Neuropatía periférica: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Dependiendo el tipo de síntoma que se presente, se puede conocer el nivel de gravedad de una padecimiento

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Muchas enfermedades no presentan signos o estos aparecen cuando ya es demasiado tarde, lo mejor es acudir al médico constantemente (Infobae/Jovani Pérez)
Muchas enfermedades no presentan signos o estos aparecen cuando ya es demasiado tarde, lo mejor es acudir al médico constantemente (Infobae/Jovani Pérez)

La neuropatía periférica, una consecuencia del daño a los nervios fuera del cerebro y la médula espinal (nervios periféricos), a menudo causa debilidad, entumecimiento y dolor, generalmente en las manos y los pies. También puede afectar a otras áreas y funciones corporales, como la digestión, la orina y la circulación.

El sistema nervioso periférico envía información desde el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) hacia el resto del cuerpo. Los nervios periféricos también envían información sensorial al sistema nervioso central.

La neuropatía periférica puede ser el resultado de lesiones traumáticas, infecciones, problemas metabólicos, causas hereditarias y exposición a toxinas. Una de las causas más comunes es la diabetes.

Las personas con neuropatía periférica, por lo general, describen el dolor como punzante, urente u hormigueante. En muchos casos, los síntomas mejoran, especialmente la causa es una afección que se puede tratar. Los medicamentos pueden reducir el dolor de la neuropatía periférica.

Síntomas

Cada nervio del sistema periférico tiene una función específica, por lo que los síntomas dependen del tipo de nervios afectados. Los nervios se clasifican de la siguiente manera:

Nervios sensoriales que reciben sensaciones a través de la piel, p. ej., la temperatura, el dolor, la vibración o el tacto

Nervios motores que controlan el movimiento muscular

Nervios autónomos que controlan funciones como la presión arterial, la traspiración, la frecuencia cardíaca, la digestión y el funcionamiento de la vejiga

Los signos y síntomas de la neuropatía periférica pueden incluir los siguientes:

Inicio gradual de entumecimiento, hormigueo o cosquilleo en los pies o las manos, que puede extenderse hacia arriba hasta las piernas y los brazos

Dolor agudo, punzante, pulsátil o urente

Sensibilidad extrema al tacto

Dolor durante las actividades que no deberían causar dolor, como el dolor en los pies al poner peso sobre ellos o cuando están debajo de una manta

Falta de coordinación y caídas

Debilidad muscular

Sensación de estar usando guantes o calcetines cuando no es así

Parálisis si los nervios motores están afectados

Si los nervios autónomos están afectados, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:

Intolerancia al calor

Sudoración excesiva (hiperhidrosis) o no poder sudar

Problemas intestinales, vesicales o digestivos

Reducción de la presión arterial que provoca mareos o desvanecimiento

La neuropatía periférica puede afectar a un nervio (mononeuropatía), a dos o más nervios en diferentes áreas (mononeuropatía múltiple), o a muchos nervios (polineuropatía). El síndrome del túnel carpiano es un ejemplo de mononeuropatía. La mayoría de las personas con neuropatía periférica tienen polineuropatía.

Cuándo debes consultar con un médico

Busca atención médica de inmediato si notas hormigueo, debilidad o dolor inusuales en las manos o los pies. El diagnóstico y el tratamiento tempranos ofrecen la mejor probabilidad para controlar los síntomas y evitar daños adicionales a los nervios periféricos.

 Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la neuropatía periférica incluyen los siguientes:

Diabetes, especialmente si tus niveles de azúcar están mal controlados

Abuso del alcohol

Deficiencias vitamínicas, en particular de vitaminas B

Infecciones, como la enfermedad de Lyme, herpes zóster, virus de Epstein-Barr, hepatitis B y C y VIH

Enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoide y el lupus, en las cuales el sistema inmunitario ataca los propios tejidos

Trastornos renales, hepáticos o tiroideos

Exposición a toxinas

Movimiento repetitivo, como los que se realizan para ciertos trabajos

Antecedentes familiares de neuropatía

Diagnóstico

La neuropatía periférica tiene muchas causas posibles. Además de un examen físico, que puede incluir análisis de sangre, el diagnóstico generalmente requiere lo siguiente:

Antecedentes médicos completos. El médico revisará tus antecedentes médicos, incluidos tus síntomas, estilo de vida, exposición a toxinas, hábitos de consumo de alcohol y antecedentes familiares de enfermedades del sistema nervioso (neurológicas).

Examen neurológico. El médico podría revisar tus reflejos tendinosos, tu fuerza y tono muscular, tu capacidad para sentir ciertas sensaciones y tu postura y coordinación.

Pruebas

El médico puede solicitar las siguientes pruebas:

Análisis de sangre. Permiten detectar deficiencias vitamínicas, diabetes, función inmunitaria anormal y otros indicios de afecciones que pueden causar neuropatía periférica.

Pruebas por imágenes. Las tomografías computarizadas o resonancias magnéticas pueden buscar hernias de disco, nervios pinzados (comprimidos), tumores u otras anomalías que afecten los vasos sanguíneos y los huesos.

