Un brote de meningitis ha causado una veintena de muertos y alrededor de 70 contagios en la entidad norteña de Durango, en México. Un caso que ya ha generado la intervención de las autoridades de procuración de justicia, ya que se presume el padecimiento fue provocado por una serie de irregularidades de distintos hospitales.
Pero qué es la meningitis, cuáles son sus causas, que síntomas presenta, hasta donde llegan sus complicaciones y cuál es su tratamiento. Aquí te explicamos.
Qué es la meningitis
De acuerdo con Mayo Clinic, la meningitis es una inflamación del líquido y las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. La hinchazón que provoca este padecimiento generalmente desencadena dolor de cabeza, fiebre y rigidez en el cuello.
La mayoría de los casos de meningitis son causados por una infección viral, pero las infecciones bacterianas, parasitarias y micóticas son otras posibles causas.
En algunos casos, la meningitis mejora sin tratamiento en algunas semanas. Otros pueden poner en riesgo la vida y requerir tratamiento con antibióticos de emergencia.
Se debe buscar atención médica inmediata si se sospecha que alguien tiene meningitis. Mediante el tratamiento temprano se pueden evitar complicaciones graves.
Los síntomas de la meningitis
Los síntomas iniciales de la meningitis pueden ser similares a los de la gripe o la influenza y pueden manifestarse durante varias horas o unos días.
Los posibles signos en cualquier persona mayor de dos años comprenden: fiebre alta repentina, rigidez en el cuello, dolor de cabeza intenso que parece diferente del usual, con náuseas o vómitos, confusión o dificultad para concentrarse, convulsiones, somnolencia o dificultad para caminar, sensibilidad a la luz, falta de apetito o sed, así como erupción cutánea.
Mientras que en recién nacidos y bebés se pueden mostrar estos signos: fiebre alta, llanto constante, somnolencia o irritabilidad excesivas, dificultad para despertar del sueño, inactividad o pereza, no despertarse para comer, alimentación deficiente, vómitos, protuberancia en el punto blando en la parte superior de la cabeza del bebé, rigidez en el cuerpo y el cuello, además, puede ser difícil consolarlo e incluso pueden llorar más cuando se les carga.
Las múltiples causas de la meningitis
Las infecciones virales son la causa más común de meningitis, seguidas de las infecciones bacterianas y, en raras ocasiones, las infecciones por hongos y parásitos. Debido a que las infecciones bacterianas pueden ser mortales, es esencial identificar la causa.
Meningitis bacteriana
Las bacterias que ingresan en el torrente sanguíneo y viajan hasta el cerebro y la médula espinal pueden causar meningitis bacteriana aguda. La meningitis también puede manifestarse cuando las bacterias invaden directamente las meninges.
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La causa puede ser una infección de oído o de los senos paranasales, fractura de cráneo o, en casos poco frecuentes, algunas cirugías. Diversas cepas de bacterias pueden provocar meningitis bacteriana aguda, y las más comunes son las siguientes:
Streptococcus pneumoniae. Esta bacteria es la causa más frecuente de meningitis bacteriana en bebés, niños pequeños y adultos. La mayoría de las veces causa neumonía, infección de oído o infección de los senos paranasales. Una vacuna puede ayudar a prevenir esta infección.
Neisseria meningitidis. Esta es otra bacteria que puede provocar meningitis bacteriana. Normalmente causan infección de las vías respiratorias, pero pueden provocar meningitis meningocócica cuando ingresan en el torrente sanguíneo. Es una infección muy contagiosa que afecta principalmente a adolescentes y adultos jóvenes.
Haemophilus influenzae. La bacteria Haemophilus influenzae tipo B en algún momento fue la principal causa de meningitis bacteriana en niños. Sin embargo, las vacunas contra el Hib han reducido considerablemente la cantidad de casos de este tipo de meningitis.
Listeria monocytogenes. Esta bacteria se puede encontrar en quesos no pasteurizados, perritos calientes y carnes procesadas. Las mujeres embarazadas, los recién nacidos, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios debilitados constituyen la población más vulnerable. La listeria puede atravesar la barrera placentaria, y la infección en una etapa avanzada del embarazo puede ser mortal para el bebé.
Meningitis viral
Por lo general, la meningitis viral es leve y a menudo desaparece por sí sola. La causa de la mayoría de los casos es un grupo de virus conocidos como enterovirus, que son más frecuentes a finales del verano y principios del otoño. Virus como el virus del herpes simple, el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus de las paperas, el virus del Nilo Occidental y otros también pueden causar meningitis viral.
