La brucelosis es una infección bacteriana que se transmite de los animales a las personas. Lo más común es que las personas se infecten al comer productos lácteos crudos o sin pasteurizar. Algunas veces, las bacterias que causan la brucelosis se propagan por el aire o por el contacto directo con animales infectados.
Los signos y síntomas de la brucelosis pueden incluir fiebre, dolor en las articulaciones y fatiga. Por lo general, esta infección puede tratarse con antibióticos. Sin embargo, el tratamiento dura desde varias semanas hasta meses y la infección puede reaparecer.
La brucelosis afecta a cientos de miles de personas y animales en todo el mundo. Para prevenir la brucelosis, es útil evitar los productos lácteos crudos y tomar precauciones al trabajar con animales o en un laboratorio.
Síntomas
Los síntomas de la brucelosis se pueden presentar pocos días o meses después de haberte infectado. Los signos y síntomas son similares a los de la influenza y pueden ser:
Fiebre
Escalofríos
Pérdida de apetito
Sudores
Debilidad
Fatiga
Dolor articular, muscular y de espalda
Dolor de cabeza
Los síntomas de la brucelosis pueden desaparecer durante semanas o meses y después volver a aparecer. Algunas personas tienen brucelosis crónica y tienen síntomas durante años, incluso después del tratamiento. Los signos y síntomas a largo plazo pueden incluir:
Fatiga
Fiebre recurrente
Inflamación del revestimiento interno de las cavidades del corazón (endocarditis)
Inflamación de las articulaciones (artritis)
Artritis de los huesos de la columna (espondilitis)
Artritis de las articulaciones donde se conectan la columna y la pelvis (sacroilitis)
Cuándo consultar al médico
La brucelosis puede ser difícil de identificar, especialmente en las primeras etapas, cuando a menudo se asemeja a otras afecciones tales como la gripe. Consulta con tu médico si tienes fiebre que aumenta con rapidez, dolores musculares o debilidad inusual y tienes algún factor de riesgo de la enfermedad, o si presentas fiebre constante.
Factores de riesgo
Aunque la brucelosis es poco común en los Estados Unidos, es más frecuente en otras partes del mundo, especialmente en estos lugares:
Sur de Europa, incluidos Portugal, España, Turquía, Italia, Grecia, sur de Francia
Europa del Este
México, América del Sur y Central
Asia
África
El Caribe
Medio Oriente
Las ocupaciones de mayor riesgo
Las personas que trabajan con animales o están en contacto con sangre infectada tienen un mayor riesgo de contraer brucelosis. Por ejemplo:
Veterinarios
Productores lecheros
Ganaderos
Trabajadores de mataderos
Cazadores
Microbiólogos
Diagnóstico
Los médicos suelen confirmar el diagnóstico de brucelosis al analizar la sangre o médula ósea en busca de la bacteria Brucella o de anticuerpos contra ella. Para ayudar a detectar las complicaciones de la brucelosis, el médico puede ordenar exámenes adicionales, como por ejemplo:
Radiografías. Las radiografías pueden revelar cambios en los huesos y las articulaciones
Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). Las pruebas de diagnóstico por imágenes ayudan a identificar inflamaciones o abscesos en el cerebro u otros tejidos
Cultivo de líquido cefalorraquídeo. Con este procedimiento, se analiza una pequeña muestra del líquido que rodea el cerebro y la médula espinal en busca de infecciones como meningitis y encefalitis
Ecocardiografía. En este examen se utilizan ondas de sonido para crear imágenes del corazón y buscar signos de infección o daños
Tratamiento
El objetivo del tratamiento para la brucelosis es aliviar los síntomas, prevenir la reaparición de la enfermedad y evitar complicaciones. Tendrás que tomar antibióticos durante, al menos, seis semanas y es posible que tus síntomas no desaparezcan por completo durante varios meses. La enfermedad también puede regresar y volverse crónica.
Con información de Mayo Clinic
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