Cistitis: causas comunes y cómo prevenir una infección en la vejiga

La inflamación de la vejiga, conocida como cistitis, puede tener varias causas. Desde infecciones bacterianas hasta irritaciones por productos de higiene

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Ilustración sobre la cistitis o
Ilustración sobre la cistitis o infección urinaria (CuídatePlus))

“Cistitis” es el término médico para la inflamación de la vejiga. La inflamación se produce cuando una parte del cuerpo está hinchada y caliente. También puede ser dolorosa. La mayoría de las veces, la cistitis se produce cuando hay una infección causada por una bacteria, la cual se denomina “infección de las vías urinarias”. Tener una infección de la vejiga puede ser doloroso y molesto.

Si la infección se propaga a los riñones, puede convertirse en un problema grave. La cistitis también puede manifestarse como una reacción a ciertos medicamentos o a la radioterapia. Asimismo, los factores que pueden irritar la vejiga, como los productos de higiene íntima, los geles espermicidas o el uso prolongado de una sonda, también pueden provocar cistitis. Esta afección también puede aparecer como una complicación de otra enfermedad. El tratamiento habitual para la cistitis causada por bacterias consiste en tomar medicamentos antibióticos. El tratamiento para otros tipos de cistitis depende de la causa.

Síntomas

Los signos y síntomas de la cistitis pueden incluir los siguientes: Necesidad intensa y constante de orinar Una sensación de dolor o ardor al orinar Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades Sangre en la orina (hematuria) Orina turbia y de olor fuerte Molestias pélvicas Sensación de presión en el área inferior del vientre (abdomen) Fiebre leve Para los niños pequeños, tener nuevos episodios de orinarse accidentalmente durante el día puede ser un signo de infección de las vías urinarias. Mojar la cama a la noche cuando están solos probablemente no esté asociado a una infección de las vías urinarias.

Cuándo debes consultar a un médico

Busca de inmediato ayuda médica si tienes signos y síntomas frecuentes de una infección renal. Entre ellos, se incluyen los siguientes: Dolor de espalda o en el costado Fiebre y escalofríos Náuseas y vómitos Si tienes la necesidad urgente o frecuente de orinar, o si sientes dolor al orinar, durante varias horas o más, o si observas sangre en la orina, llama al proveedor de atención médica. Si te diagnosticaron una infección de las vías urinarias en el pasado y tienes síntomas parecidos a una infección de las vías urinarias anterior, llama al proveedor de atención médica. También llama al proveedor de atención médica si los síntomas de cistitis regresan después de que terminas el tratamiento con antibióticos. Es posible que necesites probar con otro tipo de medicamento. Si tu hijo comienza a orinarse durante el día, llama a su proveedor de atención médica. En el caso de los hombres que no padecen otra afección, la cistitis es poco frecuente. Un proveedor de atención médica debe controlar los síntomas que se presenten.

Ante cualquier malestar lo mejor
Ante cualquier malestar lo mejor es acudir al médico (Europa Press)

Factores de riesgo

Algunas personas son más propensas que otras a padecer infecciones recurrentes de la vejiga o de las vías urinarias. Las mujeres pueden sufrir este problema. Un factor clave es su anatomía. Las mujeres tienen una uretra corta, lo que significa que las bacterias que causan infección no deben desplazarse demasiado para llegar a la vejiga. Las mujeres presentan un mayor riesgo de sufrir infección de la vejiga o infección recurrente de las vías urinarias en los siguientes casos: Son sexualmente activas. Durante las relaciones sexuales, las bacterias pueden ingresar a la uretra. Usan ciertos tipos de anticonceptivos.

El uso de diafragmas aumenta las probabilidades de padecer una infección de las vías urinarias. Los diafragmas que contienen espermicidas pueden incrementar aún más este riesgo. Están embarazadas. Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de contraer una infección de la vejiga. Atravesaron la menopausia. Los cambios hormonales que se producen después de la menopausia suelen provocar infección de las vías urinarias. Otros factores de riesgo incluyen los siguientes: Interferencia en el flujo de orina. Esto puede ocurrir si padeces ciertas afecciones, como cálculos en la vejiga, o a causa del agrandamiento de la próstata. Cambios en el sistema inmunitario. Esto puede ocurrir si padeces ciertas afecciones, como diabetes e infección por VIH, o a causa de un tratamiento oncológico.

