deseo sexual, habla con el médico. La solución podría ser tan sencilla como cambiar un medicamento que estás tomando y mejorar cualquier enfermedad crónica, como presión arterial alta o diabetes.

Por definición, te pueden diagnosticar trastorno del deseo sexual hipoactivo si normalmente no tienes pensamientos ni deseos sexuales y la ausencia de estos sentimientos te causa aflicción. Ya sea que este diagnóstico se adecúe a tu situación o no, el médico puede buscar los motivos por los que tu deseo sexual no es tan alto como quisieras y hallar formas de ayudarte.

Además de hacerte preguntas sobre tu historia clínica y tus antecedentes sexuales, es posible que el médico:

Te haga un examen pélvico. Durante un examen pélvico, tu médico puede detectar signos de cambios físicos que pueden disminuir el deseo sexual, como adelgazamiento de los tejidos genitales, sequedad vaginal o puntos que causan dolor.

Recomiende análisis. Es posible que el médico te solicite análisis de sangre para verificar los niveles hormonales y detectar problemas de tiroides, diabetes, colesterol alto y trastornos del hígado.

Te derive a un especialista. Un asesor especializado o un terapeuta sexual pueden evaluar mejor los factores emocionales y de la relación que pueden disminuir el deseo sexual.

Tratamiento

La mayoría de las mujeres se benefician de un enfoque de tratamiento orientado a las diversas causas detrás de esta afección. Las recomendaciones comprenden educación sexual, terapia y, a veces, medicamentos y terapia hormonal.

El médico querrá revisar los medicamentos que ya estás tomando, para determinar si alguno de ellos tiende a causar efectos secundarios sexuales. Por ejemplo, los antidepresivos como la paroxetina (Paxil) y la fluoxetina (Prozac, Sarafem) pueden disminuir el deseo sexual. El cambio al bupropión (Wellbutrin SR, Wellbutrin XL), un tipo diferente de antidepresivo, suele mejorar el deseo sexual y a veces se receta a las mujeres con dificultades para lograr el interés o la excitación sexual.

Junto con el asesoramiento, puede prescribirte un medicamento para aumentar la libido. Las opciones aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) para las mujeres premenopáusicas incluyen:

Flibanserin (Addyi), una pastilla que se toma una vez al día a la hora de acostarse. Los efectos secundarios incluyen presión arterial baja, mareos, náusea y fatiga. Beber alcohol o tomar fluconazol (Diflucan), un medicamento común para tratar las candidiasis vaginales, pueden empeorar estos efectos secundarios.

Bremelanotida (Vyleesi), una inyección que te aplicas tú mismo debajo de la piel en el vientre o el muslo antes de la actividad sexual. Algunas mujeres experimentan náuseas, que son más comunes después de la primera inyección, pero suelen mejorar con la segunda. Otros efectos secundarios incluyen vómitos, rubor, dolor de cabeza y reacción de la piel en el lugar de la inyección.

Estos medicamentos no están aprobados por la FDA para su uso en mujeres posmenopáusicas.

Terapia hormonal

La sequedad o el encogimiento de la vagina, uno de los signos distintivos del síndrome genitourinario de la menopausia, puede hacer que el sexo sea incómodo y, a su vez, reducir el deseo. Ciertos medicamentos hormonales que tienen como objetivo aliviar los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia podrían ayudar a que el sexo sea más cómodo. Y estar más cómoda durante el sexo puede mejorar tu deseo.

Las posibles terapias hormonales incluyen las siguientes:

Estrógeno. El estrógeno está disponible en muchas formas, como píldoras, parches, atomizadores y geles. En las cremas vaginales y en un supositorio o anillo de liberación lenta hay dosis menores de estrógeno. Tu médico puede ayudarte a comprender los riesgos y beneficios de cada una de estas formas. Pero el estrógeno no mejorará el funcionamiento sexual relacionado con el trastorno del deseo sexual hipoactivo.

Testosterona. La hormona masculina testosterona desempeña un papel importante en la función sexual femenina, aunque la testosterona se presenta en cantidades mucho más bajas en las mujeres. La testosterona no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para la disfunción sexual en las mujeres pero, en ocasiones, se receta fuera de lo autorizado para ayudar a elevar una disminución de la libido. El uso de la testosterona en las mujeres es controvertido. Tomarlo puede causar acné, exceso de vello corporal y cambios en el estado de ánimo o en la personalidad.

Prasterona (Intrarosa). Este óvulo vaginal suministra la hormona dehidroepiandrosterona directamente a la vagina para ayudar a aliviar el dolor durante las relaciones sexuales. Este medicamento se usa todas las noches para aliviar los síntomas de la sequedad vaginal moderada a grave relacionada con el síndrome genitourinario en la menopausia .

Ospemifeno (Osphena). Si se la toma a diario, Mayo Clinic señala que esta píldora puede ayudar a aliviar los síntomas sexuales dolorosos en mujeres con síndrome genitourinario en la menopausia de moderado a grave. Este medicamento no está aprobado para su uso en mujeres que tuvieron cáncer mamario o que tienen un alto riesgo de presentar cáncer mamario.

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