La congelación es una lesión causada por el congelamiento de la piel y los tejidos subyacentes. En la etapa más temprana de la congelación, también llamada congelación de primer grado, no hay daño permanente en la piel. Los síntomas incluyen piel fría y sensación de picazón, seguidos de entumecimiento y piel inflamada o con manchas. A medida que empeora la congelación, la piel puede volverse dura o de aspecto ceroso.
La piel expuesta al clima frío y ventoso es más vulnerable a la congelación, pero también puede afectar a la piel cubierta por guantes u otras prendas. Es posible que no te des cuenta de la congelación hasta que alguien te la haga notar.
Puedes tratar la congelación de primer grado volviendo a calentar la piel. Todos los otros tipos de congelación requieren atención médica ya que puede dañar la piel, los músculos, los huesos y otros tejidos de forma permanente.
Síntomas
Los signos y síntomas de la congelación comprenden lo siguiente:
Al principio, piel fría y una sensación de cosquilleo Entumecimiento Piel de aspecto rojo, blanco, blanco azulado, amarillo grisáceo, morado, marrón o color ceniza, según la gravedad de la afección y el color habitual de la piel Piel de apariencia dura o cerosa Torpeza debido a la rigidez articular y muscular Ampollas después de volver a entrar en calor, en los casos graves
La congelación es más frecuente en los dedos de las manos y de los pies, la nariz, las orejas, las mejillas y el mentón. Debido al entumecimiento de la piel, es posible que no te des cuenta de la congelación hasta que alguien te lo haga notar. Puede resultar difícil observar cambios de color en el área afectada en la piel más oscura o negra.
La congelación ocurre en varias etapas:
Congelación de primer grado.
Es una forma leve de congelación. La exposición continua al frío provoca un entumecimiento en la zona afectada. A medida que la piel se calienta, es posible que sientas dolor y hormigueo. La congelación de primer grado no causa daño permanente en la piel.
Congelación superficial.
La congelación superficial provoca cambios leves en el color de la piel. La piel puede comenzar a sentirse caliente, un signo de que está gravemente afectada. En esta etapa, si vuelves a calentar la piel para tratar la congelación, la superficie de la piel podría tornarse moteada y es posible que sientas escozor, ardor o hinchazón. Podría aparecer una ampolla llena de líquido entre 12 y 36 horas después de volver a calentar la piel.
Congelación profunda (grave).
A medida que la congelación avanza, esta afecta todas las capas de la piel, así como los tejidos que se encuentran debajo. La piel se vuelve blanca o gris azulada y pierdes toda sensación de frío, dolor o molestia en el área. Es posible que las articulaciones o los músculos dejen de funcionar. Se forman ampollas grandes de 24 a 48 horas después de volver a calentarte. El tejido se vuelve negro y duro a medida que muere.
Cuándo debes consultar con un médico
Busca atención médica para congelación si presentas lo siguiente:
Signos y síntomas de congelación superficial o profunda Aumento del dolor, la hinchazón, la inflamación o la secreción en la zona que se congeló Fiebre Síntomas nuevos e inexplicables
Busca atención de emergencia si presentas piel dura, fría o con manchas.
También busca ayuda médica de urgencia si sospechas que tienes hipotermia, una afección en la que el cuerpo pierde calor más rápido de lo que puede producirlo. Entre los signos y síntomas de la hipotermia se incluyen los siguientes:
Escalofríos intensos Habla arrastrada Somnolencia y pérdida de la coordinación
Envuelve a la persona con hipotermia en mantas tibias hasta que llegue la ayuda.
