Dolor de espalda: cuáles son sus síntomas, causas y tratamiento

Hay enfermedades que no presentan síntomas, por lo que es importante llevar una vida saludable y hacer revisiones constantes al médico

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Muchas enfermedades no presentan signos o estos aparecen cuando ya es demasiado tarde, lo mejor es acudir al médico constantemente (Infobae/Jovani Pérez)
Muchas enfermedades no presentan signos o estos aparecen cuando ya es demasiado tarde, lo mejor es acudir al médico constantemente (Infobae/Jovani Pérez)

El dolor de espalda es una de las razones más comunes por las que las personas buscan atención médica o faltan al trabajo. El dolor de espalda es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.

Afortunadamente, hay medidas que pueden ayudar a prevenir la mayoría de los eventos de dolor de espalda, sobre todo en el caso de las personas menores de 60 años. Si la prevención falla, un simple tratamiento en el hogar y usar el cuerpo de manera correcta a menudo curarán tu espalda en unas pocas semanas. Rara vez se requiere cirugía para tratar el dolor de espalda.

Síntomas

El dolor de espalda puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante. Además, el dolor se puede extender hacia la pierna. Agacharse, girarse, levantar peso, estar de pie o caminar puede empeorarlo.

Cuándo debes consultar con un médico

En la mayoría de los casos, el dolor de espalda mejora progresivamente con el tratamiento en casa y el cuidado personal, normalmente en unas pocas semanas. Comunícate con el proveedor de atención médica en los casos en los que el dolor de espalda tenga las siguientes características:

Dura más de unas pocas semanas Es intenso y no mejora con el descanso Se extiende hacia una o ambas piernas, sobre todo si baja más allá de la rodilla Causa debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas Se combina con una pérdida de peso inexplicable

En casos poco frecuentes, el dolor de espalda puede indicar un problema médico grave. Busca atención médica de inmediato si tu dolor de espalda:

Ocasiona problemas nuevos con la vejiga o los intestinos Va acompañado de fiebre Aparece después de una caída, un golpe en la espalda u otra lesión

 Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Factores de riesgo

Cualquier persona puede tener dolor de espalda, incluso los niños y los adolescentes. Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de tener dolor de espalda:

Edad.

El dolor de espalda es más común a medida que envejeces, a partir de los 30 o 40 años.

Falta de ejercicio.

Los músculos débiles y sin uso de la espalda y el abdomen pueden llevar a dolor de espalda.

Sobrepeso.

El exceso de peso corporal pone más tensión para la espalda.

Enfermedades.

Algunos tipos de artritis y de cáncer pueden contribuir al dolor de espalda.

Levantar objetos de forma incorrecta.

Usar la espalda en lugar de las piernas puede derivar en dolor de espalda.

Afecciones psicológicas.

Las personas propensas a la depresión y la ansiedad parecen tener un mayor riesgo de dolor de espalda. El estrés puede causar tensión muscular, lo que contribuye al dolor de espalda.

Fumar.

Los fumadores tienen tasas más elevadas de dolor de espalda. Esto puede ocurrir porque fumar provoca tos, lo que, a su vez, puede llevar a una hernia de disco. Fumar también reduce el flujo de sangre hacia la columna vertebral y aumenta el riesgo de osteoporosis.

Diagnóstico

Tu proveedor de atención médica examina la espalda y evalúa la capacidad para sentarse, ponerse de pie, caminar y levantar las piernas. El proveedor de atención médica también puede pedirte que califiques el dolor en una escala de 0 a 10 y hablarte de cómo el dolor afecta a tus actividades diarias.

Estas evaluaciones ayudan a determinar de dónde proviene el dolor, cuánto puedes moverte hasta que el dolor te obligue a detenerte y si tienes espasmos musculares. También pueden ayudar a descartar causas más graves de dolor de espalda.

Una o más de estas pruebas pueden ayudar a precisar la causa del dolor de espalda:

Radiografías.

Estas imágenes muestran artritis o huesos rotos. Por sí solas, no mostrarán problemas en la médula espinal, los músculos, los nervios ni los discos.

Imágenes por resonancia magnética o tomografía computarizada .

Estas exploraciones generan imágenes que pueden revelar si tienes hernia de disco o problemas en los huesos, músculos, tejidos, tendones, nervios, ligamentos y vasos sanguíneos.

