La disfagia es la dificultad para tragar, es decir, que tu cuerpo necesita más tiempo y esfuerzo para mover los alimentos o líquidos de la boca al estómago. La disfagia puede ser dolorosa. En algunos casos, la deglución es imposible.
La dificultad ocasional para tragar, como cuando comes demasiado rápido o no masticas lo suficiente tu comida, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, la disfagia persistente puede ser una enfermedad grave que requiere tratamiento.
La disfagia puede manifestarse a cualquier edad, pero es más común en adultos mayores. Las causas de los problemas de deglución varían y el tratamiento depende de la causa.
Síntomas
Entre los signos y síntomas de la disfagia se pueden incluir los siguientes:
Dolor al tragar
Imposibilidad de tragar
La sensación de que la comida se atasca en la garganta o el pecho, o detrás del esternón
Babeo
Ronquera
Regreso de la comida (regurgitación)
Acidez estomacal frecuente
Alimentos o ácido estomacal que vuelve a la garganta
Pérdida de peso
Tos o arcadas al tragar
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu proveedor de atención médica si tienes dificultades para tragar regularmente o si la disfagia viene acompañada de pérdida de peso, regurgitación o vómitos.
Si una obstrucción interfiere con tu respiración, llama al servicio de emergencias de inmediato. Si no puedes tragar porque sientes que la comida se queda atascada en la garganta o el pecho, acude al departamento de emergencia más cercano.
Factores de riesgo
Los siguientes son factores de riesgo de disfagia:
Envejecimiento. Debido al envejecimiento normal, al desgaste natural del esófago y a un riesgo mayor de padecer ciertas afecciones, como un accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson, los adultos mayores tienen un riesgo mayor de sufrir dificultades para tragar. Pero la disfagia no se considera un signo normal del envejecimiento.
Ciertas afecciones médicas. Las personas con ciertos trastornos neurológicos o del sistema nervioso son más propensas a tener dificultades para tragar.
Diagnóstico
Tu proveedor de atención médica probablemente te pedirá una descripción y el historial de dificultades para tragar, te hará una exploración física y usará varias pruebas para determinar la causa de tu problema de deglución.
Entre los estudios se pueden incluir los siguientes:
Radiografía con un medio de contraste (radiografía con bario). Bebes una solución de bario que recubre el esófago, lo cual permite que se vea mejor en las radiografías. El proveedor de atención médica entonces puede ver los cambios en la forma del esófago y puede evaluar la actividad muscular.
Tu proveedor de atención médica también puede hacer que ingieras alimentos sólidos o una pastilla recubierta de bario para observar los músculos de la garganta mientras tragas o para buscar obstrucciones en el esófago que la solución líquida de bario podría no identificar.
Estudio dinámico de deglución. Ingieres alimentos recubiertos de bario de diferentes consistencias. En este examen se proporciona una imagen de estos alimentos a medida que bajan por la garganta. Las imágenes podrían mostrar problemas en la coordinación de los músculos de la boca y la garganta al tragar y determinan si el alimento está entrando en el conducto de respiración.
Un examen visual del esófago (endoscopia). Se pasa un instrumento delgado, flexible e iluminado (endoscopio) a través de la garganta para que el proveedor de atención médica pueda ver el esófago. El proveedor de atención médica también puede tomar biopsias del esófago para buscar inflamación, esofagitis eosinofílica, estrechamiento o un tumor.
Evaluación endoscópica de la deglución por fibra óptica. El proveedor de atención médica puede examinar la garganta con una cámara especial y un tubo iluminado (endoscopio) a medida que tratas de tragar.
Examen del músculo esofágico (manometría). En la manometría, se inserta un pequeño tubo en el esófago y se conecta a un registrador de presión para medir las contracciones musculares del esófago a medida que se traga.
Exploraciones por imágenes. Pueden incluir una tomografía computarizada, que combina una serie de imágenes de rayos X y procesamiento por computadora para crear imágenes transversales de los huesos y tejidos blandos del cuerpo; o una resonancia magnética, que utiliza un campo magnético y ondas de radio para crear imágenes detalladas de órganos y tejidos.
Tratamiento
El tratamiento de la disfagia depende del tipo o de la causa del trastorno de deglución.