Análisis de función nerviosa. La electromiografía registra la actividad eléctrica en los músculos para detectar daño en los nervios. Se inserta una aguja fina (electrodo) en el músculo para medir la actividad eléctrica a medida que contraes el músculo. Mientras el médico o un técnico de electromiografía obtiene una electromiografía, normalmente hace un estudio de conducción nerviosa. Se colocan electrodos planos en la piel y una corriente eléctrica de bajo voltaje estimula los nervios. El médico registrará las respuestas de los nervios a la corriente eléctrica.

Otras pruebas de la función nerviosa. Pueden incluir una detección de reflejos autonómicos que registre cómo funcionan las fibras nerviosas autónomas, una prueba de sudor que mida la capacidad del cuerpo para sudar y pruebas sensoriales que registren cómo se siente el tacto, la vibración, el enfriamiento y el calor.

Biopsia del nervio. Esto implica la extirpación de una pequeña porción de un nervio, generalmente un nervio sensorial, para buscar anomalías.

Biopsia de piel. El médico extrae una pequeña porción de piel para buscar una reducción en las terminaciones nerviosas.

 Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (UNAM)
Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (UNAM)

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento son controlar la afección que causa la neuropatía y aliviar los síntomas. Si tus análisis de laboratorio no indican una afección preexistente, tu médico podría recomendar una conducta de espera para determinar si la neuropatía mejora.

Medicamentos

Además de los medicamentos utilizados para tratar las afecciones asociadas con la neuropatía periférica, los medicamentos utilizados para aliviar los signos y síntomas de la neuropatía periférica incluyen:

Analgésicos. Los analgésicos de venta libre, como los antiinflamatorios no esteroides, pueden aliviar los síntomas leves. Para síntomas más graves, el médico podría recetarte otros analgésicos. Los medicamentos que contienen opioides, como tramadol (Conzip, Ultram, entre otros) u oxicodona (Oxycontin, Roxicodone, entre otros), pueden provocar dependencia y adicción, por lo que estos fármacos generalmente se recetan solo cuando otros tratamientos fracasan.

Medicamentos anticonvulsivos. Los medicamentos como gabapentina (Gralise, Neurontin, Horizant) y pregabalina (Lyrica), creados para tratar la epilepsia, pueden aliviar el dolor de los nervios. Los efectos secundarios pueden incluir somnolencia y mareos.

Tratamientos tópicos. La crema de capsaicina, que contiene una sustancia que se encuentra en los pimientos picantes (chiles, ajíes), puede causar mejorías moderadas en los síntomas de neuropatía periférica. Puedes sentir ardor e irritación en la piel donde te aplicas la crema, pero esto generalmente disminuye con el tiempo. Sin embargo, algunas personas no pueden tolerarlo. Los parches de lidocaína son otro tratamiento que se aplica a la piel y que puede ofrecer alivio del dolor. Los efectos secundarios pueden incluir somnolencia, mareos y entumecimiento en la zona del parche.

Antidepresivos. Se ha descubierto que ciertos antidepresivos tricíclicos, como amitriptilina, doxepina (Silenor, Zonalon) y nortriptilina (Pamelor), ayudan a aliviar el dolor al interferir en los procesos químicos del cerebro y de la médula espinal que causan dolor. La duloxetina (Cymbalta, Drizalma Sprinkle), que funciona como inhibidor de la recaptación de serotonina y norepinefrina y los antidepresivos de liberación prolongada venlafaxina (Effexor XR) y desvenlafaxina (Pristiq) también pueden aliviar el dolor de la neuropatía periférica causada por la diabetes. Los efectos secundarios de los antidepresivos pueden incluir sequedad en la boca, náuseas, somnolencia, mareos, cambios en el apetito, aumento de peso y estreñimiento.

Terapias

Existen diversas terapias y procedimientos que pueden ayudar a aliviar los signos y síntomas de la neuropatía periférica.

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea . Los electrodos que se colocan en la piel proporcionan una corriente eléctrica suave a diferentes frecuencias. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea debe aplicarse por 30 minutos diarios durante aproximadamente un mes.

Intercambio de plasma e inmunoglobulina intravenosa. Estos procedimientos, que ayudan a suprimir la actividad del sistema inmunitario, podrían beneficiar a las personas con ciertas afecciones inflamatorias. El intercambio de plasma consiste en extraer la sangre, luego extraer anticuerpos y otras proteínas de la sangre y reintroducir la sangre en el cuerpo. En la terapia de inmunoglobulina, recibes altos niveles de proteínas que funcionan como anticuerpos (inmunoglobulinas).

Fisioterapia. Si tienes debilidad muscular, la fisioterapia puede ayudarte a mejorar tus movimientos. Es posible que también necesites aparatos ortopédicos para las manos o los pies, un bastón, un andador o una silla de ruedas.

Cirugía. Si tienes neuropatías provocadas por presión sobre los nervios, como la presión de los tumores, es posible que necesites cirugía para reducir la presión.

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