Análisis de sangre.

Puede ayudar a determinar si tienes una infección u otra afección que pueda estar causando el dolor.

Estudios de los nervios.

La electromiografía mide los impulsos eléctricos producidos por los nervios y cómo los músculos responden a ellos. Esta prueba puede confirmar la compresión de los nervios debida a las hernias de disco o el estrechamiento del canal raquídeo (estenosis espinal).

 Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Archivo)
Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Archivo)

Tratamiento

La mayoría de los dolores de espalda mejoran en el plazo de un mes de tratamiento en casa, sobre todo en el caso de las personas menores de 60 años. No obstante, en muchos casos, el dolor dura varios meses.

Los analgésicos y el uso de calor podrían ser todo lo que necesitas. No se recomienda el reposo en cama.

Continúa con tus actividades en la medida de lo posible, a pesar del dolor de espalda. Prueba actividades de menor esfuerzo, como caminar. Deja de hacer las actividades que aumentan el dolor, pero no evites actividades por temor a este. Si los tratamientos en casa no funcionan después de varias semanas, el proveedor de atención médica podría recomendarte medicamentos más fuertes u otras terapias.

Medicamentos

Los medicamentos dependen del tipo de dolor de espalda. Estos podrían incluir:

Analgésicos.

Los antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el naproxeno sódico (Aleve), podrían dar buenos resultados. Toma estos medicamentos solo según las indicaciones. El uso excesivo puede provocar efectos secundarios graves. Si los analgésicos que se pueden comprar sin receta médica no ayudan, el proveedor de atención médica podría indicar

AINE

de compra con receta médica.

Relajantes musculares.

Si el dolor de espalda de leve a moderado no mejora con analgésicos, un relajante muscular podría ayudar. Los relajantes musculares pueden provocar mareos y somnolencia.

Analgésicos tópicos.

Estos productos, entre los que se incluyen cremas, bálsamos, ungüentos y parches, administran sustancias analgésicas a través de la piel.

Narcóticos.

Los medicamentos que contienen opioides, como la oxicodona o la hidrocodona, se pueden usar durante un período breve de tiempo con una rigurosa supervisión médica.

Antidepresivos.

Se ha demostrado que algunos tipos de antidepresivos, en particular, la duloxetina (Cymbalta) y los antidepresivos tricíclicos, como la amitriptilina, alivian el dolor de espalda crónico.

Fisioterapia

Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para aumentar la flexibilidad, fortalecer la espalda, fortalecer los músculos abdominales y mejorar la postura. El uso regular de estas técnicas puede ayudar a evitar que el dolor regrese. Los fisioterapeutas también te enseñarán cómo modificar los movimientos durante un evento de dolor de espalda para evitar el empeoramiento de los síntomas de dolor mientras sigues haciendo actividad física.

Cirugías y otros procedimientos

Algunos procedimientos que se usan para tratar el dolor de espalda pueden incluir los siguientes:

Inyecciones de cortisona.

Si otras medidas no alivian el dolor que se extiende hacia la pierna, podría ayudar la combinación de una inyección de cortisona y un medicamento anestésico en el espacio que rodea la médula espinal y las raíces nerviosas. Una inyección de cortisona ayuda a disminuir la inflamación alrededor de las raíces nerviosas, pero el alivio del dolor generalmente dura solo uno o dos meses.

Ablación por radiofrecuencia.

Este procedimiento consiste en introducir una aguja fina a través de la piel cerca de la zona que está causando el dolor. A través de la aguja, se hacen pasar ondas de radio para dañar los nervios cercanos. Los daños en los nervios afectan a las señales de dolor que llegan al cerebro.

Estimuladores nerviosos implantados.

Los dispositivos que se implantan debajo de la piel pueden trasmitir impulsos eléctricos a determinados nervios con el fin de bloquear las señales de dolor.

Cirugía.

La cirugía para crear más espacio dentro de la columna vertebral suele ser útil para las personas que tienen una creciente debilidad muscular o un dolor de espalda que se extiende hacia la pierna. Estos problemas pueden estar relacionados con las hernias de disco u otras afecciones que estrechan las aberturas dentro de la columna vertebral.

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