Glioma: causas, síntomas y tratamiento

Dependiendo el tipo de síntoma que se presente, se puede conocer el nivel de gravedad de un padecimiento

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El glioma es un tipo de tumor que se desarrolla en el cerebro y la médula espinal. Los gliomas comienzan en el soporte viscoso (células gliales) que rodea las células nerviosas y las ayuda a funcionar.



Tres tipos de células gliales pueden producir tumores. Los gliomas se clasifican según el tipo de célula glial involucrada en el tumor, así como las características genéticas del tumor, que pueden ayudar a predecir el comportamiento del tumor con el paso del tiempo y los tratamientos que puedan ser más efectivos.



Los tipos de glioma incluyen los siguientes:



Astrocitomas, que incluyen astrocitomas, astrocitomas anaplásicos y glioblastomas

Ependimomas, que incluyen ependimomas anaplásicos, ependimomas mixopapilares y gliomas subependimarios

Oligodendrogliomas, que incluyen oligodendrogliomas, oligodendrogliomas anaplásicos y oligoastrocitomas anaplásicos

Los gliomas pueden afectar la función cerebral y ser potencialmente mortales según su ubicación y velocidad de crecimiento.



Los gliomas son uno de los tipos más comunes de tumores cerebrales primarios.



El tipo de glioma que tienes ayuda a determinar tu tratamiento y pronóstico. En general, las opciones de tratamiento de gliomas incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida y ensayos clínicos experimentales.


Síntomas


Los síntomas del glioma varían según el tipo de tumor, así como también según su tamaño, ubicación y velocidad de crecimiento.



Los signos y síntomas comunes de los gliomas incluyen:



Dolor de cabeza

Náuseas o vómitos

Confusión o disminución en la función cerebral

Pérdida de la memoria

Cambios de personalidad o irritabilidad

Problemas de equilibrio

Incontinencia urinaria

Problemas de la visión, como visión borrosa, visión doble o pérdida de la visión periférica

Dificultades del habla

Convulsiones, especialmente en personas sin antecedentes de convulsiones


Cuándo consultar al médico


Pide una consulta con tu médico si tienes signos o síntomas comunes a un glioma.


Salud
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Europa Press)

Factores de riesgo


Como con la mayoría de los tumores cerebrales primarios, no se conoce la causa exacta de los gliomas. Pero hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de tumor cerebral. Los factores de riesgo incluyen los siguientes:



La edad. El riesgo de padecer un tumor cerebral aumenta a medida que envejeces. Los gliomas son más comunes en los adultos de entre 45 y 65 años. Sin embargo, un tumor cerebral puede ocurrir a cualquier edad. Ciertos tipos de gliomas, como los ependimomas y los astrocitomas pilocíticos, son más comunes en niños y adultos jóvenes.

Exposición a la radiación. Las personas que han estado expuestas a un tipo de radiación llamada radiación ionizante tienen más riesgo de tumores cerebrales. Ejemplos de radiación ionizante incluyen: la radioterapia utilizada para tratar el cáncer y la exposición a radiación causada por las bombas atómicas.

No se ha demostrado que las formas más comunes de radiación, como los campos electromagnéticos del tendido eléctrico y la radiación por radiofrecuencia de los hornos microondas, aumenten el riesgo de padecer un glioma.

No se sabe con claridad si el uso del teléfono celular aumenta el riesgo de padecer cáncer cerebral. Algunos estudios han encontrado una posible relación entre el uso del teléfono celular y un tipo de cáncer cerebral llamado neuroma acústico. Muchos otros estudios no encontraron ninguna relación. Debido a que los teléfonos celulares son un factor relativamente nuevo, es necesario realizar investigaciones a más largo plazo para entender el posible impacto sobre el riesgo de padecer cáncer. Por el momento, si te preocupa la posible relación entre los teléfonos celulares y el cáncer, los expertos recomiendan limitar la exposición mediante el uso del altavoz o un dispositivo de manos libres, lo que permite mantener el teléfono celular alejado de la cabeza.



Antecedentes familiares de glioma. Es raro que el glioma se dé en familias. Pero tener un antecedente familiar de glioma puede duplicar el riesgo de desarrollarlo. Algunos genes se han relacionado levemente con el glioma, pero es necesario realizar más estudios para confirmar una relación entre estas variaciones genéticas y los tumores cerebrales.

Salud
Cada enfermedad tiene una o varias formas de diagnosticarla para así detectarla y luego combatirla (EFE)

Diagnóstico


Si el médico de atención primaria sospecha que tienes un tumor cerebral, puede derivarte a un especialista capacitado en el tratamiento de los trastornos del sistema nervioso y del cerebro (neurólogo). Tu médico puede recomendarte una cantidad de análisis y procedimientos, como por ejemplo:



Un examen neurológico. Durante un examen neurológico, el médico puede evaluar la vista, la audición, el equilibrio, la coordinación, la fuerza y los reflejos. Los problemas en uno o más de estos puntos pueden arrojar pistas sobre la parte del cerebro que puede verse afectada por un tumor cerebral.

