Trastorno dismórfico corporal: causas, síntomas y tratamiento

Para tratar una enfermedad hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

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En muchas ocasiones se desconoce
En muchas ocasiones se desconoce que se tiene un padecimiento hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

El trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos percibidos o defectos en la apariencia, un defecto que parece menor o que no puede ser visto por los demás. Pero puedes sentirte tan avergonzado, intimidado y ansioso que es posible que evites muchas situaciones sociales.

Cuando tienes un trastorno dismórfico corporal, te enfocas intensamente en tu apariencia e imagen corporal y revisas repetidamente el espejo, te aseas o buscas tranquilidad, algunas veces durante muchas horas al día. El defecto percibido y los comportamientos repetitivos causan un sufrimiento emocional significativo y repercuten en tu capacidad para desenvolverte en la vida diaria.

Puedes recurrir a numerosos procedimientos cosméticos para tratar de "arreglar" el defecto percibido. Después, puedes sentir satisfacción temporal o una reducción en tu angustia, pero a menudo la ansiedad regresa y es posible que reanudes la búsqueda de otras maneras de arreglar tu defecto percibido.

El tratamiento del trastorno dismórfico corporal puede incluir terapia cognitivo-conductual y medicamentos.

Síntomas

Los signos y síntomas del trastorno dismórfico corporal incluyen los siguientes:

Estar extremadamente preocupado por un defecto percibido en la apariencia que los demás no pueden ver o que parece poco importante Estar convencido de que tienes un defecto en tu apariencia que te hace feo o deforme Creer que los demás ponen especial atención en tu apariencia de una manera negativa o se burlan de ti Tener comportamientos dirigidos a arreglar u ocultar el defecto percibido que son difíciles de resistir o controlar, tales como mirarse frecuentemente el espejo, arreglarse o rascarse la piel Intentar ocultar los defectos percibidos con el estilo, el maquillaje o la ropa Comparar constantemente tu apariencia con la de los demás Buscar con frecuencia la aprobación de tu apariencia por parte de los demás Tener tendencias perfeccionistas Buscar procedimientos estéticos con poca satisfacción Evitar situaciones sociales

La preocupación por tu apariencia, los pensamientos excesivos y los comportamientos repetitivos pueden ser indeseables, ser difíciles de controlar y consumirte tanto tiempo que pueden causar una gran aflicción o problemas en tu vida social, trabajo, escuela u otras áreas de funcionamiento.

Es posible que te enfoques excesivamente en una o más partes del cuerpo. Es posible que la característica física en la que te enfocas cambie con el tiempo. Entre las características más comunes con las que la gente suele obsesionarse se incluyen los siguientes:

Rostro, como la nariz, cutis, arrugas, acné y otras imperfecciones Cabello, como apariencia, debilitamiento y calvicie Apariencia de la piel y las venas Tamaño de las mamas Tamaño y tono muscular Genitales

La preocupación de que la constitución del cuerpo sea demasiado pequeña o no sea lo suficientemente musculosa (dismorfia muscular) ocurre casi exclusivamente en los hombres.

La comprensión acerca del trastorno dismórfico corporal varía. Puedes reconocer que tus creencias acerca de los defectos percibidos pueden ser excesivas o no ser ciertas, pensar que probablemente son ciertas, o estar absolutamente convencido de que son ciertas. Cuanto más convencido estés de tus creencias, mayor será la aflicción y perturbación que puedas experimentar en tu vida.

Cuándo debes consultar a un médico

La vergüenza y la pena por tu aspecto pueden impedir que busques tratamiento para el trastorno dismórfico corporal. Pero si tienes algún signo o síntoma, consulta al proveedor de atención médica o a un profesional de salud mental.

Por lo general, el trastorno dismórfico corporal no mejora por sí solo. Si no se trata, es posible que empeore con el tiempo y provoque ansiedad, facturas médicas extensas, depresión grave e incluso pensamientos y conductas suicidas.

