Vaginosis bacteriana: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Para tratar un padecimiento hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

Existen distintos métodos para diagnosticar este padecimiento (Infobae/Jovani Pérez)

La vaginosis bacteriana es un tipo de inflamación vaginal causada por el crecimiento excesivo de bacterias que se encuentran naturalmente en la vagina, lo que altera el equilibrio natural.

Las mujeres en sus años reproductivos son más propensas a contraer vaginosis bacteriana, pero esta puede afectar a mujeres de cualquier edad. No se entiende por completo la causa, pero ciertas actividades, como las relaciones sexuales sin protección o las duchas vaginales frecuentes, aumentan el riesgo.

Síntomas

Algunos de los signos y síntomas de la vaginosis bacteriana son:

Secreción vaginal delgada, gris, blanca o verde Olor vaginal fétido a "pescado" Comezón vaginal Ardor al orinar

Muchas mujeres con vaginosis bacteriana no tienen signos ni síntomas.

Cuándo debes consultar con un médico

Pide una consulta con el médico si ocurre lo siguiente:

Tienes un flujo vaginal nuevo y asociado con un olor o fiebre. Tu médico puede ayudarte a determinar la causa e identificar signos y síntomas. Has tenido infecciones vaginales antes, pero el color y la consistencia del flujo parece diferente esta vez. Tienes varias parejas sexuales o una nueva pareja reciente. Algunas veces, los signos y síntomas de una infección de transmisión sexual son similares a los de la vaginosis bacteriana. Has probado por tu cuenta un tratamiento de venta libre para una infección por levaduras y los síntomas persisten.

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la vaginosis bacteriana incluyen los siguientes:

Tener múltiples parejas sexuales o una nueva pareja sexual.

Los médicos no entienden por completo la relación entre la actividad sexual y la vaginosis bacteriana, pero la afección ocurre con mayor frecuencia en mujeres que tienen múltiples parejas sexuales o una nueva pareja sexual. La vaginosis bacteriana también ocurre con mayor frecuencia en mujeres que tienen relaciones sexuales con mujeres.

Duchas vaginales.

La práctica de enjuagar la vagina con agua o un agente limpiador (duchas vaginales) altera el equilibrio natural de la vagina. Esto puede llevar a un crecimiento excesivo de bacterias anaeróbicas y causar vaginosis bacteriana. Debido a que la vagina se limpia sola, no es necesario usar duchas vaginales.

Ausencia natural de lactobacilos.

Si tu ambiente vaginal natural no produce suficiente cantidad de la buena bacteria denominada lactobacilos, es más probable que se produzca una vaginosis bacteriana.

Diagnóstico

Para diagnosticar la vaginosis bacteriana, es posible que el médico:

Haga preguntas sobre tu historia clínica.

El médico puede preguntarte sobre cualquier infección vaginal o infección de transmisión sexual previa.

Realiza un examen pélvico.

Durante un examen pélvico, el médico realiza una inspección visual de la vagina en busca de signos de infección e inserta dos dedos en la vagina mientras presiona el abdomen con la otra mano para examinar los órganos pélvicos para detectar signos que puedan indicar enfermedad.

Tome una muestra de las secreciones vaginales.

Esto se puede hacer para verificar si hay un crecimiento excesivo de bacterias anaeróbicas en la flora vaginal. El médico puede examinar las secreciones vaginales bajo un microscopio y buscar "células clave", células vaginales cubiertas de bacterias que son un signo de vaginosis bacteriana.

Controlar el pH vaginal.

El médico podría examinar la acidez de la vagina mediante la colocación de una tira reactiva de pH en la vagina. Un pH vaginal de 4,5 o más alto es un signo de vaginosis bacteriana.

Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (EFE)

Tratamiento

Para tratar la vaginosis bacteriana, el médico puede prescribir uno de los siguientes medicamentos:

Metronidazol (Flagyl, Metrogel-Vaginal, otros).

Este medicamento se puede tomar por vía oral (tableta). El metronidazol también está disponible en forma de gel tópico que se aplica dentro de la vagina. Para reducir el riesgo de malestar estomacal, dolor abdominal o náuseas mientras usas este medicamento, evita el alcohol durante el tratamiento y durante al menos un día después de completarlo (consulta las instrucciones en el producto).

Clindamicina (Cleocin, Clindesse, otros).

Este medicamento está disponible en forma de crema que se aplica dentro de la vagina. La crema de clindamicina puede debilitar los preservativos de látex durante el tratamiento y durante al menos tres días después de dejar de usar la crema.

Tinidazol (Tindamax).

Este medicamento se toma por vía oral. El tinidazol tiene la misma probabilidad de causar malestar estomacal y náuseas que el metronidazol oral, así que evita el alcohol durante el tratamiento y durante al menos tres días después de completarlo.

Secnidazol (Solosec).

Es un antibiótico que se toma por vía oral en una dosis. La presentación del medicamento es un paquete de gránulos que se espolvorean sobre un alimento blando, como puré de manzana, pudín o yogurt. La mezcla se ingiere en un plazo de 30 minutos, teniendo cuidado de no triturar ni masticar los gránulos.

Generalmente, no es necesario tratar a la pareja sexual masculina de una mujer infectada, pero la vaginosis bacteriana puede propagarse entre las parejas sexuales femeninas. Las parejas femeninas deben someterse a pruebas y pueden necesitar tratamiento. Es especialmente importante que las mujeres embarazadas con síntomas reciban tratamiento para ayudar a disminuir el riesgo de parto prematuro o bajo peso al nacer.

Toma el medicamento o usa la crema o el gel durante el tiempo que tu médico lo recete, incluso si los síntomas desaparecen. La interrupción temprana del tratamiento puede aumentar el riesgo de recurrencia.

Reaparición

Es común que la vaginosis bacteriana reaparezca en un plazo de tres a 12 meses, a pesar del tratamiento. Los investigadores están analizando tratamientos para la vaginosis bacteriana recurrente. Si los síntomas reaparecen poco después del tratamiento, habla con tu médico acerca de los tratamientos. Una opción puede ser el tratamiento con metronidazol de uso prolongado.

Un enfoque de autocuidado es la terapia mediante colonización de lactobacilos —que intenta aumentar la cantidad de bacterias buenas en la vagina y restablecer un entorno vaginal equilibrado— que posiblemente se logra al comer ciertos tipos de yogur u otros alimentos que contienen lactobacilos. Aunque la investigación actual muestra que puede haber algún beneficio en la terapia probiótica, se necesita más investigación sobre el tema.