Síndrome de las piernas inquietas: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Dependiendo el tipo de síntoma que se presente, se puede conocer el nivel de gravedad de una padecimiento

Existen distintas formas para diagnosticar este padecimiento (Infobae/Jovani Pérez)

El síndrome de las piernas inquietas es una afección que causa una necesidad incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad. Suele ocurrir por la tarde o la noche cuando estás sentado o recostado. El movimiento alivia temporalmente la sensación desagradable.

El síndrome de las piernas inquietas, también conocido como la enfermedad de Willis-Ekbom, comienza a cualquier edad y generalmente empeora con la edad. Puede interrumpir el sueño, lo que interfiere en las actividades diarias.

Medidas sencillas de cuidado personal y cambios en el estilo de vida pueden ayudar a aliviar los síntomas. Los medicamentos también ayudan a muchas personas con el síndrome de las piernas inquietas .

Síntomas

El principal síntoma es la necesidad de mover las piernas. Las características acompañantes comunes del síndrome de las piernas inquietas incluyen, entre otras:

Sensaciones que comienzan durante el descanso. Por lo general, la sensación comienza después de haber estado acostado o sentado durante periodos prolongados (por ejemplo, en un automóvil, en un avión o en el cine).

Alivio con el movimiento. La sensación del síndrome de las piernas inquietas disminuye con el movimiento, como estirar las piernas, sacudir las piernas, pasear o caminar.

Los síntomas empeoran por la noche. Los síntomas aparecen principalmente de noche.

Movimientos involuntarios en las piernas por la noche. El síndrome de las piernas inquietas puede estar asociado a otra afección más común llamada movimiento periódico de las extremidades durante el sueño, que hace que muevas las piernas y patees, posiblemente durante la noche, mientras duermes.

La gente suele describir los síntomas del síndrome de las piernas inquietas como sensaciones intensas y desagradables en las piernas o los pies. Suelen ocurrir en ambos lados del cuerpo. Con menor frecuencia, estas sensaciones se presentan en los brazos.

Las sensaciones, que generalmente ocurren más bien dentro de la extremidad que sobre la piel, se describen como:

Cosquilleo

Hormigueo

Tirones

Sensación pulsátil

Dolor

Picazón

Sensación de choque eléctrico

A veces, las sensaciones son difíciles de explicar. Las personas con síndrome de las piernas inquietas no suelen describir la afección como un calambre o entumecimiento muscular. Sin embargo, es frecuente que la describan como un deseo intenso de mover las piernas.

Es frecuente que los síntomas varíen en cuanto a la intensidad. A veces, los síntomas desaparecen por periodos de tiempo y luego vuelven a aparecer.

Cuándo consultar al médico

Algunas personas con el síndrome de las piernas inquietas nunca buscan atención médica porque les preocupa que no se les tome en serio. Pero el síndrome de las piernas inquietas puede interferir con el sueño, causar somnolencia durante el día y afectar a la calidad de vida. Habla con el proveedor de atención médica si crees que puedes tener este síndrome .

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Christin Klose/dpa)

Factores de riesgo

El síndrome de las piernas inquietas puede manifestarse a cualquier edad, incluso durante la infancia. La afección es más frecuente a medida que avanza la edad y es más común en las mujeres que en los hombres.

Usualmente, el síndrome de las piernas inquietas no está relacionado con una enfermedad grave subyacente. Sin embargo, a veces viene acompañado de otras afecciones, como las siguientes:

Neuropatía periférica. En ocasiones, este daño a los nervios de las manos y los pies se debe a enfermedades crónicas, como la diabetes y el alcoholismo.

Deficiencia de hierro. Aun sin anemia, la deficiencia de hierro puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas . Si tienes antecedentes de sangrado estomacal o intestinal, tienes períodos menstruales abundantes o donas sangre con frecuencia, es posible que tengas deficiencia de hierro.

Insuficiencia renal. Si tienes insuficiencia renal, también puedes tener deficiencia de hierro, a menudo con anemia. Cuando los riñones no funcionan correctamente, las reservas de hierro en la sangre pueden disminuir. Esto, junto con otros cambios en la química del cuerpo, puede causar o empeorar el síndrome de las piernas inquietas .

Afecciones de la médula espinal. Se ha relacionado a las lesiones en la médula espinal como resultado de un daño o una lesión con el síndrome de las piernas inquietas . Si recibiste anestesia en la médula espinal, como bloqueo espinal, también aumenta el riesgo de desarrollar el síndrome de las piernas inquietas .

Enfermedad de Parkinson. Las personas que tienen la enfermedad de Parkinson y que toman determinados medicamentos llamados agonistas dopamínicos tienen un mayor riesgo de presentar el síndrome de las piernas inquietas .

