Hiperglucemia en la diabetes: causas, síntomas y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay diferentes opciones para su tratamiento

Muchos padecimientos no presentan síntomas o estos aparecen cuando ya es demasiado tarde, lo mejor es acudir al médico constantemente (Infobae/Jovani Pérez)

El nivel alto de glucosa en la sangre, también llamado hiperglucemia, afecta a las personas que tienen diabetes. Diversos factores pueden influir en la hiperglucemia de personas con diabetes. Entre ellos se encuentran la alimentación, la actividad física, las enfermedades y los medicamentos no relacionados con la diabetes. Saltarse dosis o no tomar suficiente cantidad de insulina u otros medicamentos para reducir la glucosa en la sangre también pueden provocar hiperglucemia.

Es importante tratar la hiperglucemia. Si no se trata, esta afección puede volverse grave y causar problemas graves de salud que podrían requerir atención médica de emergencia, incluido un coma diabético. La hiperglucemia persistente, incluso si no es grave, puede ocasionar complicaciones que afectan los ojos, los riñones, los nervios y el corazón.

Síntomas

La hiperglicemia no suele provocar síntomas hasta que el nivel de glucosa en la sangre es elevado (por encima de los 180 a 200 miligramos por decilitro > o de 10 a 11,1 milimoles por litro >).

Los síntomas de la hiperglucemia evolucionan lentamente durante el transcurso de varios días o semanas. Mientras más tiempo permanezcan altos los niveles de glucosa en la sangre, más graves pueden ser los síntomas. Sin embargo, algunas personas que tuvieron diabetes tipo 2 durante mucho tiempo no presentan síntomas a pesar de tener niveles altos de glucosa en la sangre.

Signos y síntomas iniciales

Reconocer los síntomas tempranos de la hiperglicemia ayuda a identificarla y tratarla de inmediato. Presta atención a lo siguiente:

Micción frecuente

Aumento de la sed

Visión borrosa

Sentirse débil o inusualmente cansado

Signos y síntomas posteriores

Si la hiperglucemia no se trata, puede favorecer la acumulación de ácidos tóxicos (cetonas) en la sangre y en la orina. Esta afección se denomina “cetoacidosis”. Los síntomas incluyen los siguientes:

Aliento con olor a fruta.

Sequedad en la boca.

Dolor abdominal.

Náuseas y vómitos.

Falta de aire.

Confusión.

Pérdida del conocimiento.

Cuándo debes consultar a un médico

Si tienes diarrea o vómitos constantes y no toleras alimentos ni líquidos

Si los niveles de glucosa en la sangre están siempre por encima de los 240 mg/dl (13,3 mmol/l ) y tienes síntomas de cetonas en la orina

Si tienes diarrea o vómitos constantes, pero puedes tolerar algunos alimentos o bebidas

Si tienes fiebre durante más de 24 horas

Si los niveles de glucosa sanguínea están siempre por encima de los 240 mg/dl (13,3 mmol/l ) a pesar del tratamiento y tienes síntomas de cetoacidosis

Si tienes dificultades para mantener el nivel de glucosa en la sangre dentro de los valores deseados

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)

Factores de riesgo

Entre los factores que pueden contribuir a la hiperglucemia se incluyen los siguientes:

No administrarse suficiente insulina o no consumir otros medicamentos para tratar la diabetes.

No inyectarse insulina correctamente o administrarse insulina vencida.

No seguir el plan de alimentación para la diabetes.

No realizar actividad física.

Tener una enfermedad o infección.

Consumir ciertos medicamentos, como esteroides o inmunosupresores.

Tener una lesión o someterse a una cirugía.

Experimentar estrés emocional, como problemas familiares o laborales.

Una enfermedad o el estrés pueden causar hiperglucemia debido a que las hormonas producidas por el organismo para combatir la enfermedad o el estrés también pueden hacer que aumente el nivel de glucosa en la sangre. Es posible que necesites un medicamento adicional para la diabetes para mantener la glucosa en sangre cerca del nivel objetivo durante una enfermedad o un episodio de estrés.

Diagnóstico

El proveedor de atención médica establecerá para ti el rango objetivo de glucosa sanguínea. Para muchas personas con diabetes, Mayo Clinic recomienda, por lo general, los siguientes niveles objetivo de glucosa en la sangre antes de las comidas:

Entre 80 y 120 miligramos por decilitro (mg/dl) (4,4 y 6,7 milimoles por litro >) para personas de 59 años o menos que no tengan otras afecciones más allá de la diabetes

Entre 100 y 140 mg/dl (5,6 y 7,8 mmol/l ) para:

personas mayores de 60 años;

personas con otras afecciones, como enfermedades cardíacas, pulmonares o renales;

personas con antecedentes de un nivel bajo de glucosa en la sangre (hipoglucemia) o que tengan dificultad para reconocer los síntomas de la hipoglucemia.

personas mayores de 60 años;

personas con otras afecciones, como enfermedades cardíacas, pulmonares o renales;

personas con antecedentes de un nivel bajo de glucosa en la sangre (hipoglucemia) o que tengan dificultad para reconocer los síntomas de la hipoglucemia.

Para muchas personas que tienen diabetes, la Asociación Americana de la Diabetes suele recomendar los siguientes niveles de glucosa en la sangre:

Entre 80 y 130 mg/dl (4,4 y 7,2 mmol/l ) antes de las comidas

Menos de 180 mg/dl (10 mmol/l ) antes de las comidas

El rango objetivo de glucosa en la sangre puede diferir, especialmente si estás embarazada o has tenido otros problemas de salud causados por la diabetes. Tu nivel esperado de glucosa en la sangre puede cambiar a medida que envejeces. A veces, puede resultar difícil alcanzar el rango objetivo de glucosa en la sangre.

