El hipertiroidismo ocurre cuando la glándula tiroides produce demasiada cantidad de hormona tiroidea. Esta afección también se conoce como tiroides hiperactiva. El hipertiroidismo acelera el metabolismo del cuerpo, lo que puede provocar muchos síntomas, como pérdida de peso, temblor de manos y latidos cardíacos acelerados o irregulares, de acuerdo con información de Mayo Clinic.
Los medicamentos antitiroideos y el radio yodo pueden usarse para que la glándula tiroides disminuya la cantidad de hormonas que produce. A veces, el tratamiento del hipertiroidismo incluye una cirugía para extirpar la totalidad o una parte de la glándula tiroides. En algunos casos, según la causa, el hipertiroidismo puede mejorar sin el uso de medicamentos u otros tratamientos.
¿Cómo se siente una persona con hipertiroidismo?
En algunas ocasiones, el hipertiroidismo se parece a otros problemas de salud; por lo tanto, puede ser difícil de diagnosticar. Estos son algunos de los tantos síntomas que puede causar y que puede sentir una persona que lo padece:
Pérdida de peso involuntaria
Latidos cardíacos rápidos, una afección llamada taquicardia
Latidos cardíacos irregulares, lo que también se conoce como arritmia
Palpitaciones fuertes del corazón, en ocasiones llamadas palpitaciones cardíacas
Más hambre
Nerviosismo, ansiedad e irritabilidad
Temblores, generalmente un temblor leve en las manos y los dedos
Sudoración
Cambios en los ciclos menstruales
Mayor sensibilidad al calor
Cambios en los patrones del intestino, especialmente deposiciones más frecuentes
Agrandamiento de la glándula tiroides, en ocasiones llamado bocio, que puede parecer como una hinchazón en la base del cuello
Cansancio
Debilidad muscular
Problemas de sueño
Piel húmeda y tibia
Afinamiento de la piel
Cabello fino y frágil
Los adultos mayores tienen más probabilidades de presentar síntomas que son difíciles de detectar, los cuales pueden incluir latidos cardíacos irregulares, pérdida de peso, depresión y sensación de debilidad o cansancio durante las actividades habituales.
Cuándo debes consultar con un médico
Si bajas de peso de manera involuntaria o si notas latidos cardíacos rápidos, sudoración inusual, hinchazón en la base del cuello u otros síntomas de hipertiroidismo, programa una cita con el proveedor de atención médica. Infórmale al proveedor de atención médica sobre todos los síntomas que has tenido, aun si son leves.
Después de recibir un diagnóstico de hipertiroidismo, la mayoría de las personas necesitan acudir a visitas regulares de seguimiento con el proveedor de atención médica para controlar la afección.
Factores de riesgo
Estos son algunos factores de riesgo del hipertiroidismo:
Antecedentes familiares de enfermedad tiroidea, en particular, enfermedad de Graves
Antecedentes personales de ciertas enfermedades crónicas, como anemia perniciosa e insuficiencia suprarrenal primaria
Un embarazo reciente, lo que aumenta el riesgo de presentar tiroiditis y provocar hipertiroidismo
Diagnóstico
El hipertiroidismo se diagnostica con antecedentes médicos, un examen físico y análisis de sangre. Según los resultados de los análisis de sangre, es posible que también necesites otras pruebas.
Antecedentes médicos y examen físico. Durante el examen, el proveedor de atención médica podría controlar si tienes:
Un leve temblor en los dedos y las manos
Reflejos hiperactivos
Pulso irregular o acelerado
Cambios en los ojos
Piel húmeda y tibia
El proveedor de atención médica también examinará la glándula tiroides a medida que tragas para ver si su tamaño es más grande de lo normal, si tiene bultos o si está sensible.
Un leve temblor en los dedos y las manos
Reflejos hiperactivos
Pulso irregular o acelerado
Cambios en los ojos
Piel húmeda y tibia
Análisis de sangre. El diagnóstico de hipertiroidismo pude confirmarse con los análisis de sangre que miden las hormonas T4 y T3 y la hormona estimulante de la tiroides (TSH, por sus siglas en inglés). Es común que las personas con hipertiroidismo tengan un nivel elevado de T4 y un nivel bajo de TSH . Estos análisis son especialmente importantes en los adultos mayores, ya que es posible que no tengan los síntomas típicos de hipertiroidismo. Los análisis de sangre de la tiroides pueden dar resultados erróneos si tomas biotina. La biotina es un suplemento de vitamina B que también puede encontrarse en los multivitamínicos. Infórmale al proveedor de atención médica si estás tomando biotina o un multivitamínico con biotina. Para asegurar la precisión del análisis de sangre, el proveedor de atención médica puede decirte que dejes de tomar biotina entre 3 y 5 días antes de la prueba.
Si los resultados de los análisis de sangre indican que tienes hipertiroidismo, el proveedor de atención médica puede recomendarte una de las siguientes pruebas. Las pruebas pueden ayudar a determinar el motivo por el que la tiroides está hiperactiva.
Prueba de absorción y examen de radioyodo. Para esta prueba, debes tomar una pequeña dosis de yodo radioactivo, llamado radioyodo, para determinar cuánta cantidad se acumula en la glándula tiroides y en qué lugar. Si la glándula tiroides acumula grandes cantidades de radioyodo, significa que está produciendo demasiada hormona tiroidea. La causa más probable es la enfermedad de Graves o la hiperactividad de los nódulos tiroideos. Si la glándula tiroides acumula poca cantidad de radioyodo, significa que las hormonas almacenadas se están filtrando al torrente sanguíneo. En este caso, es posible que tengas tiroiditis.