Los pensamientos y la conducta suicidas son comunes en el trastorno dismórfico corporal. Si crees que puedes llegar a lastimarte o intentar suicidarte, pide ayuda sin demora:

En los Estados Unidos, llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. Llama a un número de línea directa de asistencia para el suicidio. En los Estados Unidos, llama a la National Suicide Prevention Lifeline (Línea Nacional de Prevención del Suicidio) al 1-800-273-TALK (

1-800-273-8255

) o usa su chat web en suicidepreventionlifeline.org/chat. Llama al profesional de salud mental. Busca ayuda de tu proveedor principal de atención médica. Acércate a un amigo íntimo o a un ser querido. Comunícate con un pastor, un líder espiritual u otra persona de tu comunidad religiosa.

 Ante cualquier malestar lo
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Getty Images)

Factores de riesgo

El trastorno dismórfico corporal comienza, comúnmente, en los primeros años de la adolescencia y afecta tanto a hombres como a mujeres.

Ciertos factores parecen aumentar el riesgo de tener o desencadenar el trastorno dismórfico corporal, entre otros:

Tener parientes consanguíneos con trastorno dismórfico corporal o trastorno obsesivo-compulsivo Experiencias de vida negativas, como burlas en la infancia, negligencia o abuso Ciertos rasgos de personalidad, como el perfeccionismo Presión social o expectativas de belleza Tener otra afección de salud mental, como ansiedad o depresión

Diagnóstico

Después de una evaluación médica para ayudar a descartar otras afecciones médicas, es posible que el proveedor de atención médica haga una remisión a un profesional de salud mental para una evaluación posterior.

El diagnóstico del trastorno dismórfico corporal se basa comúnmente en lo siguiente:

Una evaluación psicológica que evalúa los factores de riesgo y los pensamientos, sentimientos y conductas relacionados con una imagen negativa de sí mismo Antecedentes médicos, personales, sociales y familiares Signos y síntomas

 Cada enfermedad tiene uno
Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Archivo)

Tratamiento

En el tratamiento para el trastorno dismórfico corporal se suele combinar terapia cognitiva conductual con medicamentos.

Terapia cognitiva conductual

La terapia cognitivo conductual para el trastorno dismórfico corporal se centra en:

Ayudarte a aprender cómo los pensamientos negativos, las reacciones emocionales y las conductas mantienen los problemas a través del tiempo Desafiar los pensamientos negativos automáticos sobre la imagen corporal y aprender maneras más flexibles de pensar Aprender maneras alternativas de manejar los impulsos o los rituales para reducir las veces que te miras al espejo, la necesidad constante de quedarte tranquilo o el uso excesivo de los servicios médicos Enseñarte otras conductas para mejorar tu salud mental, tales como tratar la evasión social y aumentar la participación con personas que te apoyen y en actividades saludables

Tú y tu proveedor de atención de salud mental pueden hablar acerca de tus metas u objetivos para la terapia y desarrollar un plan de tratamiento personalizado para aprender y fortalecer la capacidad de afrontar una situación difícil. La participación de los miembros de la familia en el tratamiento puede ser especialmente importante, en particular para los adolescentes.

Medicamentos

Aunque no hay medicamentos aprobados específicamente por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) para tratar el trastorno dismórfico corporal, los medicamentos utilizados para tratar otras afecciones de salud mental, como la depresión y el trastorno obsesivo compulsivo, pueden ser eficaces.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Debido a que el trastorno dismórfico corporal podría deberse en parte a problemas relacionados con la serotonina (una sustancia química que produce el cerebro), se pueden prescribir

inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

. Los

inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

parecen ser más eficaces para el trastorno dismórfico corporal que otros antidepresivos y pueden ayudar a controlar los pensamientos negativos y las conductas repetitivas.

Otros medicamentos.

En algunos casos, puedes beneficiarte de tomar otros medicamentos además de un

inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS)

, según sean tus síntomas.

Internación

En algunos casos, los síntomas del trastorno dismórfico corporal pueden ser tan graves como para que sea necesaria una internación psiquiátrica. Por lo general, esto se recomienda solamente cuando no puedes mantener el ritmo de tus responsabilidades cotidianas o cuando estás en riesgo inminente de hacerte daño.

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