De forma redonda, u ovalada, con una fuerte cáscara verde por fuera, así como una jugosa y dulce pulpa roja por dentro, la sandía es una de las frutas más consumidas a nivel mundial.
Lo que mucha gente no sabe es que la gran cantidad de nutrientes que este enorme alimento contiene puede ayudar no solo a mantener un estilo de vida saludable, sino a bajar de peso, así lo señala tanto el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, así como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México.
Su nombre científico es Citrullus lanatus y forma parte de la familia de las cucurbitáceas, es fruto del árbol sandiera, que se caracteriza por ser una planta trepadora, con tallo rastrero y flores amarillas.
La sandía es una fruta milenaria cuyo origen se sitúa en el África tropical. Su cultivo se remonta a unos 3 mil 500 años, en el valle del Nilo, tal y como demuestran los jeroglíficos y las esculturas halladas en el antiguo Egipto. Los árabes eran grandes consumidores de la sandía, mientras que los europeos fueron quienes la llevaron a América, donde su cultivo se difundió por todo el continente.
La sandía para bajar de peso y otros beneficios a la salud
La sandía se caracteriza por ser refrescante y rica en sales, pero sobre todo en agua, ya que es la fruta que mayor cantidad tiene con el 95% de su peso, si bien esto significa que aporta muy poca energía, se considera que es un alimento muy útil para dietas de adelgazamiento.
A pesar de contener cantidades apreciables de diversas vitaminas y minerales, la sandía destaca por sus carotenoides como lo son la luteína y el licopeno, principalmente este último el cual es una de las principales fuentes dietéticas del fitoquímico.
Además, distintos estudios asocian el consumo del licopeno con un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, ya que ayuda a eliminar los nivele altos de colesterol sanguíneo.
Al licopeno también se le atribuye la protección frente algunos tipos de cáncer como el de cervix, próstata, pulmón, mama y tracto digestivo, incluido el de colon, recto, esófago, estómago faringe, entre otros.
Por otro lado, su alto contenido en agua estimula los riñones para que funcionen con más eficiencia, facilitando la eliminación de sustancias de desecho y toxinas, así como mejorando la función renal.
Otros de los nutrientes que contiene la sandía son potasio, magnesio, calcio, fósforo, vitamina A, C y B. Por esto se le atribuyen propiedades medicinales en la prevención de males como diabetes, ataques cardiacos, infecciones, fiebre, deshidratación y hasta estrés.
Contraindicaciones y efectos secundarios de la sandía
Sin importar el nivel de seguridad que se tenga sobre una planta medicinal o alimento, se deben tener en cuenta las contraindicaciones y efectos secundarios antes de consumirla, sobre todo con cotidianidad y para el combate de padecimientos.
En el caso de la sandia, se debe tener cuidado con el consumo en exceso, ya que puede provocar diarrea o molestias gastrointestinales, principalmente por la abundante presencia de vitamina C y licopeno.
Cabe mencionar que al rededor de la sandía existe un mito que señala que su consumo por las noches puede causar malestares, sin embargo, no hay evidencia científica sólida que respalde esta idea.
Es importante mencionar que si se está usando esta y cualquier otra planta como auxiliar ante un padecimiento, lo mejor es hacérselo saber al médico.