De nombre científico Petroselinum sativum y de la familia de Umbilice, el perejil es una de las hierbas aromáticas que más se usan ampliamente en la gastronomía, pero muy pocas personas saben de sus amplias propiedades medicinales.
El uso del perejil se conoce desde la antigüedad, aunque en un primer momento era utilizado en las tumbas para honrar difuntos. En la Edad Media, por ejemplo, la hierba se utilizaba con fines mágicos, se creía que si se mencionaba el nombre del enemigo mientras se extraía la raíz de la planta, este moriría de forma instantánea.
Incluso, en la época romana, los gladiadores utilizaban el perejil como fuente de astucia y fortaleza antes de los combates. No fue hasta el medioevo que se descubrieron sus cualidades culinarias, aportando sabor, atractivo visual y todas sus propiedades a muchos platillos.
Caracterizado por su color verde intenso, el perejil tiene tallos largos y erguidos; hojas pecioladas, lizas, divididas y puntiagudas, con un fuerte olor aromático.
El perejil está compuesto por vitaminas A, C, E y P, flavonoides, apiol, hierro, fósforo, calcio, sodio, magnesio, yodo, azufre, ácido petroselinum, apina, miristicina, pineno y terpenos, de donde provienen sus propiedades medicinales.
Aquí te contamos algunas de ellas, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) de España.
Las propiedades medicinales del perejil
Al perejil se le adjudican propiedades antioxidantes, es decir, que elimina los radicales libres resultado de la oxidación celular, la cual produce, entre otras enfermedades, envejecimiento precoz.
También se le atribuyen cualidades antiinflamatorias, que disminuye o inhibe la inflamación.
Otra de las propiedades poco conocidas del perejil son las diuréticas, que aumenta la producción de orina y, por lo tanto, favorece la eliminación de líquidos del cuerpo.
Entre los padecimientos que ayuda a combatir esta planta medicinal se encuentran la gota, el reumatismo, la insuficiencia renal, la prostatitis y las hepatopatías.
Sin mencionar que el perejil es considerado un buen digestivo y eficaz para provocar la menstruación.
Al perejil también se le considera un vasodilatador, es decir, que ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, lo cual reduce considerablemente la presión arterial.
Incluso, esta hierba aromática es utilizada como tonificante, que es reconstituyente o vigorizante el organismo.
Para adquirir sus propiedades medicinales del perejil, basta con utilizarla en recetas culinarias o preparar sus hojas ya sea en infusión o en licuado.
Es importante mencionar que el perejil fresco tiene más propiedades y sabor que el seco, por lo que se recomienda congelarlo para conservar sus beneficios.
Contraindicaciones y efectos secundarios
Aunque es una planta altamente usada en la cocina tradicional, existen una serie de contraindicaciones que deben seguirse ante su consumo humano para evitar efectos secundarios no deseados.
Se recomienda evitar el consumo excesivo de perejil durante el embarazo, ya que puede tener propiedades emenagogas que podrían estimular el útero y aumentar el riesgo de contracciones.
Personas con problemas renales deben tener precaución con el perejil, ya que contiene oxalatos, que en grandes cantidades podrían contribuir a la formación de cálculos renales.
Aunque poco comunes, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas como picazón, hinchazón o erupciones cutáneas después de consumir perejil.
En algunos casos, el consumo excesivo de perejil puede causar molestias estomacales o problemas gastrointestinales.
El perejil puede interactuar con ciertos medicamentos. Por ejemplo, puede tener propiedades diuréticas y aumentar los efectos de medicamentos diuréticos.
Se ha informado que el perejil puede aumentar la sensibilidad al sol en algunas personas, lo que podría provocar quemaduras solares.
Es importante mencionar que si se está usando esta y cualquier planta medicinal como auxiliar ante un padecimiento, lo mejor es hacérselo saber al doctor.