Meningitis crónica
Los organismos de crecimiento lento (como los hongos y la bacteria Mycobacterium tuberculosis) que invaden las membranas y el líquido que rodea al cerebro causan meningitis crónica. La meningitis crónica se desarrolla durante dos semanas o más.
Meningitis fúngica
La meningitis micótica es relativamente poco común. Puede ser similar a la meningitis bacteriana aguda. A menudo se contrae al inhalar esporas de hongos que se pueden encontrar en el suelo, la madera en descomposición y los excrementos de aves. La meningitis fúngica no se contagia de una persona a otra. Es potencialmente mortal si no se trata con un medicamento antimicótico.
Meningitis parasitaria
Los parásitos pueden causar un tipo poco frecuente de meningitis llamada meningitis eosinofílica. La meningitis parasitaria también puede estar causada por una infección por tenia en el cerebro (cisticercosis) o malaria cerebral. La meningitis amebiana es un tipo raro que, a veces, se contrae al nadar en agua dulce y puede poner en riesgo la vida rápidamente.
Otras causas de meningitis
La meningitis también puede aparecer por causas no infecciosas, como reacciones químicas, alergias a medicamentos, algunos tipos de cáncer y enfermedades inflamatorias como la sarcoidosis.
Factores de riesgo de la meningitis
Los factores de riesgo para la meningitis comprenden:
Edad: La mayoría de los casos de meningitis viral se produce en niños menores de 5 años. La meningitis bacteriana es frecuente en los menores de 20 años.
Vivir en un entorno comunitario: los estudiantes universitarios que viven en residencias estudiantiles, el personal en bases militares y los niños en internados y centros asistenciales infantiles corren un mayor riesgo de contraer meningitis meningocócica. Probablemente esto se deba a que la bacteria se propaga por la vía respiratoria y a través de grandes grupos.
Embarazo: el embarazo aumenta el riesgo de listeriosis, una infección causada por la bacteria listeria, que también puede causar meningitis. La listeriosis aumenta el riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal en el útero y parto prematuro.
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Sistema inmunitario comprometido: el Sida, el alcoholismo, la diabetes, el uso de medicamentos inmunosupresores y otros factores que afectan al sistema inmunitario también pueden hacerte más vulnerable a la meningitis. La extirpación del bazo también aumenta tu riesgo, y cualquier persona que no tenga bazo debe vacunarse para minimizar ese riesgo.
Complicaciones de la meningitis
Las complicaciones de la meningitis pueden ser graves. Cuanto más tiempo se pase sin recibir tratamiento para la enfermedad, mayor es el riesgo de sufrir convulsiones y daños neurológicos permanentes.
Entre dichas secuelas están pérdida auditiva, problemas de memoria, de aprendizaje, de marcha, daño cerebral, convulsiones, insuficiencia renal, choque y muerte.
Con un tratamiento inmediato, hasta los pacientes con meningitis grave pueden tener una buena recuperación.
Tratamiento de la meningitis
El tratamiento depende del tipo de meningitis que se tenga. La meningitis bacteriana aguda debe tratarse de inmediato con antibióticos intravenosos y, a veces, con corticoesteroides. Esto ayuda a garantizar la recuperación y reducir el riesgo de complicaciones, como la inflamación del cerebro y las convulsiones.
El antibiótico o combinación de antibióticos depende del tipo de bacteria que cause la infección. El médico puede recomendar un antibiótico de amplio espectro hasta que pueda determinar la causa exacta de la meningitis.
Es posible que el médico drene los senos o mastoides infectados, los huesos detrás del oído externo que se conectan al oído medio.
Los antibióticos no pueden curar la meningitis viral y la mayoría de los casos mejoran por sí solos en varias semanas. El tratamiento de los casos leves de meningitis viral suele consistir en reposo en cama, abundante líquido, así como analgésicos de venta libre para reducir la fiebre y aliviar el dolor generalizado.
Si se desconoce la causa de la meningitis, el médico puede comenzar un tratamiento con antivirales y antibióticos mientras se determina la causa.
El tratamiento de la meningitis crónica depende de la causa subyacente. Los medicamentos antimicóticos tratan la meningitis micótica y una combinación de antibióticos específicos puede tratar la meningitis tuberculosa. Sin embargo, estos medicamentos pueden tener efectos secundarios graves, por lo que puede diferirse el tratamiento hasta que un laboratorio confirme que la causa es micótica.
La meningitis no infecciosa debido a una reacción alérgica o una enfermedad autoinmunitaria puede tratarse con corticosteroides. En algunos casos, puede no requerir tratamiento porque la enfermedad se resuelve por sí sola. La meningitis relacionada con el cáncer requiere tratamiento para el cáncer específico.
Con información de Mayo Clinic
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