Qué puedes hacer mientras tanto
Mientras esperas la atención médica de emergencia o una cita médica, toma medidas de cuidado personal adecuadas, como las siguientes:
Quitarse la ropa mojada Proteger el área afectada para evitar una nueva exposición al frío No caminar si tienes los pies congelados Aliviar el dolor con un analgésico
Factores de riesgo
Los siguientes factores aumentan el riesgo de congelación:
Afecciones médicas que afectan tu capacidad de sentir el frío o responder a este, como la deshidratación, la sudoración excesiva, el agotamiento, la diabetes y una irrigación sanguínea deficiente en las extremidades Consumo de alcohol o drogas ilícitas Fumar Emociones como el miedo y el pánico o una enfermedad mental que afecte el juicio Congelación previa o lesión por frío precedente Al ser un bebé o un adulto mayor es posible que sea más difícil producir y retener el calor corporal Estar a gran altura, donde hay menos oxígeno
Diagnóstico
El diagnóstico de congelación está basado en tus signos y síntomas, el aspecto de la piel y una revisión de las actividades recientes en las que estuviste expuesto al frío.
El médico puede solicitar rayos X, una gammagrafía ósea o una resonancia magnética para ayudar a determinar la gravedad de la congelación y verificar si hay daño óseo o muscular.
Tratamiento
La congelación leve (congelación de primer grado) puede tratarse en casa con cuidados médicos de primeros auxilios. Para otros tipos de congelación, luego de los primeros auxilios y la evaluación de la hipotermia, es posible que el tratamiento médico incluya volver a calentar la piel, medicamentos, atención médica de las heridas, cirugía y diversas terapias, según la gravedad de la lesión.
Volver a calentar la piel.
Si aún no se volvió a calentar la piel, el médico lo hará mediante un baño de agua caliente durante 15 a 30 minutos. Es posible que la piel se ablande. Puede que se te inste a mover la zona afectada suavemente a medida que se vuelve a calentar.
Analgésicos por vía oral.
Dado que el proceso de volver a calentar la piel puede ser doloroso, es probable que el médico te dé un medicamento para aliviar el dolor.
Proteger la lesión.
Una vez que la piel se descongele, es posible que el médico envuelva la zona holgadamente con una tela, toallas o vendajes estériles para proteger la piel. También es posible que el médico proteja los dedos de las manos o de los pies mientras se descongelan al separarlos suavemente unos de otros y es posible que debas elevar la zona afectada para reducir la hinchazón.
Extirpación del tejido dañado (desbridamiento).
Para curarse adecuadamente, es necesario que la piel congelada no tenga tejido dañado, muerto ni infectado. Para distinguir mejor entre el tejido sano y el tejido muerto, es posible que el médico tenga que esperar de 1 a 3 meses antes de extirpar el tejido dañado.
Terapia de hidromasaje o fisioterapia.
Tomar baños de inmersión en una bañera de hidromasaje (hidroterapia) puede ayudar a la cicatrización al mantener la piel limpia y eliminar el tejido muerto de forma natural. Puede que se te inste a mover la zona afectada suavemente.
Medicamentos que combaten infecciones.
Si la piel o las ampollas parecen infectadas, es posible que el médico te recete antibióticos orales.
Medicamentos para disolver coágulos.
Es posible que se te administre una inyección intravenosa de un medicamento que ayude a restablecer el flujo sanguíneo (trombolítico), como el activador del plasminógeno tisular. Los estudios en personas con congelación grave muestran que el
activador del plasminógeno tisular
reduce el riesgo de amputación. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar sangrado grave y, generalmente, se usan solo en las situaciones más graves y dentro de las 24 horas a la exposición.
Atención médica de la herida.
Se pueden utilizar diversas técnicas para la atención médica de la herida según la extensión de la lesión.
Cirugía.
Es posible que las personas que sufrieron una congelación grave necesiten con el tiempo una cirugía o una amputación para eliminar el tejido muerto o en descomposición.
Oxigenoterapia hiperbárica.
La oxigenoterapia hiperbárica consiste en respirar oxígeno puro en una sala presurizada. Algunos pacientes muestran mejorías en sus síntomas después de esta terapia. Sin embargo, se necesitan más estudios.