Diagnóstico

El proveedor de atención médica tomará tus antecedentes médicos y te pedirá que describas tus síntomas. El diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas se basa en los siguientes criterios establecidos por el Grupo Internacional de Estudio sobre el Síndrome de las Piernas Inquietas:

Tienes una fuerte y, a menudo, irresistible necesidad de mover las piernas, generalmente acompañado de sensaciones incómodas.

Los síntomas aparecen o empeoran cuando estás en reposo, ya sea sentado o acostado.

Puedes aliviar parcial o temporalmente los síntomas realizando alguna actividad como caminar o estirarte.

Los síntomas empeoran por la noche.

Los síntomas no pueden explicarse únicamente con otra afección médica o conductual.

Es posible que el proveedor de atención médica realice una exploración física y otra neurológica. Es posible que se pidan análisis de sangre, en particular para la deficiencia de hierro, para descartar otras posibles causas de tus síntomas.

Además, es posible que el proveedor de atención médica te remita a un especialista del sueño. Esto puede implicar quedarte a dormir una noche y realizarte un estudio en una clínica del sueño, en caso de que se sospeche la presencia de otro trastorno del este tipo, como la apnea del sueño. Sin embargo, el diagnóstico del síndrome de las piernas inquietas no suele requerir un estudio del sueño.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (Getty Images)

Tratamiento

A veces, el tratamiento de una afección subyacente, como la deficiencia de hierro, alivia en gran medida los síntomas del síndrome de las piernas inquietas . La corrección de una deficiencia de hierro puede implicar la administración de suplementos de hierro por vía oral o intravenosa. Sin embargo, solo debes tomar suplementos de hierro con supervisión médica y después de que el proveedor haya controlado tu nivel de hierro en sangre.

Si tienes el síndrome de las piernas inquietas sin una afección asociada, el tratamiento se centra en cambios en el estilo de vida. Si eso no funciona, es posible que el proveedor de atención médica te recete medicamentos.

Medicamentos

Varios medicamentos de venta con receta médica, la mayoría de los cuales se desarrollaron para tratar otras enfermedades, están disponibles para reducir la agitación en las piernas. Estos incluyen los siguientes:

Medicamentos que aumentan el nivel de dopamina en el cerebro. Estos medicamentos afectan los niveles del neurotransmisor dopamina en el cerebro. La rotigotina (Neupro) y el pramipexol (Mirapex) están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento del síndrome de las piernas inquietas de moderado a grave. Los efectos secundarios a corto plazo de estos medicamentos suelen ser leves e incluyen náuseas, aturdimiento y fatiga. Sin embargo, también pueden causar trastornos de control de los impulsos, como el juego compulsivo y la somnolencia diurna.

Medicamentos que afectan los canales de calcio. Ciertos medicamentos, como la gabapentina (Neurontin, Gralise), la gabapentina enacarbilo (Horizant) y la pregabalina (Lyrica), son eficaces para algunas personas con el síndrome de las piernas inquietas .

Relajantes musculares y medicamentos para dormir. Estos medicamentos ayudan a dormir mejor por la noche, pero no eliminan la sensación en las piernas y pueden causar somnolencia durante el día. Generalmente, estos medicamentos solo se administran si ningún otro tratamiento proporciona alivio.

Opioides. Los medicamentos narcóticos se utilizan principalmente para aliviar los síntomas fuertes, pero pueden ser adictivos si se usan en dosis altas. Algunos ejemplos son el tramadol (Ultram, ConZip), la codeína, la oxicodona (Oxycontin, Roxicodone u otros) y la hidrocodona (Hysingla ER).

Es posible que lleve varios intentos para que tú y el proveedor de atención médica encuentren el medicamento adecuado o la combinación de medicamentos que mejor se adapten a ti.

Precauciones sobre los medicamentos

A veces, los medicamentos que afectan la dopamina, que funcionaron durante un tiempo para aliviar el síndrome de las piernas inquietas , se vuelven ineficaces, o tal vez observes que los síntomas reaparecen antes durante el día o que afectan a los brazos. Esto se denomina potenciación farmacológica. Es posible que el proveedor de atención médica sustituya el medicamento por otro para solucionar el problema.

La mayoría de los fármacos que se recetan para tratar el síndrome de las piernas inquietas no se recomiendan durante el embarazo. En cambio, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende técnicas de cuidado personal para aliviar los síntomas. Sin embargo, si la sensación es particularmente molesta durante el último trimestre, es posible que el médico apruebe el uso de ciertos medicamentos.

Algunos medicamentos podrían empeorar los síntomas del síndrome de las piernas inquietas . Estos incluyen algunos antidepresivos, algunos medicamentos antipsicóticos, algunos medicamentos contra las náuseas y algunos medicamentos para el resfriado y la alergia. El proveedor de atención médica puede recomendarte que trates de evitar esos medicamentos. Sin embargo, si necesitas tomarlos, habla con el médico sobre la posibilidad de agregar medicamentos para ayudar a controlar el síndrome de las piernas inquietas .