Diagnóstico

Si tienes síntomas de cistitis, consulta a tu médico tan pronto como sea posible. El proveedor de atención médica puede diagnosticarte cistitis basándose en los síntomas y antecedentes médicos. Cuándo se necesita más información para un diagnóstico o un plan de tratamiento, tu proveedor de atención médica puede recomendarte: Análisis de orina. Para este análisis, debes recolectar una pequeña cantidad de orina en un recipiente El proveedor de atención médica analiza la orina para detectar signos de infección, como bacterias, sangre o pus Si se detectan bacterias, es posible que también te hagan una prueba llamada “cultivo de orina” para determinar qué tipo de bacterias causa la infección.

Pruebas de diagnóstico por imágenes. Por lo general, no se necesitan pruebas por imágenes para la cistitis No obstante, en algunos casos, es posible que sean necesarias Por ejemplo, una radiografía o una ecografía pueden ayudar al proveedor de atención médica a encontrar otras causas posibles de inflamación en la vejiga, como un tumor o un problema anatómico

Tratamiento

La cistitis causada por una infección bacteriana generalmente se trata con antibióticos. El tratamiento para otros tipos de cistitis depende de la causa.

Tratamiento de la cistitis bacteriana

La prueba de orina es
La prueba de orina es uno de los análisis recomendados ante cualquier síntoma. (Shutterstock)

Los antibióticos son la primera línea de tratamiento para la cistitis causada por bacterias. Qué fármacos usar y durante cuánto tiempo depende de tu estado de salud general y de las bacterias halladas en la orina.

Infección por primera vez. Los síntomas suelen mejorar notablemente dentro de los primeros días de toma de antibióticos Sin embargo, es probable que tengas que tomar antibióticos entre tres días y una semana, según la gravedad de la infección Toma las pastillas tal y como te indique tu proveedor de atención médica No dejes de tomar los medicamentos, aunque te sientas mejor; así te asegurarás de que la infección desaparezca por completo.

Infección repetida. Si tienes infección de las vías urinarias recurrente, tu proveedor de atención médica podría recetarte antibióticos durante un período de tiempo más largo Es posible que te deriven a un médico especialista en trastornos de las vías urinarias (urólogo o nefrólogo) Un especialista puede verificar si hay problemas urinarios que estén causando las infecciones En algunos casos, la toma de una única dosis de antibióticos después de tener relaciones sexuales puede ser útil para la infección repetida.

Infección relacionada con la atención médica. Las infecciones de la vejiga relacionadas con la atención médica pueden ser difíciles de tratar, ya que las bacterias de los hospitales suelen ser más resistentes a los tipos frecuentes de antibióticos usados en los tratamientos de infecciones de la vejiga contraídas fuera del hospital Es posible que se necesiten diferentes tipos de antibióticos y distintos enfoques de tratamiento Las mujeres que han pasado la menopausia pueden estar especialmente expuestas al riesgo de cistitis. Como parte del tratamiento, tu proveedor de atención médica podría recetarte una crema vaginal a base de estrógenos. Sin embargo, los estrógenos vaginales solo se recomiendan en caso de que puedas usar este medicamento sin que aumente el riesgo de padecer otros problemas de salud.

Tratamiento de la cistitis intersticial

No existe un único tratamiento que funcione mejor para personas con cistitis intersticial. La causa de la inflamación es incierta. Para aliviar los síntomas, puedes necesitar medicamentos de administración por vía oral en pastillas. También es posible administrar directamente el medicamento en la vejiga a través de una sonda. Alternativamente, es posible que te sometan a un procedimiento llamado estimulación nerviosa, en el que se utilizan impulsos eléctricos leves para aliviar el dolor pélvico y reducir la frecuencia urinaria. La cirugía es el último recurso y se plantea solo cuando fallan los demás tratamientos. Es posible que la cirugía no resulte efectiva para aliviar el dolor u otros síntomas.

Tratamiento de otros tipos de cistitis no infecciosos

Algunas personas son sensibles a las sustancias químicas de ciertos productos, como baños de espuma o espermicidas. Evitar estos productos puede ayudar a aliviar los síntomas y a prevenir más episodios de cistitis. Beber mucho líquido también ayuda a irrigar las sustancias que pueden irritar la vejiga. En el caso de la cistitis que se produce por una complicación de la quimioterapia o de la radioterapia, el tratamiento se centra en el control del dolor con medicamentos.

Con información de Mayo Clinic

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