Disfagia orofaríngea
Para la disfagia orofaríngea, tu proveedor de atención médica podría derivarte a un terapeuta del habla o de la deglución. La terapia podría incluir lo siguiente:
Aprender ejercicios. Algunos ejercicios podrían ayudarte a coordinar los músculos de deglución o a estimular los nervios que provocan el reflejo de deglución.
Aprender técnicas de deglución. También podrías aprender maneras de colocar la comida en la boca o formas de posicionar el cuerpo y la cabeza para ayudarte a deglutir. Los ejercicios y las técnicas nuevas de deglución podrían ayudarte si la disfagia tiene como causa problemas neurológicos como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson.
Disfagia esofágica
Los enfoques de tratamiento para la disfagia esofágica incluyen los siguientes:
Dilatación esofágica. Para un esfínter esofágico estrechado (acalasia) o una estenosis esofágica, el proveedor de atención médica podría usar un endoscopio con un globo especial conectado para estirar y expandir suavemente el esófago o introducir uno o más tubos flexibles para estirar el esófago (dilatación).
Cirugía. Para un tumor esofágico, acalasia o divertículos faringoesofágicos, es posible que necesites cirugía para despejar la vía esofágica.
Medicamentos. A la dificultad para deglutir asociada con la enfermedad por reflujo gastroesofágico se la puede tratar con medicamentos orales de venta por receta médica para reducir el ácido estomacal. Es posible que necesites tomar estos medicamentos durante un período prolongado.
Podrían recomendarse medicamentos corticoides para la esofagitis eosinofílica. Para el espasmo esofágico, los relajantes musculares suaves podrían ayudar.
Alimentación. Dependiendo de la causa de la disfagia, tu proveedor de atención médica podría recetar una dieta especial para ayudar con los síntomas. Si tienes esofagitis eosinofílica, es posible que se utilice la alimentación a modo de tratamiento.
Disfagia grave
Si la dificultad para tragar te impide comer y beber lo suficiente y el tratamiento no te permite tragar de forma segura, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende una sonda de alimentación. La sonda de alimentación proporciona nutrientes sin necesidad de tragar.
Cirugía
Podría ser necesaria una cirugía para aliviar los problemas de deglución causados por el estrechamiento u obstrucción de la garganta (lo que incluye las excrecencias óseas, la parálisis de las cuerdas vocales, los divertículos faringoesofágicos, la enfermedad por reflujo gastroesofágico y la acalasia), o para tratar el cáncer esofágico. La terapia del habla y la deglución generalmente es útil después de la cirugía.
El tipo de tratamiento quirúrgico depende de la causa de la disfagia. Algunos ejemplos incluyen los siguientes:
Miotomía laparoscópica de Heller. Esto implica cortar el músculo en el extremo inferior del esófago (esfínter) cuando no logra abrir y liberar alimentos en el estómago en personas que tienen acalasia.
Miotomía endoscópica por vía oral. El cirujano o gastroenterólogo utiliza un endoscopio que se inserta a través de la boca y baja por la garganta para crear una incisión en el revestimiento interno del esófago para tratar la acalasia. A continuación, como en una miotomía de Heller, el cirujano o gastroenterólogo corta el músculo en el extremo inferior del esfínter esofágico.
Dilatación esofágica. El proveedor de atención médica introduce un tubo iluminado (endoscopio) en el esófago e infla un globo adjunto para estirarlo (dilatación). Este tratamiento se utiliza para un músculo del esfínter tenso en el extremo del esófago (acalasia), una constricción del esófago (estenosis esofágica), un anillo anormal de tejido que se encuentra en la unión del esófago y el estómago (anillo de Schatzki) o trastornos de la motilidad. También se pueden introducir a través de la boca tubos largos y flexibles de distinto diámetro en el esófago para tratar las constricciones y los anillos.
Colocación de un estent. El proveedor de atención médica también puede insertar un tubo de metal o plástico (estent) para mantener abierto un estrechamiento u obstrucción en el esófago. Algunos estents son permanentes, como los de las personas con cáncer de esófago, mientras que otros se extraen más tarde.
Toxina botulínica A. Puede inyectarse en el músculo al final del esófago (esfínter) para que se relaje y mejore la deglución en el caso de la acalasia. Menos invasiva que la cirugía, esta técnica podría requerir administrar más inyecciones en el futuro. Es necesario hacer estudios adicionales.
Con información de Mayo Clinic
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