Pruebas de diagnóstico por imágenes. Por lo general, se utilizan imágenes por resonancia magnética para ayudar a diagnosticar tumores cerebrales. En algunos casos, se puede inyectar un tinte (material de contraste) a través de una vena del brazo durante un estudio de imágenes por resonancia magnética para mostrar las diferencias en el tejido cerebral.

Existe una cantidad de componentes especializados en la exploración por medio de imágenes por resonancia magnética , como la resonancia magnética funcional , perfusión por resonancia magnética y la espectroscopia por resonancia magnética, que pueden ayudar al médico a evaluar el tumor y el plan de tratamiento.



Otras pruebas de diagnóstico por imágenes pueden ser la exploración por tomografía computarizada (TC) y la tomografía por emisión de positrones (TEP).



Pruebas para encontrar cáncer en otras partes del cuerpo. A fin de descartar otros tipos de tumores cerebrales que se pueden haber diseminado desde otras partes del cuerpo, el médico podría recomendar pruebas y procedimientos para determinar dónde se originó el cáncer. Los gliomas se originan dentro del cerebro y no son causados por otro cáncer que se diseminó (metástasis) desde otro lado.

Recolección y análisis de una muestra de tejido anormal (biopsia). Según la ubicación del glioma, se podría realizar una biopsia con una aguja antes del tratamiento o como parte de una operación para extirpar el tumor cerebral.

Se puede realizar una biopsia estereotáctica con aguja para los gliomas que están en zonas de difícil acceso o muy sensibles dentro del cerebro que pueden ser dañadas por una operación más exhaustiva. Durante una biopsia estereotáctica con aguja, el neurocirujano hace un pequeño orificio en el cráneo. Luego inserta una aguja fina a través del mismo. Se extrae el tejido con la aguja, que por lo general es guiada a través de una tomografía computarizada o mediante exploración de imágenes por resonancia magnética .

La muestra de la biopsia luego se analiza con un microscopio para determinar si es cancerosa o benigna.

La biopsia es la única forma de obtener un diagnóstico definitivo de un tumor cerebral y de brindar un pronóstico para guiar las decisiones sobre el tratamiento. Según esta información, el médico especializado en el diagnóstico de cáncer y otras anomalías del tejido (patólogo) puede determinar el grado o la etapa del tumor cerebral.

El patólogo también examinará el aspecto físico y la velocidad de crecimiento de la muestra de la biopsia (diagnóstico molecular). El médico te explicará los hallazgos del patólogo. Esta información será útil para tomar decisiones sobre el plan de tratamiento.


Tratamiento


El tratamiento para el glioma depende del tipo, el tamaño, el grado y la ubicación del tumor, así como también de tu edad, tu estado de salud general y tus preferencias.



Además de las medidas para extirpar el tumor, el tratamiento del glioma también puede suponer el consumo de medicamentos para reducir los signos y síntomas del tumor.



Es posible que el médico te recete esteroides para reducir la inflamación y aliviar la presión en las zonas afectadas del cerebro. Se pueden usar medicamentos antiepilépticos para controlar las convulsiones.




Cirugía


La cirugía para extirpar la mayor cantidad posible del tumor, generalmente, es el primer paso del tratamiento de la mayoría de los tipos de gliomas.



En algunos casos, los gliomas son pequeños y fáciles de separarse del tejido cerebral sano que los rodea, lo cual hace posible una extracción quirúrgica completa. En otros casos, los tumores no pueden separarse del tejido que los rodea, o bien están localizados cerca de zonas sensibles dentro del cerebro, lo cual hace que la cirugía sea riesgosa. En estas situaciones, el médico extrae la mayor cantidad de tumor que sea seguro extraer.



Incluso extirpar una parte del tumor puede ayudar a reducir los signos y síntomas.



En algunos casos, los neuropatólogos analizan muestras de tejido extraídas por un cirujano e informan los resultados mientras se realiza la cirugía. Esta información ayuda al cirujano a decidir cuánto tejido extraer.



Se puede usar una variedad de tecnologías y técnicas quirúrgicas para asistir al neurocirujano de modo que proteja la mayor cantidad de tejido cerebral sano posible mientras extrae el tumor, incluida la cirugía cerebral asistida por computadora, cirugía cerebral con paciente despierto, las resonancias magnéticas intraoperatorias y el láser. Por ejemplo, durante la cirugía cerebral con paciente despierto, te podrán pedir que realices alguna tarea para asegurar que las áreas del cerebro que controlan esas funciones no estén dañadas.



La cirugía para extirpar un glioma conlleva riesgos, como infecciones y sangrado. Otros riesgos pueden depender de la parte del cerebro en la cual esté el tumor. Por ejemplo, la cirugía sobre un tumor que se encuentra cerca de los nervios que están conectados a los ojos podría implicar un riesgo de pérdida de la visión.




Radioterapia


La radioterapia generalmente le sigue a la cirugía en el tratamiento del glioma, especialmente en el caso de gliomas de alto grado. La radiación utiliza haces de alta energía, como los rayos X o protones, para eliminar tumores. La radioterapia para el glioma proviene de una máquina externa al cuerpo (radiación con haz externo).