Ecografía de tiroides. Esta prueba usa ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes de la tiroides. La ecografía puede ser mejor que otras pruebas para detectar nódulos tiroideos. Esta prueba no implica exponerse a la radiación, por lo que puede usarse en personas que están embarazadas o amamantando, o bien en otras personas que no pueden tomar radioyodo.
Tratamiento
Existen varios tratamientos para el hipertiroidismo. El mejor para ti depende de tu edad y tu estado de salud. La causa subyacente y la gravedad del hipertiroidismo también marcan la diferencia. Tu preferencia personal también debe considerarse cuando decidan un plan de tratamiento junto con el proveedor de atención médica. Esto podría comprender el tratamiento:
Medicamento antitiroideo. Este medicamento disminuye lentamente los síntomas del hipertiroidismo porque impide que la glándula tiroides produzca demasiada hormona. Los medicamentos antitiroideos incluyen metimazol y propiltiouracilo. Por lo general, los síntomas comienzan a mejorar en cuestión de semanas o meses. El tratamiento con estos medicamentos suele durar de 12 a 18 meses. Después de ese plazo, la dosis se puede reducir gradualmente o se puede suspender si los síntomas desparecen y los resultados de los análisis de sangre indican que los niveles de la hormona tiroidea han regresado al rango normal. En algunas personas, el medicamento antitiroideo hace que el hipertiroidismo entre en remisión a largo plazo. Sin embargo, otras personas pueden notar que la enfermedad regresa después del tratamiento. Aunque es poco frecuente, ambos medicamentos antitiroideos pueden causar daño hepático grave. Sin embargo, debido a que el propiltiouracilo ha causado muchos más casos de daño hepático, solo se suele usar cuando las personas no pueden tomar metimazol. Una pequeña cantidad de personas alérgicas a estos medicamentos puede presentar sarpullidos en la piel, urticaria, fiebre o dolor en las articulaciones. También pueden aumentar el riesgo de infección.
Betabloqueadores. Estos medicamentos no afectan los niveles de hormona tiroidea, pero pueden disminuir los síntomas de hipertiroidismo, como temblores, latidos cardíacos rápidos y palpitaciones. En ocasiones, los proveedores de atención médica los recetan para aliviar los síntomas hasta que la hormona tiroidea se acerca a un nivel normal. Por lo general, estos medicamentos no se recomiendan para personas con asma. Algunos efectos secundarios pueden ser fatiga y problemas sexuales.
Tratamiento con radioyodo. La glándula tiroides absorbe radioyodo. Este tratamiento reduce el tamaño de la glándula y se administra por vía oral. Con este tratamiento, los síntomas suelen disminuir después de varios meses. Generalmente, el tratamiento desacelera la actividad de la tiroides lo suficientemente como para que la glándula tiroides esté hipoactiva. Esta afección se llama hipotiroidismo. Debido a esta enfermedad, con el tiempo es posible que debas tomar medicamentos para reemplazar la hormona tiroidea.
Tiroidectomía. Es una cirugía que consiste en extirpar una parte o la totalidad de la glándula tiroides. No se suele practicar para tratar el hipertiroidismo, pero puede ser una alternativa para las personas embarazadas. También puede ser una buena opción para las personas que no pueden tomar medicamentos antitiroideos y no quieren o no pueden recibir tratamiento con radioyodo. Algunos de los riesgos de esta cirugía son daño en las cuerdas vocales y las glándulas paratiroides. Las glándulas paratiroides son cuatro glándulas muy pequeñas que se encuentran en la parte posterior de la tiroides. Ayudan a controlar el nivel de calcio en la sangre. Las personas que se han sometido a una tiroidectomía o a tratamiento con radioyodo necesitan tomar levotiroxina de por vida (Levoxyl, Synthroid u otros). Este tratamiento le suministra hormona tiroidea al cuerpo. Si se extirpan las glándulas paratiroides durante una cirugía, también es necesario tomar medicamento para mantener un nivel normal de calcio en la sangre.
Oftalmopatía tiroidea
Si tienes oftalmopatía tiroidea, podrías controlar los síntomas leves con medidas de cuidado personal, como lágrimas artificiales en gotas y geles para lubricar los ojos. Evitar el viento y las luces brillantes también puede servir de ayuda.
Los síntomas más intensos pueden requerir tratamiento con medicamentos denominados corticoides, como la metilprednisolona o la prednisona. Estos medicamentos pueden reducir la hinchazón detrás del globo ocular. Para controlar síntomas de moderados a intensos, se puede usar un medicamento llamado teprotumumab (Tepezza). Si estos medicamentos no alivian los síntomas de la oftalmopatía tiroidea, a veces se pueden usar otros medicamentos para tratar esta afección. Entre estos se incluyen tocilizumab (Actemra), rituximab (Rituxan) y micofenolato de mofetilo (CellCept).
En algunos casos, para tratar la oftalmopatía tiroidea se pueden requerir cirugías, incluidas las siguientes:
Cirugía de descompresión orbitaria. En esta cirugía, se extirpa el hueso que se encuentra entre la órbita del ojo y los senos paranasales. Este procedimiento quirúrgico puede mejorar la visión. También puede generar más espacio para que el ojo vuelva a su posición normal. Esta cirugía conlleva un riesgo de complicaciones. Si tienes visión doble antes de la cirugía, es posible que este problema no desaparezca después del procedimiento quirúrgico. Algunas personas desarrollan visión doble después de la cirugía.
Cirugía del músculo ocular. A veces, el tejido cicatricial de la oftalmopatía tiroidea puede causar el acortamiento de uno o más músculos del ojo. Esto afecta la alineación de los ojos y provoca visión doble. La cirugía del músculo ocular puede ayudar a corregir la visión doble al cortar el músculo del globo ocular e implantarlo nuevamente más atrás.