El hígado es un órgano de un tamaño similar a un balón de fútbol. Se encuentra justo debajo de la caja torácica en el lado derecho del abdomen. El hígado es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo.
La enfermedad hepática puede ser heredada (genética). Los problemas hepáticos también pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.
Con el tiempo, las afecciones que dañan el hígado pueden provocar cicatrización (cirrosis), esto causa insuficiencia hepática que es una afección potencialmente mortal. Pero el tratamiento temprano puede dar al hígado tiempo para sanar.
Síntomas
La enfermedad hepática no siempre causa signos y síntomas perceptibles. Si se presentan signos y síntomas de enfermedad hepática, estos pueden incluir los siguientes:
Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
Hinchazón y dolor abdominal
Hinchazón en las piernas y en los tobillos
Picazón en la piel
Orina de color oscuro
Color pálido de las heces
Fatiga crónica
Náuseas o vómitos
Pérdida del apetito
Tendencia a que aparezcan moretones con facilidad
Cuándo consultar al médico
Pide una consulta con el médico si tienes síntomas o signos persistentes que te preocupen. Busca atención médica inmediata si tienes un dolor abdominal tan intenso que no puedes quedarte quieto.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo de enfermedad hepática son:
Consumo excesivo de alcohol
Obesidad
Diabetes tipo 2
Tatuajes o piercings en el cuerpo
Inyección de drogas con agujas compartidas
Transfusión sanguínea antes de 1992
Exposición a sangre y líquidos corporales de otras personas
Relaciones sexuales sin protección
Exposición a ciertas sustancias químicas o toxinas
Antecedentes familiares de enfermedad hepática
Diagnóstico
Descubrir la causa y extensión de la lesión hepática es importante para indicar un tratamiento. Es probable que el médico comience con el historial médico y con un examen físico minucioso.
Es posible que el médico recomiende lo siguiente:
Análisis de sangre. Se puede usar un conjunto de análisis de sangre conocido como análisis de la función hepática para diagnosticar la enfermedad hepática Se pueden hacer otros análisis de sangre para detectar afecciones genéticas o problemas hepáticos específicos
Pruebas por imágenes. Una ecografía, una tomografía computarizada y una resonancia magnética pueden mostrar daño en el hígado
Estudio de una muestra de tejido. La extracción de una muestra de tejido (biopsia) del hígado puede ayudar a diagnosticar la enfermedad hepática y a buscar signos de daño hepático Una biopsia de hígado a menudo se realiza usando una aguja larga que se introduce en la piel para extraer una muestra de tejido que se envía a un laboratorio para su análisis
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad hepática depende del diagnóstico. Algunos problemas hepáticos pueden tratarse con modificaciones en el estilo de vida, como dejar de consumir alcohol o bajar de peso, generalmente como parte de un programa médico que incluye un seguimiento minucioso de la función hepática. Otros problemas hepáticos pueden tratarse con medicamentos o pueden requerir cirugía.
El tratamiento de la enfermedad hepática que produce la insuficiencia hepática o ha derivado en ella finalmente puede requerir un trasplante de hígado.
Con información de Mayo Clinic
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