Existen muchos tipos de radiación con haz externo actualmente en uso y en estudio para el tratamiento del glioma. El tipo de glioma que tengas, su grado y otros factores de pronóstico se consideran para determinar el período y tipo de radioterapia que puedes recibir. Un médico especializado en radioterapia para el tratamiento del cáncer (oncólogo radioterápico) trabajará de cerca con los otros médicos para planificar y coordinar el tratamiento radiológico más adecuado para ti.



Entre las opciones de radioterapia, se incluyen las siguientes:



Uso de computadoras para enfocar el envío del tratamiento con radiación a la ubicación exacta del tumor cerebral. Las técnicas incluyen radioterapia de intensidad modulada y radioterapia conformada tridimensional (3D).

Uso de protones (la parte positiva de los átomos) en lugar de radiografías como la fuente de radiación. Esta técnica, que se llama terapia conformada con rayos de protones, libera la radiación solamente cuando los haces de protones alcanzan el tumor, lo que ocasiona menos daño al tejido circundante que los rayos X.

Uso de varios haces de radiación para proporcionar una forma muy enfocada de tratamiento de radiación. Aunque esta técnica se denomina radioterapia estereotáctica (radiocirugía) , no implica una cirugía en el sentido tradicional. Cada haz de radiación no es particularmente potente pero el punto donde todos los haces se reúnen (en el tumor cerebral) recibe una dosis muy grande de radiación para eliminar las células tumorales en un área muy pequeña.

Existen diferentes tipos de tecnología utilizada en la radiocirugía para distribuir la radiación y tratar los tumores cerebrales, como el bisturí de rayos gamma o el acelerador lineal (LINAC).



Los efectos secundarios de la radioterapia dependen del tipo y la dosis de radiación que recibas. Los efectos secundarios comunes durante o inmediatamente después de la radiación incluyen cansancio, dolores de cabeza e irritación en el cuero cabelludo.




Quimioterapia


La quimioterapia usa medicamentos para matar las células del tumor. Los medicamentos de la quimioterapia se pueden tomar en forma de tableta (por vía oral) o se pueden inyectar en una vena (por vía intravenosa).



Por lo general, la quimioterapia se usa combinada con radioterapia para tratar gliomas.



El medicamento de la quimioterapia que se utiliza, con mayor frecuencia, para tratar los gliomas es la temozolomida (Temodar), que se toma como una tableta.



Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen del tipo y de la dosis del medicamento que recibes. Algunos de los efectos secundarios frecuentes son náuseas y vómitos, dolores de cabeza, pérdida de cabello, fiebre y debilitación. Algunos efectos secundarios pueden controlarse con medicamentos.




Terapia con medicamentos dirigidos


Los tratamientos con medicamentos dirigidos se enfocan en anomalías específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos dirigidos pueden producir la muerte de las células cancerosas.



Una terapia con medicamentos dirigidos que se usa para tratar un tipo de cáncer cerebral llamado «glioblastoma» es el bevacizumab (Avastin). Este medicamento, que se administra a través de una vena (por vía intravenosa), suspende la formación de nuevos vasos sanguíneos, lo cual interrumpe el suministro de sangre al tumor y mata las células tumorales.




Tratamientos innovadores


La investigación del cáncer de cerebro es un campo de estudio muy activo. Los investigadores están buscando nuevas formas de administrar medicamentos para los tumores de cerebro, como bombas que liberan un flujo lento y continuo de quimioterapia o terapias de medicamentos dirigidos a un tumor. Este tipo de tratamiento se denominada “administración mejorada por convección”.



En otro tipo de terapia, se utiliza una tecnología denominada “campos de tratamiento tumoral” (Optune) mediante la cual se envían campos eléctricos al cerebro, lo que ayuda a detener la proliferación de las células cancerosas. Optune es un dispositivo portátil y se utiliza en combinación con temozolomida para el tratamiento de glioblastomas recientemente diagnosticados en adultos.



La terapia con obleas biodegradables implantadas (Gliadel) consiste de un disco implantado que sirve para liberar la quimioterapia al tejido tumoral que permanece tras la cirugía. Además, en la terapia con nanopartículas, las partículas con un área de superficie inusualmente alta transportan la quimioterapia a través de la barrera hematoencefálica directamente al tumor.




Rehabilitación después del tratamiento


Debido a que los tumores cerebrales pueden desarrollarse en partes del cerebro que controlan las capacidades motoras, el habla, la visión y el pensamiento, la rehabilitación puede ser una parte necesaria de la recuperación. Tu médico puede derivarte a servicios que pueden ayudar, como por ejemplo:



La fisioterapia puede ayudarte a recuperar capacidades motoras perdidas o fuerza en los músculos.

La terapia ocupacional puede ayudarte a volver a tus actividades normales diarias, incluido el trabajo, después de tener un tumor cerebral u otra enfermedad

La terapia del lenguaje con especialistas en dificultades del habla (patólogos del lenguaje) puede ayudarte si tienes problemas para hablar

Las clases particulares para niños en edad escolar pueden ayudar a los niños a lidiar con los cambios en su memoria y pensamiento después de tener un tumor cerebral

Con información de Mayo Clinic

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