Control de la glucosa sanguínea en el hogar

El control rutinario del nivel de glucosa sanguínea con un medidor de glucosa en sangre es la mejor manera de asegurarse de que el plan de tratamiento mantiene correctamente tu nivel de glucosa sanguínea dentro del rango objetivo. Controla tu glucosa sanguínea con la frecuencia recomendada por el proveedor de atención médica.

Si tienes algún síntoma de hiperglucemia grave, incluso si parece leve, verifica tu nivel de glucosa sanguínea de inmediato.

Si el nivel de glucosa sanguínea es de 240 mg/dl (13,3 mmol/l ) o superior, utiliza un kit de prueba de cetonas en la orina de venta libre. Si el resultado del análisis de orina es positivo, es posible que el organismo haya comenzado a hacer los cambios que pueden dar lugar a la cetoacidosis diabética. Habla con el proveedor de atención médica sobre cómo puedes disminuir tu nivel de glucosa sanguínea de manera segura.

Prueba de hemoglobina glucosilada A1c

Durante la cita, tu proveedor de atención médica puede realizar una prueba de hemoglobina glucosilada A1c. Este análisis de sangre indica tu nivel promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 2 a 3 meses. Consiste en medir el porcentaje de glucosa en la sangre unida a la proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos, llamada "hemoglobina".

Un nivel de 7 % o menor en la prueba de hemoglobina glucosilada A1c significa que el plan de tratamiento está funcionando y que tu nivel de glucosa en la sangre estuvo constantemente dentro de un rango saludable. Si tu nivel de hemoglobina glucosilada A1c es mayor que 7 %, tu nivel de glucosa en la sangre, en promedio, estuvo por encima de un rango saludable. En este caso, tu proveedor de atención médica puede recomendar un cambio en tu plan de tratamiento para la diabetes.

Para algunas personas, en especial los adultos mayores y las personas con ciertas enfermedades, un nivel de hemoglobina glucosilada A1c de 8 % o mayor puede ser adecuado.

La frecuencia con la que debes realizarte una prueba de hemoglobina glucosilada A1c depende del tipo de diabetes que tengas y cuán bien controlas tu nivel de glucosa en la sangre. La mayoría de las personas con diabetes se realiza esta prueba de 2 a 4 veces por año.

Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Europa Press)

Tratamiento

Tratamiento en el hogar

Habla con tu proveedor de atención médica sobre el control de la glucosa en la sangre. Aprende cómo los distintos tratamientos pueden ayudarte a mantener los niveles de glucosa dentro del rango objetivo. Tu proveedor de atención médica puede recomendarte lo siguiente:

Realiza actividad física. La práctica habitual de actividad física es una manera eficaz de controlar la glucosa en la sangre. Pero si tienes cetonas en la orina, no debes hacer ejercicio. Esto puede hacer que el nivel de glucosa en la sangre aumente aún más.

Toma los medicamentos como te indicaron. Si tienes episodios frecuentes de hiperglucemia, el proveedor de atención médica puede ajustar la dosis o el horario en que tomas el medicamento.

Respeta tu plan de alimentación para la diabetes. Ayuda comer porciones más pequeñas y evitar las bebidas azucaradas y los refrigerios frecuentes. Si tienes problemas para seguir tu plan de comidas, pide ayuda a tu proveedor de atención médica o dietista.

Controla tu nivel de glucosa en la sangre. Controla el nivel de glucosa en la sangre según lo indique tu proveedor de atención médica. Controla el nivel con más frecuencia si te encuentras enfermo o preocupado sobre un episodio de hiperglucemia o hipoglucemia grave.

Ajusta tu dosis de insulina. Los cambios realizados en tu programa de insulina o un suplemento de insulina de corta acción pueden ayudar a controlar la hiperglucemia. Un suplemento es una dosis adicional de insulina que se utiliza para ayudar a corregir temporalmente un nivel alto de glucosa en la sangre. Pregunta a tu proveedor de atención médica con qué frecuencia necesitas un suplemento de insulina si tienes un nivel alto de glucosa en la sangre.

Tratamiento de emergencia para hiperglicemia grave

Si tienes signos y síntomas de cetoacidosis diabética o estado hiperosmolar hiperglucémico, es posible que recibas tratamiento en la sala de emergencias o que ingreses en el hospital. (4p4) El tratamiento de emergencia puede disminuir el nivel de glucosa en la sangre hasta alcanzar un rango normal. Por lo general, el tratamiento incluye lo siguiente:

Sustitución de líquidos. Recibirás líquidos, normalmente por una vena (vía intravenosa), hasta que el cuerpo tenga los líquidos que necesita. Esto reemplaza los líquidos que perdiste a través de la orina. También ayuda a diluir el azúcar adicional en la sangre.

Sustitución de electrolitos. Los electrolitos son minerales que se encuentran en la sangre y que son necesarios para que los tejidos funcionen correctamente. La falta de insulina puede disminuir el nivel de electrolitos en la sangre. Recibirás electrolitos por vía intravenosa para ayudar a que el corazón, los músculos y las células nerviosas funcionen como deberían.

Terapia de insulina. La insulina revierte los procesos que provocan la acumulación de cetonas en el cuerpo. Junto con los líquidos y los electrolitos, recibirás un tratamiento con insulina, generalmente por vía intravenosa.

A medida que el cuerpo regrese a la normalidad, el proveedor de atención médica evaluará qué puede haber desencadenado la hiperglicemia grave. De acuerdo con las circunstancias, es posible que necesites pruebas y tratamiento adicionales.