Tendinitis rotuliana: causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Para tratar un padecimiento hay que conocer sus causas, síntomas y hasta el estado de salud del paciente

En muchas ocasiones se desconoce que se tiene un padecimiento hasta que se presentan síntomas (Infobae/Jovani Pérez)

La tendinitis rotuliana es una lesión en el tendón que conecta la rótula con la tibia. El tendón rotuliano trabaja con los músculos de la parte frontal del muslo para extender la rodilla de modo que puedas patear, correr y saltar.

La tendinitis rotuliana, también conocida como “rodilla de saltador”, es más común en atletas cuyos deportes incluyen saltos frecuentes, como el baloncesto y el voleibol. Sin embargo, las personas que no practican deportes de salto pueden sufrir tendinitis rotuliana.

Para la mayoría de las personas, el tratamiento de la tendinitis rotuliana comienza con una terapia física para estirar y fortalecer los músculos alrededor de la rodilla.

Síntomas

El dolor es el primer síntoma de la tendinitis rotuliana, habitualmente entre la rótula y el punto donde el tendón se conecta con el hueso de la espinilla (la tibia).

Al comienzo, tal vez solo sientas dolor en la rodilla cuando empiezas a hacer actividad física o después de realizar ejercicio intenso. Con el tiempo, el dolor empeora y comienza a interferir en la práctica del deporte. A la larga, el dolor interfiere en los movimientos diarios, como subir escaleras o levantarse de una silla.

Cuándo debes consultar con un médico

Para el dolor de la rodilla, primero intente medidas de cuidado personal, como colocar hielo en el área y reducir o evitar temporalmente las actividades que provocan tus síntomas.

Llama a tu médico si el dolor:

Continúa o empeora Interfiere con tu capacidad para realizar actividades diarias de rutina Está asociado con la hinchazón o el enrojecimiento de la articulación

Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Factores de riesgo

Una combinación de factores puede contribuir al desarrollo de la tendinitis rotuliana, entre ellos:

Actividad física.

Correr y saltar son los factores más comúnmente asociados con la tendinitis rotuliana. Los aumentos repentinos en la intensidad o la frecuencia con la que realizas la actividad también aumentan la tensión en el tendón, al igual que cambiar las zapatillas para correr.

Músculos rígidos en las piernas.

La tensión de los músculos de los muslos (cuádriceps) y los músculos isquiotibiales, que suben por la parte posterior de los muslos, puede aumentar la tensión en el tendón rotuliano.

Desequilibrio muscular.

Si algunos músculos de las piernas son mucho más fuertes que otros, los músculos más fuertes podrían tirar con más intensidad del tendón rotuliano. Este desequilibrio podría causar tendinitis.

Enfermedad crónica.

Algunas enfermedades interrumpen el flujo sanguíneo a la rodilla, lo que debilita el tendón. Como por ejemplo: insuficiencia renal, enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoidea y enfermedades metabólicas como la diabetes.

Diagnóstico

Durante el examen, el médico puede presionar partes de la rodilla para determinar dónde te duele. Por lo general, el dolor por la tendinitis rotuliana proviene de la parte frontal de la rodilla, justo debajo de la rótula.

Estudios de diagnóstico por imágenes

Es posible que tu médico te recomiende uno o más de los siguientes estudios de diagnóstico por imágenes:

Radiografías.

Las radiografías ayudan a excluir otros problemas óseos que pueden causar dolor de rodilla.

Ecografía.

En esta prueba se usan ondas sonoras para crear una imagen de la rodilla, que revela los desgarros en el tendón rotuliano.

Resonancia magnética.

La resonancia magnética usa un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas que pueden revelar cambios imperceptibles en el tendón rotuliano.

Cada enfermedad tiene uno o varios tratamientos que seguir para combatirla (Getty Images)

Tratamiento

Por lo general, los médicos comienzan con tratamientos menos invasivos antes de considerar otras opciones, como la cirugía.

Medicamentos

Los analgésicos como el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y el naproxeno sódico (Aleve) pueden aliviar a corto plazo el dolor por tendinitis rotuliana.

Terapia

Existen varias técnicas de fisioterapia que pueden ayudar a reducir los síntomas relacionados con la tendinitis rotuliana, como las siguientes:

Ejercicios de estiramiento.

Los ejercicios de estiramiento estables y regulares pueden disminuir los espasmos musculares y ayudar a estirar la unidad de músculo y tendón. No rebotes durante el estiramiento.

Ejercicios de fortalecimiento.

Los músculos del muslo débiles contribuyen con la tensión sobre el tendón rotuliano. Los ejercicios que consisten en bajar la pierna muy lentamente después de haberla extendido son de especial utilidad, al igual que los ejercicios que fortalecen todos los músculos de la pierna, como la prensa de piernas.

Correa para el tendón rotuliano.

Una correa que ejerce presión sobre el tendón rotuliano puede ayudar a distribuir la fuerza lejos del tendón y direccionarla a través de la correa. Esto puede ayudar a aliviar el dolor.

Iontoforesis.

Esta terapia consiste en esparcir un medicamento con corticosteroide sobre la piel y, después, usar un dispositivo que hace una descarga eléctrica baja para que el medicamento atraviese la piel.

Cirugía y otros procedimientos

Si los tratamientos tradicionales no ayudan, es posible que tu médico te indique otros tratamientos, entre ellos los siguientes:

Inyección de corticosteroides.

Una inyección de corticosteroides guiada por ecografía en la vaina que rodea el tendón rotuliano puede ayudar a aliviar el dolor. No obstante, estos tipos de medicamentos también pueden debilitar los tendones, lo que los hace más propensos a romperse.

Inyección de plasma rico en plaquetas.

Este tipo de inyección se ha probado en algunas personas con problemas de tendón rotuliano crónicos. Existen estudios en curso. Se espera que las inyecciones puedan promover la formación de tejido nuevo y ayudar a curar el daño en los tendones.

Procedimiento con aguja oscilante.

El procedimiento ambulatorio se realiza con anestesia local. Tu médico utiliza un diagnóstico por imágenes con ecografía para guiar una aguja pequeña oscilante que corta y elimina la zona dañada pero conserva el tendón sano. Este es un procedimiento relativamente nuevo, pero los resultados son prometedores.

Cirugía.

En casos inusuales, si otros tratamientos fallan, tu médico puede sugerir un desbridamiento quirúrgico del tendón rotuliano. Algunos procedimientos se pueden realizar mediante incisiones pequeñas alrededor de la rodilla.