Demencia vascular: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Para tratar un padecimiento hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

En muchas ocasiones no se sabe que se padece una enfermedad hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

La demencia vascular es un término general que describe problemas con el razonamiento, la planificación, el juicio, la memoria y otros procesos mentales provocados por el daño cerebral a causa de la disminución del flujo sanguíneo al cerebro.

Puedes padecer demencia vascular después de que un accidente cerebrovascular obstruye una arteria en el cerebro, pero los accidentes cerebrovasculares no siempre causan demencia vascular. Que un accidente cerebrovascular afecte tu pensamiento y razonamiento depende de la gravedad y la ubicación del accidente cerebrovascular. La demencia vascular también puede producirse como resultado de otros trastornos que dañan los vasos sanguíneos y disminuyen la circulación, lo que priva al cerebro del oxígeno y los nutrientes vitales.

Los factores que aumentan el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca y un accidente cerebrovascular, incluidos la diabetes, la presión arterial alta, el colesterol alto y el cigarrillo, también aumentan el riesgo de padecer demencia vascular. Controlar estos factores puede ayudar a disminuir tus probabilidades de padecer demencia vascular.

Síntomas

Los síntomas de la demencia vascular varían, según la parte del cerebro donde disminuye el flujo sanguíneo. Los síntomas suelen coincidir con los de otros tipos de demencia, en especial con la demencia de la enfermedad de Alzheimer. Pero a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, los síntomas más importantes de la demencia vascular tienden a implicar la velocidad del pensamiento y la resolución de problemas en lugar de la pérdida de memoria.

Entre los signos y síntomas de la demencia vascular se incluyen los siguientes:

Desorientación

Dificultad para prestar atención y concentrarse

Capacidad reducida para organizar pensamientos o acciones

Deterioro en la capacidad para analizar una situación, desarrollar un plan eficaz y comunicar ese plan a otros

Lentitud al razonar

Dificultad con la organización

Dificultad para decidir qué hacer a continuación

Problemas con la memoria

Intranquilidad y agitación

Marcha inestable

Deseo repentino y frecuente de orinar o incapacidad para controlar la micción

Depresión o apatía

Los síntomas de la demencia vascular pueden ser más obvios cuando suceden de repente después de un accidente cerebrovascular. Cuando los cambios en el pensamiento y el razonamiento parecen estar claramente vinculados con un accidente cerebrovascular, en ocasiones esta afección se denomina demencia posterior a un accidente cerebrovascular.

A veces, un patrón característico de los síntomas de demencia vascular sigue una serie de accidentes cerebrovasculares o mini accidentes cerebrovasculares. Los cambios en los procesos mentales suceden en pasos evidentes decrecientes a partir del nivel de funcionamiento anterior a diferencia del deterioro gradual y continuo que suele suceder en la demencia de la enfermedad de Alzheimer.

Sin embargo, la demencia vascular también puede desarrollarse muy progresivamente, como la demencia de la enfermedad de Alzheimer. Además, la enfermedad vascular y la enfermedad de Alzheimer suelen ocurrir juntas.

En estudios se ha demostrado que muchas personas con demencia e indicios de enfermedad vascular cerebral también tienen enfermedad de Alzheimer.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Christin Klose/dpa)

Factores de riesgo

Por lo general, los factores de riesgo para la demencia vascular son iguales a aquellos de la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular. Los factores de riesgo para la demencia vascular incluyen los siguientes:

Edad avanzada. El riesgo de tener demencia vascular aumenta a medida que se envejece. El trastorno es poco frecuente antes de los 65 años de edad y aparece con más frecuencia hacia los 90 años.

Historia clínica de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares o mini accidentes cerebrovasculares. Si has tenido un ataque cardíaco puedes tener mayor riesgo de presentar problemas en los vasos sanguíneos del cerebro. El daño cerebral que se produce durante un accidente cerebrovascular o un mini accidente cerebrovascular (accidente isquémico transitorio) puede aumentar el riesgo de manifestar demencia.

Envejecimiento anormal de los vasos sanguíneos (ateroesclerosis). Esta afección se produce cuando los depósitos de colesterol y otras sustancias (placas) se acumulan en las arterias y estrechan los vasos sanguíneos. La ateroesclerosis puede aumentar el riesgo de sufrir demencia vascular al reducir el flujo sanguíneo que nutre al cerebro.

Colesterol alto. Los niveles elevados de colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL), el colesterol “malo”, se asocian con un aumento del riesgo de tener demencia vascular.

Presión arterial alta. Cuando la presión arterial es muy alta, somete a los vasos sanguíneos a un exceso de estrés en todas las partes del cuerpo, incluso el cerebro. Esto aumenta el riesgo de tener problemas vasculares en el cerebro.

Diabetes. Los niveles altos de glucosa dañan los vasos sanguíneos del cuerpo. El daño de los vasos sanguíneos del cerebro puede aumentar el riesgo de tener un accidente cerebrovascular y demencia vascular.

Tabaquismo. El tabaquismo daña de forma directa los vasos sanguíneos, lo cual aumenta el riesgo de presentar ateroesclerosis y otras enfermedades circulatorias, entre las que se incluye la demencia vascular.

