Mareos: causas, síntomas y tratamiento

Varias son las causas de esta enfermedad, sin embargo, hay distintas opciones para su tratamiento

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Infobae


«Mareo» es un término que se usa para describir un amplio abanico de sensaciones, tales como desvanecimiento, atontamiento, debilidad o inestabilidad. Los mareos que crean la falsa sensación de que tú o el entorno están girando o moviéndose se conocen como «vértigo».



Los mareos son una de las causas más frecuentes por la que los adultos visitan al médico. Los mareos frecuentes o el mareo constante pueden afectar considerablemente tu vida. Pero los mareos rara vez son señales de un trastorno con riesgo de vida.



El tratamiento de los mareos depende de la causa y de los síntomas. Por lo general es eficaz, pero el problema puede volver.


Síntomas


Las personas que sufren mareos pueden describirlos como cualquiera de una serie de sensaciones, tales como:



Una sensación falsa de movimiento o vueltas (vértigo)

Aturdimiento o sensación de desmayo

Inestabilidad o pérdida del equilibrio

Sensación de estar flotando en el aire, atontado o con la cabeza pesada

Estas sensaciones pueden desencadenarse o empeorarse al caminar, ponerse de pie o mover la cabeza. El mareo puede estar acompañado de náuseas, o ser tan repentino o intenso que necesitas sentarte o acostarte. Puede durar unos segundos o días y puede repetirse.




Cuándo debes consultar con un médico


En general, debes consultar al médico si tienes mareos o vértigo recurrentes, repentinos o fuertes sin causa aparente y de manera prolongada.



Busca atención médica de emergencia si tienes mareos nuevos y fuertes o vértigo junto con alguno de estos síntomas:



Dolor de cabeza repentino e intenso

Dolor en el pecho

Dificultad para respirar

Entumecimiento o parálisis en los brazos o las piernas

Desmayos

Visión doble

Taquicardia o arritmia

Confusión o dificultad en el habla

Tropiezos o dificultad para caminar

Vómitos continuos

Convulsiones

Cambio repentino en la audición

Entumecimiento o debilidad faciales

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Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Shutterstock)

Factores de riesgo


Los factores que pueden aumentar el riesgo de los mareos son:



Edad. Los adultos mayores son más propensos a tener afecciones que causan mareos, especialmente una sensación de pérdida del equilibrio. También es probable que tomen medicamentos que pueden causar mareos.

Un episodio anterior de mareos. Si has sentido mareos antes, es probable que sientas mareos en el futuro.

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Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (UNAM)

Diagnóstico


Si el médico sospecha que estás teniendo o puedes haber tenido un accidente cerebrovascular, si eres de edad avanzada o si tuviste un golpe en la cabeza, puede ordenar inmediatamente una resonancia magnética o una tomografía computarizada.



A la mayoría de las personas que visitan al médico debido a mareos, primero se les preguntará sobre sus síntomas y medicamentos y luego se les hará un examen físico. Durante este examen, el médico comprobará cómo caminas y mantienes el equilibrio y cómo funcionan los nervios principales del sistema nervioso central.



También es posible que necesites una prueba de audición y pruebas de equilibrio, entre ellas:



Análisis del movimiento de los ojos. El médico puede observar la trayectoria de tus ojos cuando siguen un objeto en movimiento. Y pueden hacerte una prueba de movimiento ocular, en la que se coloca agua o aire en el conducto auditivo.

Análisis del movimiento de la cabeza. Si el médico sospecha que tu vértigo está provocado por un vértigo paroxístico benigno postural, puede hacerte una prueba simple de movimiento de la cabeza, denominada "maniobra de Dix-Hallpike", para verificar el diagnóstico.

Posturografía. Esta prueba le informa al médico cuáles son las partes del sistema de equilibrio de las que más dependes y cuáles son las que pueden ocasionarte problemas. Te paras descalzo sobre una plataforma y tratas de mantener el equilibrio en diversas situaciones.

Prueba de la silla rotativa. Durante esta prueba te sientas en un sillón giratorio controlado por computadora que realiza muy lentamente un giro completo. A velocidades mayores, se mueve hacia adelante y hacia atrás formando un arco muy pequeño.

Además, te pueden hacer análisis de sangre para detectar infecciones, así como otras pruebas para comprobar el estado del corazón y de los vasos sanguíneos.


Tratamiento


Los mareos a menudo mejoran sin tratamiento. En un par de semanas, el cuerpo suele adaptarse a cualquier factor que los cause.



Si necesitas tratamiento, el médico lo diseñará según la causa de la enfermedad y tus síntomas. Este puede consistir en medicamentos y ejercicios para el equilibrio. Si no se identifica ninguna causa o si los mareos persisten, los medicamentos recetados y otros tratamientos pueden ayudarte a controlar tus síntomas.




Medicamentos


Diuréticos. Si tienes la enfermedad de Ménière, el médico te puede recetar diuréticos. Esto, junto con una dieta reducida en sal, puede ayudar a reducir la frecuencia de tus episodios de mareos.

Medicamentos que alivian los mareos y las náuseas. El médico puede recetar medicamentos para aliviar inmediatamente el vértigo, los mareos y las náuseas, incluidos antihistamínicos y anticolinérgicos de venta con receta médica. Muchos de estos medicamentos causan somnolencia.

Medicamentos para la ansiedad. El diazepam (Valium) y el alprazolam (Xanax) pertenecen a una clase de medicamentos llamados benzodiazepinas, que pueden causar adicción. También pueden causar somnolencia.

Medicamentos preventivos para la migraña. Ciertos medicamentos pueden ayudar a prevenir los ataques de migraña.


Terapia


Maniobras de posicionamiento de la cabeza. Una técnica denominada reposicionamiento canalicular (o maniobra de Epley) a menudo ayuda a aliviar el vértigo posicional paroxístico benigno más rápido que si simplemente se espera hasta que el vértigo pase. A esta técnica la puede realizar un médico, un audiólogo o un terapeuta físico y supone maniobrar la posición de la cabeza. Suele ser efectiva luego de uno o dos tratamientos. Antes de llevar a cabo este procedimiento, dile al profesional médico si tienes alguna enfermedad en el cuello o en la espalda, un desprendimiento de retina o problemas en los vasos sanguíneos.

Terapia de equilibrio. Puedes aprender ejercicios específicos para hacer que tu sistema de equilibrio sea menos sensible al movimiento. Esta técnica de terapia física se llama rehabilitación vestibular. Se utiliza en personas con vértigo ocasionado por trastornos del oído interno, como neuritis vestibular.

Psicoterapia. Este tipo de terapia puede ayudar a las personas cuyo vértigo está causado por trastornos de ansiedad.


Cirugía u otros procedimientos


Inyecciones. El médico puede inyectarte un antibiótico denominado gentamicina en el oído interno para inhabilitar la función del equilibrio. El oído no afectado toma el control de esa función.

Extracción del órgano sensorial del oído interno. Es un procedimiento que casi nunca se usa y que se denomina laberintectomía. Inhabilita el laberinto vestibular del oído afectado. El otro oído toma el control de la función del equilibrio. Esta técnica se puede utilizar si tienes una pérdida de la audición grave o si los mareos no han respondido a otros tratamientos.

Con información de Mayo Clinic

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