El síndrome de hiperestimulación ovárica es una respuesta exagerada al exceso de hormonas. Generalmente ocurre en mujeres que reciben medicamentos hormonales inyectables para estimular la formación de óvulos en los ovarios. El síndrome de hiperestimulación ovárica (OHSS, por sus siglas en inglés) hace que los ovarios se hinchen y se vuelvan dolorosos.
El síndrome de hiperestimulación ovárica puede ocurrir en mujeres que se someten a fertilización in vitro o inducción de la ovulación con medicamentos inyectables. Con menos frecuencia, el síndrome de hiperestimulación ovárica ocurre durante los tratamientos para la fertilidad que emplean medicamentos que se administran por vía oral, como el clomifeno.
El tratamiento depende de la gravedad de la afección. El síndrome de hiperestimulación ovárica puede mejorar por sí solo en los casos leves, mientras que los casos graves pueden requerir hospitalización y tratamiento adicional.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica a menudo comienzan dentro de una semana después de usar medicamentos inyectables para estimular la ovulación, aunque a veces puede tomar dos semanas o más que aparezcan los síntomas. Los síntomas pueden variar de leves a graves y pueden empeorar o mejorar con el tiempo.
Síndrome de hiperestimulación ovárica de leve a moderado
Los síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica de leve a moderada pueden incluir los siguientes:
Dolor abdominal de leve a moderado
Hinchazón abdominal o aumento del tamaño de la cintura
Náuseas
Vómitos
Diarrea
Sensibilidad en el área de los ovarios
Algunas mujeres que usan medicamentos inyectables para promover la fertilidad padecen una forma leve de síndrome de hiperestimulación ovárica . Esto generalmente desaparece después de una semana. Sin embargo, si ocurre un embarazo, los síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica pueden empeorar y durar de varios días a semanas.
Síndrome de estimulación ovárica grave
Si padeces el síndrome de hiperestimulación ovárica grave, podrías tener:
Rápido aumento de peso, más de 1 kilogramo (2,2 libras) cada 24 horas
Dolor abdominal intenso
Náuseas y vómitos graves y persistentes
Coágulos sanguíneos
Disminución de la orina
Falta de aliento
Abdomen duro o distendido
Cuándo debes consultar a un médico
Si recibes tratamientos para la fertilidad y tienes síntomas del síndrome de hiperestimulación ovárica, infórmaselo al proveedor de atención médica. Incluso si tienes un caso leve de síndrome de hiperestimulación ovárica , el proveedor de atención médica querrá observarte para detectar un aumento repentino de peso o síntomas que empeoren.
Comunícate con el proveedor de atención médica de inmediato si tiene problemas respiratorios o dolor en las piernas durante el tratamiento para la fertilidad. Esto puede indicar una situación urgente que requiere atención médica inmediata.
Factores de riesgo
Algunas veces, el síndrome de hiperestimulación ovárica ocurre en mujeres sin ningún factor de riesgo. Sin embargo, se sabe que los factores que incrementan el riesgo de síndrome de hiperestimulación ovárica incluyen:
Síndrome de ovario poliquístico: un trastorno reproductivo común que causa períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y apariencia inusual de los ovarios en la ecografía
Gran cantidad de folículos
Edad menor de 35 años
Peso corporal bajo
Nivel alto o en aumento de estradiol (estrógeno) antes de una inyección de gonadotropina coriónica humana
Episodios previos de síndrome de hiperestimulación ovárica
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de hiperestimulación ovárica puede basarse en lo siguiente:
Un examen físico. El proveedor de atención médica intentará determinar si aumentó tu peso o el tamaño de tu cintura y si tuviste dolor abdominal.
Una ecografía. Si tienes síndrome de hiperestimulación ovárica , una ecografía puede revelar que tus ovarios son más grandes de lo habitual, con quistes grandes llenos de líquido en el lugar donde se desarrollaron los folículos. Durante el tratamiento con medicamentos para promover la fertilidad, el proveedor de atención médica evalúa regularmente tus ovarios con una ecografía transvaginal.
Un análisis de sangre. Ciertos análisis de sangre le permiten al proveedor de atención médica verificar si hay anomalías en tu sangre y si tu función renal está alterada debido al síndrome de hiperestimulación ovárica .
Tratamiento
El síndrome de hiperestimulación ovárica por lo general se resuelve por sí solo en un período de 1 o 2 semanas, o tal vez un poco más si estás embarazada. El objetivo del tratamiento es hacerte sentir cómoda, disminuir la actividad de los ovarios y evitar las complicaciones.
Casos leves a moderados de síndrome de hiperestimulación ovárica
El síndrome de hiperestimulación ovárica leve generalmente se resuelve por sí solo. El tratamiento para el síndrome de hiperestimulación ovárica moderada puede consistir en lo siguiente:
Aumento de la ingesta de líquidos
Exploraciones físicas y ecografías frecuentes
Mediciones de cintura y tomas de peso a diario para comprobar si hay cambios drásticos
Mediciones de la cantidad de orina que produces cada día
Análisis de sangre para controlar la deshidratación, el desequilibrio electrolítico y otros problemas
Drenaje del exceso de líquido abdominal mediante una aguja insertada en la cavidad abdominal
Medicamentos para prevenir coágulos sanguíneos (anticoagulantes)
Casos graves de síndrome de hiperestimulación ovárica
Con el síndrome de hiperestimulación ovárica grave, es posible que sea necesario hospitalizarte para controlarte y someterte a un tratamiento agresivo, que incluirá líquidos por vía intravenosa. El proveedor de atención médica puede recetarte un medicamento llamado cabergolina para aliviar los síntomas. Algunas veces, el proveedor también puede indicarte otros medicamentos, como el antagonista de la hormona liberadora de gonadotropinas (Gn-RH) o el letrozol (Femara), para ayudar a inhibir la actividad ovárica.
Las complicaciones graves pueden requerir tratamientos adicionales, como cirugía por causa de la rotura de un quiste ovárico o cuidados intensivos por complicaciones hepáticas o pulmonares. También puedes necesitar medicamentos anticoagulantes para disminuir el riesgo de formación de coágulos de sangre en las piernas.