Obesidad. El sobrepeso es un factor de riesgo conocido para las enfermedades vasculares en general y, por lo tanto, se presume que aumenta el riesgo de tener demencia vascular.

Fibrilación auricular. Cuando se produce este ritmo cardíaco anormal, las cámaras superiores del corazón comienzan a latir de forma rápida e irregular, sin coordinación con las cámaras inferiores del corazón. La fibrilación auricular aumenta el riesgo de tener un accidente cerebrovascular, ya que genera la formación de coágulos de sangre en el corazón que se pueden romper y llegar a los vasos sanguíneos del cerebro.

Diagnóstico

Casi siempre, los médicos pueden determinar la presencia de demencia pero no hay pruebas específicas que confirmen la demencia vascular. El médico llegará a una conclusión sobre la probabilidad de que tus síntomas sean causados por la demencia vascular según la información que le proporciones, tus antecedentes de accidente cerebrovascular o trastornos del corazón o los vasos sanguíneos y los resultados de los análisis que pueden ayudar a aclarar el diagnóstico.

Análisis de laboratorio

Si tu historia clínica no contiene valores recientes sobre indicadores clave de la salud del corazón y de los vasos sanguíneos, el médico comprobará lo siguiente:

Presión arterial

Colesterol

Azúcar en la sangre

También podrá solicitar pruebas para descartar otras causas posibles de pérdida de memoria y desorientación, como las siguientes:

Trastornos tiroideos

Deficiencias vitamínicas

Examen neurológico

Es probable que el médico examine tu salud neurológica general a través del control de lo siguiente:

reflejos;

tono y fuerza muscular y qué diferencias o semejanzas hay entre la fuerza de un lado del cuerpo y la del otro;

tu capacidad para levantarte de una silla y caminar por la habitación;

sentido del tacto y de la vista;

coordinación;

equilibrio.

Imágenes del cerebro

Con las imágenes del cerebro se pueden precisar anomalías visibles provocadas por accidentes cerebrovasculares, enfermedades de los vasos sanguíneos, tumores o traumatismos que pueden provocar cambios en el pensamiento y el razonamiento. Un estudio por imágenes del cerebro ayuda al médico a centrarse en las causas más probables de los síntomas y descartar otras causas.

Algunos procedimientos con imágenes del cerebro que el médico puede recomendarte como ayuda para diagnosticar la demencia vascular son los siguientes:

Imágenes por resonancia magnética. Una resonancia magnética emplea ondas de radio y un campo magnético poderoso para producir imágenes detalladas del cerebro. Debes recostarte sobre una camilla que se desliza dentro de un equipo de resonancia magnética con forma de tubo que produce ruidos intensos de golpeteos mientras genera las imágenes. La resonancia magnética no causa dolor, pero algunas personas sienten claustrofobia dentro del equipo y se alteran por el ruido. Las resonancias magnéticas, por lo general, son las pruebas por imágenes preferidas porque pueden proporcionar incluso más detalles que las tomografías computarizadas acerca de accidentes cerebrovasculares, pequeños accidentes cerebrovasculares y anomalías en los vasos sanguíneos y son la mejor opción para evaluar la demencia vascular.

Exploración por tomografía computarizada. Para hacerte una tomografía computarizada, te recostarás sobre una camilla que se desliza dentro de una cámara pequeña. Las radiografías atraviesan el cuerpo desde varios ángulos y una computadora utiliza esta información para crear imágenes trasversales detalladas (cortes) del cerebro. Una tomografía computarizada proporciona información acerca de la estructura del cerebro, indica si alguna región redujo su tamaño y detecta evidencia de un accidente cerebrovascular, pequeño accidente cerebrovascular (accidente isquémico transitorio), cambios en los vasos sanguíneos o tumores.

Pruebas neuropsicológicas

Este tipo de prueba evalúa tu capacidad para hacer lo siguiente:

Hablar, escribir y entender el idioma

Trabajar con números

Aprender y recordar información

Elaborar un plan de acción y resolver un problema

Responder de forma efectiva a situaciones hipotéticas

Las pruebas neuropsicológicas pueden presentar resultados característicos para aquellas personas que tienen distintos tipos de demencia. Las personas con demencia vascular pueden tener mucha dificultad al analizar un problema y elaborar una solución efectiva.

Es menos probable que tengan problemas para aprender y recordar información nueva que las personas con demencia a causa de la enfermedad de Alzheimer, a menos que los problemas que tienen en los vasos sanguíneos afecten regiones cerebrales específicas que son importantes para la memoria. Sin embargo, los resultados de los exámenes suelen coincidir para las personas con demencia vascular y aquellas que presentan los cambios cerebrales de la enfermedad de Alzheimer.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (Europa Press)

Tratamiento

El tratamiento se suele centrar en el control de las enfermedades y los factores de riesgo que contribuyen con la demencia vascular.

Controlar las enfermedades que afectan la salud de base del corazón y los vasos sanguíneos puede en ocasiones disminuir la velocidad en la cual se empeora la demencia vascular y a veces también puede prevenir el futuro declive. Según la situación individual, es posible que el médico te recete medicamentos para lo siguiente:

Reducir la presión arterial

Reducir el nivel de colesterol

Prevenir la coagulación de la sangre y mantener las arterias despejadas

Ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre si tienes diabetes