Sarcoma: cuáles son sus síntomas, causas y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay distintas opciones para su tratamiento

En muchas ocasiones no se sabe que se tiene un padecimiento hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

El sarcoma es un tipo de cáncer que puede ocurrir en distintas partes del cuerpo.

Sarcoma es el término general para un amplio grupo de tipos de cáncer que se origina en los huesos y en los tejidos blandos (también llamados conectivos) del cuerpo (sarcoma de tejido blando). El sarcoma de tejido blando se forma en los tejidos que conectan, sostienen y recubren otras estructuras del cuerpo. Comprenden los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos, los nervios, los tendones y el revestimiento de las articulaciones.

Existen más de 70 tipos de sarcoma. El tratamiento para el sarcoma varía según el tipo de sarcoma, la ubicación y otros factores.

Síntomas

Los signos y síntomas del sarcoma incluyen:

Una protuberancia que se siente a través de la piel, que puede ser dolorosa o no

Dolor de huesos

La fractura inesperada de un hueso, como después de una lesión menor o sin ninguna lesión

Dolor abdominal

Pérdida de peso

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer sarcoma comprenden:

Síndromes heredados. Algunos síndromes que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer se pueden transmitir de padres a hijos. Algunos ejemplos de síndromes que aumentan el riesgo de sarcoma incluyen el retinoblastoma familiar y la neurofibromatosis tipo 1.

Radioterapia contra el cáncer. El tratamiento radiológico para el cáncer aumenta el riesgo de desarrollar un sarcoma más adelante.

Inflamación crónica (linfedema). El linfedema es una inflamación causada por una acumulación de líquido linfático que se produce cuando el sistema linfático está bloqueado o dañado. Aumenta el riesgo de padecer un tipo de sarcoma llamado angiosarcoma.

Exposición a sustancias químicas. Ciertas sustancias químicas, como algunos productos químicos industriales y herbicidas, pueden aumentar el riesgo de sarcoma que afecta el hígado.

Exposición a virus. El virus llamado herpesvirus humano 8 puede aumentar el riesgo de padecer un tipo de sarcoma llamado sarcoma de Kaposi en personas con sistemas inmunitarios debilitados.

Diagnóstico

Algunas de las pruebas y los procedimientos que se utilizan para diagnosticar el sarcoma y determinar su extensión (etapa) son:

Una exploración física. El médico probablemente hará un examen físico para entender mejor tus síntomas y buscará otros indicios que ayuden con el diagnóstico.

Pruebas de diagnóstico por imágenes. El tipo de prueba de diagnóstico por imágenes mejor para ti dependerá de tu situación. Algunas pruebas, como las radiografías, son mejores para ver los problemas en los huesos. Otras pruebas, como las imágenes por resonancia magnética, son mejores para ver los problemas en los tejidos conectivos. Otras pruebas de diagnóstico por imágenes pueden comprender una ecografía, una tomografía computarizada, una gammagrafía ósea o una tomografía por emisión de positrones (TEP).

Extraer una muestra de tejido para su análisis (biopsia). Una biopsia es un procedimiento en el que se extrae una porción de tejido sospechoso para analizarlo en el laboratorio. Las pruebas de laboratorio sofisticadas pueden determinar si las células son cancerosas y qué tipo de cáncer representan. Las pruebas también pueden revelar información útil para elegir los mejores tratamientos.

La forma en que se obtiene la muestra de la biopsia depende de tu situación particular. Se puede extraer con una aguja que se pasa a través de la piel o se puede cortar durante una operación. Algunas veces, la biopsia se realiza al mismo tiempo que la cirugía para extraer el cáncer.

Una vez que el médico determine que tienes sarcoma, podrá recomendarte pruebas adicionales para buscar señales de que el cáncer se ha diseminado.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (EFE)

Tratamiento

El sarcoma generalmente se trata con cirugía para extirpar el cáncer. Se pueden utilizar otros tratamientos antes o después de la cirugía. El tipo de sarcoma, su ubicación, qué tan agresivas son las células y si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo son factores que determinarán qué tratamientos son mejores para ti.

El tratamiento para el sarcoma podría incluir:

Cirugía. El objetivo de la cirugía para el sarcoma es extirpar todas las células cancerosas. A veces, es necesario amputar un brazo o una pierna para extirpar todo el cáncer, pero los cirujanos intentan preservar la función de la extremidad siempre que sea posible. A veces, no se puede extirpar todo el cáncer sin dañar estructuras importantes, como nervios u órganos. En estas situaciones, los cirujanos trabajan para extirpar la mayor cantidad posible del sarcoma.

Radioterapia. En la radioterapia, se utilizan haces de energía de alta potencia, como rayos X y protones, para destruir las células cancerosas. La radiación puede provenir de una máquina que se mueve alrededor de tu cuerpo y dirige los haces de energía (radiación con haces externos). O la radiación podría colocarse en el cuerpo de forma temporal (braquiterapia). A veces, la radiación se realiza durante una operación para extirpar el cáncer (radiación intraoperatoria).

Quimioterapia. La quimioterapia es un tratamiento con medicamentos en el que se utilizan sustancias químicas para destruir las células cancerosas. Algunos tipos de sarcoma tienen más probabilidades de responder al tratamiento de quimioterapia que otros.

Terapia dirigida. La terapia dirigida es un tratamiento farmacológico que utiliza medicamentos que atacan vulnerabilidades específicas dentro de las células cancerosas. Es posible que el médico analice las células del sarcoma para ver si es probable que respondan a los medicamentos de la terapia dirigida.

Inmunoterapia. La inmunoterapia es un tratamiento con medicamentos que usa el sistema inmunitario del organismo para combatir el cáncer. El sistema inmunitario de tu cuerpo que combate las enfermedades puede no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que ciegan las células del sistema inmunitario. Los medicamentos de la inmunoterapia funcionan al interferir con ese proceso.

Terapia de ablación. Los tratamientos de terapia de ablación destruyen las células cancerosas aplicando electricidad para calentar las células, líquido muy frío para congelar las células u ondas de ultrasonido de alta frecuencia para dañar las células.