Los espolones óseos son protuberancias óseas que aparecen a lo largo de los bordes de los huesos. Los espolones óseos (osteofitos), a menudo, se forman donde los huesos se unen unos con otros, en las articulaciones. También pueden formarse en los huesos de la columna vertebral.
La principal causa de los espolones óseos es el daño en las articulaciones asociado con la osteoartritis. La mayoría de los espolones óseos no producen síntomas y pueden pasar inadvertidos durante años. Es probable que no requieran tratamiento. Si se requiere tratamiento, este dependerá de dónde se encuentren ubicados los espolones y cómo afectan tu salud.
Síntomas
La mayoría de los espolones óseos no causan signos ni síntomas. Es posible que no te des cuenta de que tienes espolones óseos hasta que una radiografía que te hagas por otra afección revele esos crecimientos. Sin embargo, en algunos casos, los espolones óseos pueden provocar dolor y pérdida de movimiento de las articulaciones.
Los síntomas específicos dependen de dónde se encuentren los espolones óseos. Por ejemplo:
Rodilla. Los espolones óseos de la rodilla pueden causar dolor al extender o doblar la pierna.
Columna vertebral. En las vértebras, los espolones óseos pueden reducir el espacio donde se encuentra la médula espinal. Esos espolones óseos pueden comprimir la médula espinal o sus raíces nerviosas y pueden provocar debilidad o entumecimiento en los brazos o en las piernas.
Cadera. Los espolones óseos pueden generar dolor cuando mueves la cadera, aunque es posible que sientas el dolor en la rodilla. Según dónde se ubiquen, los espolones óseos pueden disminuir la amplitud de movimiento de la articulación de la cadera.
Cuándo consultar al médico
Pide una cita con tu médico si tienes dolor o hinchazón en una o más articulaciones, o si te resulta difícil mover una articulación.
Factores de riesgo
El riesgo de tener osteofitos es mayor en las personas que tienen artritis.
Diagnóstico
Durante la exploración física, el médico puede palpar alrededor de la articulación para localizar el dolor. El médico también puede pedirte radiografías u otras pruebas de diagnóstico por imágenes para ver las articulaciones y los huesos.
Tratamiento
Si los espolones óseos te causan dolor, el médico puede recomendarte analgésicos de venta libre, como paracetamol (acetaminofeno) (Tylenol u otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o naproxeno sódico (Aleve u otros).