Linfedema: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Para tratar una enfermedad hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

También conoce la forma en la que se diagnostica esta enfermedad, cómo prevenirla y cuáles son los factores de riesgo (Infobae/Jovani Pérez)

El linfedema se refiere a la inflamación de los tejidos causada por una acumulación de líquido rico en proteínas que generalmente se drena a través del sistema linfático del cuerpo. Afecta con mayor frecuencia los brazos o las piernas, pero también puede ocurrir en la pared torácica, el abdomen, el cuello y los genitales.

Los ganglios linfáticos son una parte importante de tu sistema linfático. El linfedema puede provocarse por tratamientos contra el cáncer que extirpan o dañan los ganglios linfáticos. Cualquier tipo de problema que bloquee el drenaje del líquido linfático puede causar linfedema.

Los casos graves de linfedema pueden afectar la capacidad de mover la extremidad afectada, aumentar los riesgos de infecciones cutáneas y de septicemia y pueden provocar cambios y degradación de la piel. El tratamiento puede incluir vendajes de compresión, masajes, medias de compresión, bombeo neumático secuencial, cuidado minucioso de la piel y, en raras ocasiones, cirugía para eliminar el tejido inflamado o para crear nuevas vías de drenaje.

Síntomas

Los signos y síntomas del linfedema incluyen los siguientes:

Hinchazón de la totalidad o parte del brazo o la pierna, incluso los dedos de los pies y de las manos Sensación de pesadez u opresión Amplitud limitada de movimiento Infecciones recurrentes Endurecimiento y engrosamiento de la piel (fibrosis)

Los signos y síntomas pueden variar de leves a graves. Es posible que el linfedema producido por el tratamiento contra el cáncer no aparezca hasta meses o años después de haber recibido el tratamiento.

Cuándo debes consultar a un médico

Pide una cita médica con el médico si notas una hinchazón persistente en los brazos o las piernas. Si ya te diagnosticaron un linfedema, acude al médico si se produce un aumento repentino y drástico del tamaño de la extremidad afectada.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (iStock)

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar linfedema incluyen los siguientes:

Edad avanzada Sobrepeso u obesidad Artritis reumatoide o psoriásica

Diagnóstico

Si tienes riesgo de sufrir linfedema, por ejemplo, si recientemente te sometiste a una cirugía para el cáncer que afecta a los ganglios linfáticos, el médico puede diagnosticarte linfedema en función de los signos y síntomas.

Si la causa del linfedema no es tan evidente, el médico puede pedir pruebas por imágenes para examinar el sistema linfático. Entre las pruebas se pueden incluir las siguientes:

Imágenes por resonancia magnética.

La resonancia magnética utiliza un campo magnético y ondas de radio para producir imágenes 3D de alta resolución del tejido afectado.

Tomografía computarizada.

Esta técnica de rayos X genera imágenes transversales detalladas de las estructuras del cuerpo. Las tomografías computarizadas pueden revelar obstrucciones en el sistema linfático.

Ecografía.

Esta prueba utiliza ondas sonoras para producir imágenes de las estructuras internas. Puede ayudar a encontrar obstrucciones en el sistema linfático y el sistema vascular.

Linfoscintigrafía.

Durante esta prueba, se inyecta un tinte radiactivo y, luego, una máquina realiza una exploración. Las imágenes que se obtienen muestran el tinte en movimiento a través de los vasos linfáticos lo que permite resaltar las obstrucciones.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (EFE)

Tratamiento

El linfedema no tiene cura. El tratamiento se centra en disminuir la hinchazón e impedir el desarrollo de complicaciones.

Medicamentos

El linfedema aumenta considerablemente el riesgo de infecciones cutáneas (celulitis). Tu médico puede recetarte antibióticos para que los tengas a mano y puedas comenzar a tomarlos de inmediato si se presentan los síntomas.

Terapia

Los terapeutas especializados en linfedema pueden darte información sobre las técnicas y los equipos que pueden ayudar a reducir la hinchazón del linfedema. Por ejemplo:

Ejercicios.

La contracción suave de los músculos del brazo o la pierna puede ayudar a mover el exceso de líquido fuera de la extremidad hinchada.

Drenaje linfático manual.

Los terapeutas capacitados en esta técnica de masaje utilizan una presión muy ligera para desplazar el líquido atrapado en la extremidad hinchada hacia una zona con vasos linfáticos en funcionamiento. Las personas deben evitar el drenaje linfático manual si tienen una infección en la piel, coágulos de sangre o un cáncer activo en la extremidad afectada.

Vendas de compresión.

El uso de vendas poco elásticas para envolver toda la extremidad favorece que el líquido linfático vuelva a fluir hacia el tronco del cuerpo.

Prendas de compresión.

Las mangas o medias elásticas ajustadas pueden comprimir el brazo o la pierna para favorecer el drenaje del líquido linfático. Estas prendas suelen requerir una receta médica para garantizar que se utiliza el grado de compresión adecuado. Es posible que un profesional deba medirte para garantizar un ajuste adecuado.

Compresión neumática secuencial.

Una manga que se coloca sobre el brazo o la pierna afectados se conecta a una bomba que la infla de forma intermitente, con lo que ejerce presión sobre la extremidad y aleja el líquido linfático de los dedos de las manos o de los pies.

Cirugías y otros procedimientos

Los tratamientos no quirúrgicos para la linfedema pueden incluir:

Trasplante de ganglio linfático.

Los ganglios linfáticos se extraen de una zona diferente del cuerpo y se unen a la red de vasos linfáticos de la extremidad afectada. Muchas personas con linfedema en estadio temprano obtienen buenos resultados con esta cirugía y pueden disminuir la cantidad de compresión necesaria.

Nuevas vías de secreción.

Otra opción para el linfedema en estadio temprano, este procedimiento crea nuevas conexiones entre la red linfática y los vasos sanguíneos. El exceso de líquido linfático se elimina de la extremidad a través de los vasos sanguíneos.

Extirpación del tejido fibroso.

En el linfedema grave, los tejidos blandos de la extremidad se vuelven fibrosos y se endurecen. La eliminación de parte de este tejido endurecido, generalmente mediante liposucción, puede mejorar el funcionamiento de la extremidad. En casos muy graves, el tejido y la piel endurecidos pueden eliminarse con un bisturí.